La Niña que me Robo el Corazón

CAPITULO 8

Sonó mi celular al ver en la pantalla el nombre de Regina me emociono, esa chica la había conocido 2 semanas gracias a un grupo de amigas, estuvimos juntas en el mismo bar y esa misma noche terminamos en su departamento, una hermosa mujer de 23 años con un cuerpo más que perfecto 1.60 de estatura y si la memoria no me fallaba al menos 96-60-98 de medidas perfecta era la palabra indicada para ella, pese a las expectativas llevábamos saliendo casi todos los días y que decir el sexo con ella había sido excelente una de las mejores en mi vida.

Renata-hola primor que haces, te gustaría que nos viéramos hoy hay una obra de teatro que me recomendaron, te gustaría ir conmigo-

Lauren: por supuesto estaba a punto de ir a tu departamento para verte.

Renata-entonces pensamos lo mismo, te parece si nos vemos en mi departamento y de aquí nos vamos para allá.

Lauren: en 20 minutos estoy contigo.

Salí en mi coche rumbo a su departamento, pase primero a una tienda de vinos a compra alguno, pues sabía que nuestro encuentro terminaría con mucha pasión. Al tocar su puerta me abrió completamente desnuda, casi se me cae la botella de las manos.

Lauren: me estabas esperando a mi u otra persona.

Renata-por supuesto que a ti tontita.

Lauren: y si no hubiera sido yo, te habrían visto en pelotas. Renata-pero no fue así y por tu cara puede decir que te gusto lo que viste.

Me jalo hacia el interior del lugar y nos comenzamos a besar con desesperación sus besos cargados de lujuria, me embriagaban hasta hacerme perder la cordura, rápidamente me bajo el cierre del vestido que llevaba puesto y comenzó a tocar mis nalgas con ambas manos, me enterraba las unas casi a punto de cortarme la piel, con una de sus manos se introdujo en mi humedad penetrándome con dos dedos, sin dejar de besarme, deje Salí un profundo gemido de placer al sentirme completamente poseída por ella que no dejaba de besarme apasionadamente, mientras que con una mano me embestía ferozmente con la otra apretaba mis erectos pezones hasta ponerlos rojo, era la perfecta mescla de dolor y placer. Ahí estábamos las dos, yo recargada sobre la pared y ella enfrente mi embistiéndome una y otra vez hasta que mis gritos de placer estallaron en un orgasmo espectacular, metido sus manos en mi boca para que pudiera probar mi propio sabor, esta sensación me excito casi al instante.

Renata-jajá quieres más mi amor. Me dijo al oído mientras acariciaba mi cintura.

Lauren: vamos a tu recamara. Corrimos despavoridas hasta caer en su enorme cama-ahora me toca a mi hacerte sentir.

Renata-ok, te he dicho que te vez súper sensual solo con zapatillas.

es verdad estaba completamente desnuda lo único que no me había quitado eran las zapatillas.

Lauren: me las dejare solo para ti

fue lo último que dije antes de comenzar a besarla apasionadamente, y la penetre de manera inesperada con mi dedo amor haciendo que soltara un pequeño grito de placer, después introduje dos dedos más y empecé con una serie de embestidas mientras succionaba violentamente sus pezones, basto un par de minutos para que en mis dedos comenzara a sentir las contracciones de su vagina, su orgasmo estaba cerca, sin dudarlo con mi otra mano introduje dos dedos en su *******, lo que hizo que inmediatamente estallara en un orgasmo bañándome los dedos con sus jugos, los retire y dirigí a mi boca para saborear su sabor. Después de tanto tiempo aún me sorprendía que las mujeres supiéramos igual y a la vez tan distinto y único.

Renata-algo me dice que el teatro tendrá que esperar unos días más.

Mientras me volvía a besar, no se equivocaba, estuvimos disfrutando de nuestros cuerpos el resto de la tarde hasta que finalmente caímos desfallecidas una sobre la otra.