EL AMOR DE MI VIDA (Loricoln)

El Seguimiento

Al día siguiente todo era como siempre por la mañana pues todas y el albino se alistaban para ir a la escuela, colegio y preparatoria.

Ya en la hora del desayuno la rubia regresaba de la cocina, debido a que ayudo a su madre con el desayuno, luego paso a sentarse a lado del peliblanco en la mesa de los adultos y así pasar más tiempo con él, aunque el albino jamás pensaría que ella estaba comenzando a estar más cerca de él y de esa forma la rubia comenzaría a incitarlo en que él se fijara en ella como en una mujer y ya no más como a su hermana.

Mientras toda la familia desayunaba el albino sentía ese sentir en decirle a toda su familia de que tenía una novia, pero luego pensó que sería mejor decírselos en otro momento que no sea laboral para ninguno, así que solo continuo ingiriendo su desayuno. Pero mientras el consumía, su hermana se comenzó a pegar más a él, y el peliblanco sin darse cuenta cogió otro wafle de la mesa, pero nunca se dio cuenta que su mano se volvió a encontrar en la con la de Lori ahora en la misma mesa. Al parecer nuevamente sus manos se volvieron a encontrar como aquel día en el cine, la rubia no podía creerlo, era la mano de Lincoln quien estaba cubriendo el dorso de su mano.

La rubia en ese mismo momento sintió que el mundo se detenía, pues era él quien la cubría con su suave y cálida mano, en ese mismo instante se comenzó a ruborizar y su corazón comenzó a latir a mil por hora. Pero ninguno de sus hermanas ni sus padres vieron aquel acto, ya que todos estaban centrados en su desayuno, mientras hablaban de sus respectivas actividades.

El peliblanco y la rubia se miraron con un pequeño sonrojo, pero la rubia fue quien lo estaba aún más. Así que Lincoln saco su rápidamente su mano de la de Lori pidiéndole disculpas por esa coincidencia, el albino se lamentaba por lo que había hecho sin darse cuenta.

-Lincoln: (Voz baja) Perdón Lori, la verdad yo no quise hacerlo, no era mi intención, estaba pensando en otras cosas y sin darme cuenta paso eso, por favor perdona mi atrevimiento, en verdad lo siento, por favor discúlpame.

-Lori: *Mirando hacia un costado* (Voz baja) No Lincoln no fue tu culpa, no me molesta para nada que haya pasado eso, en verdad, no estoy molesta contigo.

-Lincoln: Está bien pero a partir de ahora seré más atento con todo lo que hago.

-Lori: Esta bien Lincoln literalmente no pasó nada *Ocultando la mirada por el rubor*

El albino volvió con lo suyo, mientras que la rubia estaba muy metida en sus pensamientos por todo lo que volvió a pasar como aquel día en el cine donde ambos salieron juntos.

-Lori: *Pensamientos* (No puede ser mi querido conejito blanco me acaba de tomar de la mano, sus manitas me tomaron) *Mirándolo de reojo* (Mi querido Lincoln literalmente hubiera querido que me tomaras de la mano sin soltarme)

Ya cuando todos terminaron de desayunar, se fueron a lavarse los dientes para dirigirse a la escuela, pues seguía siendo la rubia quien continuaba llevándolos, así que cuando todos subieron a la camioneta y se dirigieron al trayecto de sus destinos, la rubia aún seguía pensando por lo que paso, su propio hermano la había hecho sonreír y la había vuelto a tomar de las manos. De esa manera aun no salía de su trance, pues estaba muy feliz y contenta de que por fin estaba comenzando a acercar más a su amado conejito blanco, pensaba todo eso sin desconcentrarse en conducir la van.

Cuando el albino era el último en abandonar la van, la rubia lo detuvo del brazo.

-Lori: Espera Lincoln (Nerviosa).......*Mirándolo*......... Toma te prepare esto........ L.... L.... Lo hice especialmente para ti *Sacando de una bolsa una fiambrera rectangular*