C E R O

7.7K 1.1K 768
                                    

NOVIEMBRE

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

NOVIEMBRE

La conocida marcha nupcial suena alto a unos metros de donde me encuentro y me anuncia que es el momento de mi entrada.

Trago saliva, sintiendo los nervios en cada poro del cuerpo y debatiendo en mi cabeza si son a causa del miedo, la expectativa normal o el arrepentimiento.

Me sobresalto frente al espejo cuando la puerta a mis espaldas es abierta con brusquedad. Cuando ve el susto que me ha dado, Theo sonríe burlón y levanta las manos en son de paz.

—Llevas diez segundos de retraso.

—La novia puede llegar a la hora que le dé la gana —replico—. Cierra esa puerta. —Se dispone a hacer lo que le digo, pero añado—: ¡Contigo adentro, tonto!

—Oh.

Ingresa y cierra; quedando solos puedo tener una ilusión muy diminuta en mi cabeza de que estoy con él lejos de acá, comiendo helado o mirando el cielo. La ilusión desaparece cuando me observo en el espejo vestida de blanco y con un maravilloso peinado rematado con el velo. Retuerzo mis manos frente al cristal y le doy la espalda.

—En la mayoría de fiestas a las que hemos ido, nos vamos juntos y solos antes de que todo acabe —dice—. Pero hoy eres la novia, no puedo secuestrarte así no más.

Esbozo una pequeña sonrisa ante sus palabras que deberían alivianar el peso sobre mis hombros.

—¿Seguro? ¿crees que alguien realmente note que me fui? Quizás si tomamos un taxi rápido, cuando se den cuenta ya estaremos muy lejos.

—¿Me estás invitando a fugarnos de tu boda? —repone sarcástico.

—¿Por qué no?

Pese a que la conversación ha transcurrido en medio de una niebla entre la seriedad y el chiste, Theo deja su burla a un lado luego de que le digo eso. Ha estado junto a la puerta y ahora se acerca hasta que puede mirarme fija y determinadamente a los ojos.

—Cinthya, respira. Es tú boda, todos allá afuera te esperan a ti... pero hablando en serio, solo necesito que me digas que no te quieres casar y te rapto ahora mismo. Si no quieres hacer esto...

—Sí quiero —respondo en reflejo aunque sin mucha convicción—. Hemos pasado por mucho como para retractarme ahora. No puedo hacerle eso a...

—Solo cuando digas "sí, acepto" será tarde, mientras tanto no. Dime qué pasa.

—Es que todos estarán mirándome... y tal vez desaprobándome... o pensando que...

—Solo importa si tu te desapruebas. —Theo toma aire y sé que nota cómo mis ojos empiezan a aguarse ante la intensidad de su mirada. Frunce su ceño—: Cinthya Carolina Anderson, dime en este instante si es esto lo que quieres hacer o si no, nos vamos ahora mismo. —El cúmulo de todo lo que pasa me deja sin habla, apenas y puedo apretar con extrañeza los labios e hiperventilar—. ¿Los amas?

Asiento, completamente segura. Inconscientemente llevo mi mano derecha a mi muñeca izquierda y palpo allí la tinta que adorna mi piel. Él nota mi acción y lleva sus ojos a mis manos.

—Tengo miedo —confieso.

—¿De las miradas de los demás?

—No. —Niego efusivamente con la cabeza—. De su decepción.

—No, Cinthya. Estamos en una boda, en tu boda, no en una tienda escogiendo ropa. No interesa si decepcionas o no, una boda te cambia la vida y más con él y en sus circunstancias. Decide por tu vida y por lo que deseas con ambos.

En un lapso de un par de minutos pongo en mi mente al hombre que me espera en el altar, a los invitados, el recinto y los acontecimientos peculiares que me trajeron a este lugar, a este momento, a usar este vestido precioso de cuento de hadas y aunque sé que no es ningún príncipe el que me espera al otro lado, estoy convencida de que quiero hacerlo y afrontar todo lo que el sí quiero conlleva ahora y después, con las personas que incluye y los planes que ya están hechos.

Sonrío a Theo, esperando poder infundir la seguridad que repentinamente he conseguido.

—Sí quiero hacerlo.

—¿Segura?

—No me des opción de cambiar de idea, por favor.

Theo ríe y se acerca para mover mi velo un poco del lado derecho.

—Estás hermosa, Cinthya. Eres maravillosa por todo lo que haces.

—No me hagas llorar, Theo. En la fiesta me das halagos, justo ahora solo dame ánimos.

—En ese caso, luces horrible, pero vamos, que la suerte de las feas, las bonitas la desean.

Riendo, me miro una vez más en el espejo. Limpio con mucho cuidado cualquier rastro de lágrimas y presto más atención a la marcha nupcial que ya lleva sus buenos cuatro o cinco minutos sonando. Enderezo la espalda al dar media vuelta y enaltezco el mentón.

Theo ahueca su brazo para que pueda meter mi mano allí y tomo mi ramo para salir finalmente hacia el delgado pasillo que me llevará hacia los ojos de más de cincuenta invitados entre amigos de mi prometido, amigos míos, familia nuestra, el amor de mi vida y Luna. Al llegar a donde todos pueden vernos, los asistentes se ponen de pie, unos sonriéndome, una que otra lagrimeando y algunos solamente observando con inexpresión y sabrá Dios qué cruza por esas mentes.

—¿Lista? —susurra Theo.

Antes de dar un paso más, miro hacia el altar y la primera fila de invitados. Pese a que mucha gente de pie me bloquea un poco la vista, logro hallarlo con la mirada. Me sonríe desde su lugar y asiente, diciéndome que todo está y estará bien, que así debían pasar las cosas y que sigue amándome tanto como me ha jurado.

Las dudas que me invadieron unos minutos atrás parecen borrarse con ese gesto torcido de sus labios. Agacho la mirada sintiendo mis mejillas arder y me dispongo a dar el primer paso junto a Theo.

—Lista.

No hay vuelta atrás.

Me voy a casar. 

 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El no príncipe de mi cuento de hadas  •TERMINADA•Where stories live. Discover now