CAPITULO 32

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Descocido-ya déjala en paz machorra, qué nosotros le vamos a hacer sentir lo que nunca podrás. Ignore el comentario y seguí a Camz, la tome por el brazos y la jale nuevamente y comencé a caminar, mi intención era Sacarla de ese sitio aunque fuera a la fuerza.

Camila: déjame Lauren, ya te mande al diablo muchas veces, dime que tengo que hacer para que desaparezcas de mi vida.

Lauren: nunca me voy a separar de ti, como te advertí voy a impedir que te vayas a la cama con cualquiera, aunque sea a la fuerza. Por suerte en su estado era fácil ganarle en fuerza física, así que apreté mucho más su brazo y comencé a caminar hacia la puerta del departamento, cuando me percate que sus amiguitos nos estaban siguiendo.

Desconocido-hey estúpida lesbiana, qué no has escuchado que ella dice que no quiere ir contigo.

Lauren: vete a la *******, desaparécete.

Desconocidos-si te animas, tal vez te hagamos el favor y hasta de cambies de bando.

Lauren: Camila vámonos de este al maldito departamento de una vez. Le grite para hacer que reaccionara ante la situación.

Desconocido 1-mira perrita, ya te dijo que no se va a ninguna otra parte que no sea a su recamara y en compañía de nosotros.

Desconocido-claro si que tu esta invitada, sirve que así te enseñamos lo que es bueno y dejas de andar tirándote a viejas como si fueras hombre.

Lauren: el problema no es con ustedes, así que no se metan en lo que no les importa. Siempre he preferido dar oídos sordos a esta clase de insultos.

Desconocido 1-pues claro que es nuestro problema, porque estas arruinando mi noche.

Lauren: esto es problema de dos, Camila y yo, así que ustedes sobran; tienen un minuto antes de que llame a la seguridad del edificio. Me hacer a una de la sala y tome el teléfono. Comencé a llamar, aunque en realidad no sabía ni a quien había marcado, los tipos supongo entre tanto alcohol les quedaba algo de cordura porque entre insultos y señas obscenas salieron del departamento, aunque uno de ellos antes de salir menciono "jajajajaj nunca podrás llenarla tanto como un hombre, lesbiana de *******"

Camila: aquí la única que sobras eres tú, así que lárgate de una vez; o es que acaso quieres aceptar la invitación de mis amigos, si quieres puedes ir con nosotros a la recamara. Entre todo este alboroto que se había armado, todavía tenía tiempo para ser sarcástica.

Lauren: cállate o no respondo. Ya mi paciencia había llegado al límite, porque si Camila veía todo lo que hacía por ella, disfrutaba lastimándome.

Camila: jajajajaj es eso verdad, tengo dos teorías te mueres por tenerme en la misma cama que tu aunque sea compartiéndome o no me digas que quieres volver a sentir lo que es un hombre por

Lauren: le di una bofetada con tal fuerza que vi cómo se tambaleaba-es la última vez que me dices una estupidez como esa. Esta vez no me arrepentí de haberla golpeado.

Camila: maldita, no vuelvas a ponerme una mano encima, te dolió lo que te dijo antes de irse verdad, TÚ NUNCA podrás hacerme sentir lo que ellos, no hay punto de compa. La palma de mi mano se estampo nuevamente contra la mejilla de Camila , dejando un color tremendamente rojo; estaba furiosa.

Lauren: no vas a volver a humillarme jamás. Nuevamente la tome por el pelo, pero esta vez la lleve a empujones hacia la recamara, la tire sobre la cama.

Camila: que te pasa estúpida, lárgate de aquí.

Lauren: voy a demostrarte que no necesito ser hombre para darte placer. Mi mente estaba confundida, ya no alcanzaba a ver que hacia ni a razonar, me había golpeado el orgullo una y otra vez, hasta el punto de quiebre. Rápidamente me quite el suéter y la blusa, el pantalón no me di cuenta en que momento había abandonado mi cuerpo y camine hacia la cama.

Camila: déjame en Paz. No me importo su cara de espanto cuando vio que hablaba enserio. Camila intento pararse de la cama, pero tire de su brazo hacia mí y le estampe mis labios contra los suyos, pero esta vez no hubo ternura, invadía su boca con desenfreno, mordiéndole casi la lengua.

Camila: por favor no-con la poca fuerza que su estado le permitía tener, intento zafarse de mí sin conseguirlo.

Lauren: ahora soy yo a la que no le importa escucharte. Le enterré las uñas en el cuello y nuevamente la bese forzándola a abrir la boca, ella luchaba rasguñándome las mejillas para aceme ceder; logre encontrar el cierre de su vestido y lo baje de un solo intento, la avente sobre el colchón y le di un tremendo jalón al vestido que resbalo sin dificultad por sus piernas. Dios parecía un ángel o una diosa, mejor dicho, su cuerpo era monumental, sorprendentemente bella, esto aumento mucho más mi deseo hasta la locura, me tire encima de ella, el que estuviera en mis cinco sentidos hacia que la superara en fuerza.

Camila: por favor no, por favor.

Sus manos me arañaban las costillas como defensa, mientras yo le mordía el cuello y bajaba con desenfreno a sus pecho, los libere del brassier y sin perder tiempo me dedique a probar nuevamente su sabor, los succionaba con todas la fuerzas de mi alma y los mordía cuando sentía que ella me golpeaba, deje un rastro enorme de salía en ambos. Me puse de rodillas y le quite sus bragas y las mías cayeron junto a las de ellas.

Camila: basta, te los suplico, detente, por favor así no.

Abrí violentamente sus piernas y me coloque entre ellas, mi cuerpo se convulsiono cuando sentí el roce de nuestros sexos y comencé con estrepitosas embestidas mientras mi boca se divertía salvajemente con sus senos, no cedí ante ninguna de sus suplicas; me detuve cuando sentí como su cuerpo se tensaba por completo y sus uñas se enterraban en mi espalda, había llegado al clímax; me encontraba completamente empapada en sudor, me puse de rodillas y mi lengua se perdió en su entrepierna, su sabor seguía siendo el mismo de siempre, me embriagaba, sujete sus piernas cuando sentí que ella tiraba de mi pelo para zafarse, estuve disfrutando de su sabor, de su humedad hasta que escuche como daba un enorme grito para después dejar salir una enorme cantidad de jugos de su vagina, estaba ansiosa por saborearlos pero me contuve, subí sobre su cuerpo, mordí nuevamente su cuello y la mire a los ojos, sus hermosos ojos lucían diferentes, pero no me importo, nuevamente baje hacia sus pechos y sin ninguna compasión los mordía ferozmente, escuchaba encima de mi cabeza como ella gritaba de dolor mientras me suplicaba que parara, mi mano bajo hacia su entrepierna y de un solo golpe hundí tres dedos hasta el fondo, escuche como lloraba creo que de dolor, no lo sé, comencé un mete y saca a mil revoluciones, quería escuchar y sentir como terminaba en mi mano; después de unos minutos vi arquearse su espalda de manera violenta y mi mano se mojó por los líquidos que salían de ella. Retire mi mano, levante la cabeza con toda la intención de darle un beso, pero ver su cara llena de lágrimas me lo impidió; solo hasta ese momento tome conciencia de lo que acababa de hacer, quise abrazarla pero vi sus hermosos pechos cubiertos por mi saliva completamente rojos; la vista se me nublo, me senté sobre la cama mientras ella adoptaba una posición fetal, las dos estábamos llorando, pasaron no sé cuantos minutos mientras un silencio invadía la habitación, hasta que quise romper este tormentoso momento.

La Niña que me Robo el Corazón Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz