CAPITULO 23

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Salí de ese maldito lugar furiosa, no podía creer que esto estuviera pasando, definitivamente mi mundo se estaba comenzando a caer por un lado sus malditas amenazas, lo que más me dolía era la traición de mi familia, si mi padre estaba enterado es casi seguro que mi madre también y lo apoyara.

Pasé la mañana pensando la manera de decirle a Camz lo loca que se encontraba su madre, fui a la empresa solo para recibir un portazo en la cara por parte de mi padre, quien no sé, si por vergüenza o coraje, ni siquiera se atrevía a darme la cara, fui a recoger a Camz a su colegio como ya se estaba haciendo costumbre y pasamos a comer a un lugar que a ella le fascinaba, no sabía cómo abordar el tema ni tampoco si me creería; hasta el día no hoy no sé por qué estúpidamente, no me atreví a decírselo; durante la comida conversamos sobre cualquier tema, ella como siempre ingenua o incapaz de ver la clase de madre que tenía no hacia otra cosa que hablar sobre la felicidad que nos esperaba para un futuro en nuestra relación, le seguí la corriente en parte porque me encantaba verla en ese papel de pequeña niña planeando sus futuras travesuras pero principalmente porque según yo ni siquiera alguien como Sinu sería capaz de poner en marcha sus amenazas, perro que ladra no muerde.

Subimos a mi automóvil y como siempre el parque era el paso obligatorio para llegar hasta su casa, no recuerdo haber visto en ningún momento el auto, cuándo reaccione ya se había colocado delante del mío para obligarme a frenar, para mí todo sucedió tan rápido, eran cuatro sujetos dos de cada lado del auto, apuntando con pistolas, era un asalto obvio, nos hicieron bajar, Camz estaba aterrada envuelta en lágrimas, al igual que yo, pero intente no demostrarlo por ella, les di las llaves del auto, mi bolso y su mochila se quedaron en el auto, uno de los tipos los tomo.

Ladrón-tienes hasta mañana para darle tu respuesta.

Recordé la amenaza de Sinu, fue tan rápido que solo recuerdo haber escuchado un grito de Camz para cuando volteé a verla, ya estaba tirada en el piso y los desgraciados le estaban golpeando de una manera más que salvaje, fueron apenas unos segundos que sentí eternos, cuando quise correr para impedir que siguieran solo sentí un terrible golpe en el estómago que me hiso perder el aire por completo para caer al piso intente pararme pero uno de ellos apuntándome con la pistola en la cabeza corto cartucho; jamás en toda mi existencia he sentido tanta impotencia como ese día que me obligaron a ver prácticamente como la mataban a golpes hasta que ahogada en lágrimas les suplique que paran, entre risas uno de ellos me arrojo mi celular al piso, se llevaron mi auto y desaparecieron de la misma manera en que llegaron. No sé cómo ni cuando llego la ambulancia, mientras llegábamos Al hospital solo miraba a Camz con el uniforme sucio por la sangre y ella completamente inconsciente, como dormida; para mi maldita mala suerte cuando llegamos al hospital Sinu ya estaba en el lugar, era más que obvio lo que había pasado, quise matarla en ese momento pero mi angustia por Camz me lo impidió, fueron los 45 minutos más eternos de mi vida, caminar de un extremo a otro en esa maldita sala de espera con la mirada de Sinu sobre mí, cuando por fin salió el medico mi amor latió nuevamente, mi niña tenía el brazo izquierdo roto en dos partes, golpes por todo el cuerpo pero estaría bien.

Sinu-ahora mírame y dime que no estas dispuesta a dejar en paz a mi hija. Su maldito tono sarcástico.

Lauren: maldita desgracia, casi matas a tu propia hija, estás loca, ni siquiera una perra se compara contigo.

Sinu-gracias, y me alegra que tengas claro que como yo no hay dos, te dije que no importaba tirar un poco de mi propia sangre.

Lauren: te salió mal la jugada, ella está bien y yo voy a estar a su lado, ya te dije que te vayas mucho a la fregada.

Sinu-jajajajaj, está bien porque así lo quise, pero imagínate que en vez de un brazo roto la siguiente vez sean las costillas o las dos piernas.

Lauren: no puedes hablar enserio.

Sinu-me pregunto, cuantas veces estas dispuesta a ver como matan a golpes a mi hija frente a tus ojos tres, cinco hasta que, claro un día ya no sean solo huesos rotos.

Lauren: no serias capaz de volverlo hacer, maldición te suplico que entiendas que la amo. Estaba a punto de llorar pero no quería darle ese gusto.

Sinu-llego el momento de que me demuestres que tan verdadero es ese amor, alejándote de ella por las buenas o como ya viste a la mala. Si, en ese momento el piso se abrió y caí hasta un hoyo del cual tardaría años en salir, recordé todo el dolor y la impotencia de ver como la golpeaban frente a mí, recordé los gritos de dolor de mi niña, respire lo más hondo que pude, para que el oxígeno entrara en cada parte de mi cuerpo y no solo en mis pulmones.

Lauren: tú ganas, me desaparezco de su vida. Ahora si mis lágrimas corrían a lo largo de mi cara.

Sinu-tienes dos semanas, es un gusto hacer tratos contigo. La desgraciada disfrutaba todo esto se le notaba

La Niña que me Robo el Corazón Where stories live. Discover now