I'M SATAN © |YoonMin| #2.

❝C A P Í T U L O D O S❞

Isaias 14:12.
Representa el ángel caído, el claro ejemplo de belleza y sabiduría a quien la soberbia condujo a los infiernos, transformándose en Satánas. —esa frase bíblica habla de mi. Pero todos creen que Yoongi es Satán, es un asco, ¡yo soy Satán!. ¿Por qué es tan díficil de entender?.

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Sus manos le apretujanron zonas que ninguno había hecho, sentía que si seguía en esa misma posición no lograría llegar al clímax, sus alas le cubrieron su desnuda espalda, ahora estaba en su regazo saltando con placer sobre su miembro, sus gemidos eran melodía para el contrario. Aquel Ser le mordió su blanco cuello dejando una marca roja que ya después se volvería morada. Arqueo su espalda cuando toco aquel punto dulce dentro de él, logrando que llegara a su orgasmo, hilos de sustancias blanquecinas mancharon su vientre y el pecho del contrario, gimió más alto cuando del otro lo lleno, sus paredes apretujaron con dulzura el miembro de su amante. Esos grises ojos le miraban con más deseo y él no pudo hacer nada más que decir su nombre “Satán” una sonrisa tetrica se alojó en el rostro del mencionado, y ahí mismo se dio cuenta que estaba en problemas. “No debiste ir a Transilvania... No debiste entrar a ese bosque... No debiste dirijirme la palabra... No debiste conocerme Jimin”.

De un golpe despertó el chico, agitado y su frente sudorosa. Otra vez ese sueño, Jimin paso sus manos por su rostro asustado, sin darse cuenta que su mejor amigo le miraba con curiosidad.— ¿Otra vez teniendo sueños húmedos? —pregunto burlón el otro, Jimin asintió algo apenado— Cielos... Sí que necesitas tener sexo amigo.

—Callate, no digas esas cosas. —le regaño haciendo un puchero en sus labios.

—Debes dejar de leer historias de terror Jimin.

—¿Qué? ¿Por qué haría eso? —refunfuño de mala gana.

—Te lo digo por tu bien, te pasas todas las noches y madrugadas despierto leyendo esas cosas y después vienes a clases con sueño. Sin contar que te quedas dormido en clases. —el chiquillo se encogió de hombros, bueno ahí tenía un buen punto el contrario, pero le era imposible dejar de hacerlo. Aquellas historias tenían algo que siempre llamaban su atención y era justamente un ente que siempre era menciónado, su ídolo “Satán” realmente era fan de ese ser mítico.

—No pienso hacer eso. —dijo mordiendo su lengua— además no eres el indicado de decirme eso, tú te la pasas haciendo experimentos con animales muertos.

—¡No metas a mi ciencia en esto enano! —se defendió el otro.

—¡Ni mitis y mi cincia in isti inini! —remedo el contrario.

—¡Tonto!.

—¡Re tonto!.

—¡Super tonto!.

—¡Hiper duper mega Tonto!.

—¡Park Jimin, Jeon Jungkook! ¡Si no les interesa la clase pueden salir y seguír su tonta discusión afuera!. —todos en el salón se quedaron viendo a los dos bichos raros como solían llamarle. Jungkook bufó sin darle importancia, Jimin agachó la cabeza avergonzado— Si los escucho hablar de nuevo en mi clase les pondré un reporte.

—Si, si ajá. —resondio Jungkook.— Vez lo que provocas Jimin.

—Callate, fue tu culpa por decirme que hacer. Recuerda que soy mayor que tú.

—Solo eres mayor que yo por una semana, no me jodas.

—¡Eso no impor...! —estuvo a punto de decir algo más cuando.

—¡Suficiente, ambos salgan de mi salón ahora!. —hablo con enojo el profesor, los dos chicos se vieron entre sí para después tomar sus cosas y salir del aula, muchos murmuraron y otros rieron. Pero que más daba eran así y nadie podía cambiar la actitud de ninguno. Estando fuera del salón ambos amigos se mantenían callados sin pronunciar ninguna palabra, Jungkook viendo un reloj de mano viejo que tenía entre sus manos, nostalgia se dejaba sentir cuando observaba aquel antiguo objeto que había pertenecido a su familia por siglos. Jimin por su parte había sacado uno de sus tanto libros que hablaban de la jerarquía demoníaca, con entusiasmo leía esos escritos antiguos. Esa era la vida cotidiana de ambos, era los raritos de la escuela, pero eso no quería decir que fuecen tontos, de hecho eran muy inteligentes a su manera. Pero hablemos de Park Jimin, muchos de ustedes lo confundirán con aquel Oscuro, saben a quien me refiero. Pero aclaremos algo, no son la misma persona, Jimin era un estudiante de secundaria que cursaba su último año, tenía diesciocho años de edad, venía de una familia privilegiada de la clase social, donde él era el único hijo, sus padres lo criaron muy bien, pero ellos nunca estaban en casa así que se podría decir que había crecido solo, su mejor amigo era Jeon Jungkook, ambos se conocían desde la infancia, eran inseparables y por alguna razón tenían una conexión especial.