CAPITULO 26

3.9K 166 6
                                    

Después de seis meses de toda esta situación, decidí casarme con Renata no hubo nada organizado ni palabras románticas ni promesas por cumplir simplemente durante uno de las comidas en la cafetería de la empresa se lo propuse y ella acepto, mis padres pusieron el grito en el cielo pero cedieron al final al ver que yo estaba decidida así que lo hicimos un día lunes de septiembre las dos solas viajamos a España y contrajimos matrimonio con dos testigos que no conocíamos, la única feliz con todo esto era Renata que no se cansaba de atosigarme a todas horas, no hubo ni luna de miel ni noche de bodas porque en cuanto entramos a la habitación de un hotel al azar. Renata-Lauren mi amor a partir de ahora comenzamos una nueva vida, tu y yo solas.

Lauren: si claro, mañana viajaremos de vuelta a México justo a tiempo para que nos entreguen el departamento que compramos.

Decidí comprar un departamento nuevo porque me incomodaba la insistencia de Renata por vivir en el mío.

Renata-OK eso será mañana pero ahora vamos a celebrar. Me beso y sujeto mi cuello entre sus brazos.

Lauren: ahora no Renata, por favor. La hice a un lado y me tumbe a dormir en la cama, sentí como ella se acomodaba del otro lado de la cama insistiendo.

RENATA: por favor Lauren es nuestra noche de bodas, hay que estar juntas es la primera vez como esposas.

Lauren: ya duérmete Renata, hemos estado muchas veces juntas así que vamos a descansar.

Apague la luz, ante los reclamos de Renata ante mi poco compromiso hacia la relación, hasta que se dio por vencida y se voltio hacia el otro lado ignorándome, yo fingía dormir pero en realidad estaba mordiendo la almohada para que mi llanto no se escuchara, pero las lágrimas escurrían sin control por mis mejillas; está tal vez sería mi noche de bodas con Camz y estaríamos en esos momentos haciendo el amor ,yo la amaba todavía y por siempre, porque ella no daba señales de vida, acaso el odio que me tiene por lo que le hice habrá matado el amor que tenía por mí, dios ayúdame a arrancarla de mi amor fue la súplica que hice antes de quedarme dormida.

Llevábamos un año de matrimonio, el cual había sido una tortura constante mi vida con Renata era un verdadero infierno, no hacía otra cosa que presionarme para que abandonara la empresa de mi padre y buscar trabajo en un lugar mucho mejor, que no fuera tan seguido a mi casa porque ya tenía una vida distinta, cuando me acompañaba a mi casa siempre terminaba fastidiándonos la comida a todos con algún comentario inoportuno, teníamos poco y pésimo sexo al menos para mí, que más que un placer era un trámite para que ella me dejara en paz por unos días.

Un día me desperté al escuchar que el timbre sonaba de manera insistente, abrí los ojos y me di cuenta que Renata no estaba en la cama, lo más seguro es que hubiera pasado la noche fuera tal vez con alguna chica, no le di importancia porque para mí no la tenía; me puse la bata de inmediato y me dirigí dando gritos hacia la puerta, quería ver de quien se trataba para reclamarle su falta de respeto por la hora y en domingo.

Al abrir la puerta me quedé de piedra se trataba de Sinu, pero algo había cambia en ella, ahora lucia triste, ya no tenía esa maldita mirada imponente ni desafiante ahora más bien su mirada se parecía mucho a la de mi madre, solo que apagada, hice una enorme mueca por su presencia.

Lauren: lárgate no quiero que me amargues el día con tu cara.

Sinu-por favor LAUREN te imploro que te apiades de mí, por favor dime en donde puedo encontrar a Camz.

Le di la espalda y deje la puerta abierta para que ella decidiera si deseaba pasa, para mi sorpresa tuvo el descaro de hacerlo, por cortesía le indique que se sentara y yo hice lo mismo justo delante de ella.

La Niña que me Robo el Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora