❝C A P Í T U L O N U E V E❞

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Ese amor dio como resultado dos crías de estrellas. Ambas brillantes como sus dos padres. Uno reflejaba bondad y el otro oscuridad. Pero el precio por darle vida a esas dos criaturas fue... Que la estrella apagante murió y años después su amada estrella naciente le siguió. Dejando en la horfandad a ambos hermanos. Entonces un Dios que era bondadoso decidió acogerlos como suyos. Convirtiendolos en seres celestiales, aún recordando su infinita vida sabiendo que eran crías de estrellas poderosas, los apodo a ambos como Min Suga, Min por su madre y Suga por su padre—— Min Agust, Min YoonGi. Los gemelos Min Suga. —Por muchos siglos ambos gemelos ignoraban su origen, siguiendo a ese Dios a nuevos mundos. Siendo sus mas fieles angeles. Pero no todo es bueno, Agust se dio cuenta que a veces ese Dios no era bueno y cegado por la ira decidió desafiarlo. Ese Dios le castigo mandándolo a un lugar donde sus poderes no podían hacerlo escapar de esa prision llamada Tierra. Meses después le siguió su hermano menor quien también se dio cuenta de las injusticias de ese Dios, enviándolo al mismo lugar. Prisioneros en un mundo que no era suyo, ellos pertenecían al universo viajando constelaciónes enteras. Pero ahora estaban atados a seres que los obligaban a estar en ese lugar. YoonGi acepto su amor hacia aquel oscuro, pero Agust se negaba a estar aferrado a la creación del que nunca fue su Dios... Pero JiMin no tenía la culpa de nada. Y aceptaba que su alma le pertenecía a ese tierno ser.

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—¿Qué vamos a hacer? Si nos ve aquí de seguro nos asesinara. —JungKook estaba completamente pegado a la pared, JiMin estaba sollozando al igual que TaeTae.

—Hu-Huyamos por la ven-ventana. —propuso el pelirrosa.

—No seas tarado, está muy alta.

—Oye... —JiMin llamo al peligris— No llores ¿Sí? Todo estará bien. —intento consolarlo.

—¿Cómo le dices eso? No ves que estamos a punto de morir a manos del mismísimo Satán.

—¡Calla! Solo intento pensar.

—No se nota. —desde el primer nivel se escuchaba como las cosas eran tiradas y los gritos del rubio desconsertaban a los tres menores.

—Y-Yo tengo un plan. —murmuro Tae, los otros dos le vieron para que siguiera— p-pueden salir por la puerta tracera, yo lo distraere.

—Que buena idea. —dijo JungKook, con tal de salir con vida aceptaba cualquier cosa.

—¿Y que sucederá contigo?.

—Yo estare bien... Él no puede hacerme daño o si no estará en problemas.

—¡Wowowowow! Espera ahí ¿Eres mágico? —dijeron ambos a la vez, Tae ladeó la cabeza a un lado confundido.— ¿Tienes poderes? ¿Escupes fuego por la boca?. —esa última pregunta la hizo JungKook— ¿Existe la vida después de la muerte?.

—De echo... Realmente no mueres, solo tu alma abandona tu cuerpo para dirijirse a los páramos del paraíso y si te va mal... Al infierno. —dijo casi en susurros.

—¡Eso es genial! —los tres chicos se habían olvidado del por qué estaban asustados. Los ruidos en la planta baja ya no se escuchaban y tampoco los gritos. Mientras que ellos seguían platicando tan amenamente no se dieron cuenta de la cuarta presencia detrás de ellos— ¿Conoces el infierno?.

—S-Sí... Hobi a veces me lleva.

—¿Hobi? —pregunto JiMin curioso, la cámara seguía grabando.

—Hobi... HoSeok. —sonrio entristecido al decir su nombre—  la Muerte, mano derecha de Lucifer. —murmuro. Una lágrima resbaló de nuevo por su rostro, extrañaba mucho a HoSeok, sus besos y sus abrazos, también sus chistes y las palabras lindas que le decía. JiMin y JungKook abrieron la boca mucho más sorprendidos— Yo... ¡Extraño mucho a Hobi!.

I'M SATAN © |YoonMin| #2.Where stories live. Discover now