CAPITULO 31

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Disfrute la canción con los ojos cerrados, recargada sobre el asiento de mi auto, no me importaba nada que hubiera asado en nuestras vidas, lo importante era lo que sentíamos cuando estábamos juntas, la canción termino escuche algunos comentarios de mi amigo por la radio, paso una canción más hasta que nuevamente la voz de mi amigo hablo, bueno chicos tenemos una respuesta para Lauren, amiga te dedican esta canción con una dedicatoria que dice "tus segundos a mi lado se acabaron, ahora debes buscar a la siguiente" permanecí con los ojos cerrados y mi cuerpo se aflojo por completo, nuevamente me devolvía mis propias palabras y comenzó la peor canción de mi vida.

"Y tú que te creías el rey del todo el mundo y tú que nunca fuiste capaz de perdonar, y cruel y despiadado de todo te reías, hoy imploras cariño aunque sea por piedad, a donde a esta tu orgullo adonde está el coraje, porque Hoy que estas vencido mendigas caridad, ya ves que no es lo mismo amar que ser amado, hoy que estas acabado que lastima me das, maldito amor me alegro que ahora sufras, que llores y te humilles ante este gran amor, la vida es la ruleta en que apostamos todos, y a ti te había tocado no más la de ganar, pero hoy tu buena suerte la espalda te ha volteado, fallaste amor, no vuelvas a apostar, maldito amor me alegro que ahora sufras que llores y te humilles ante este gran amor."

Las lágrimas salían de mis ojos, recorriendo toda mi cara, no quería abrir los ojos, después de haber escuchado la canción de Camila , mi amor que se venía rompiendo desde días anteriores estallo en mil pedazos, como era posible que un amor tan grande como el que sentía por ella, no tuviera la oportunidad de verse realizado, nuestras vidas se habían separado lo suficiente como para conseguir solamente el olvido; ahí estaba dentro de mi coche en la puerta de entrada de su edificio, ella estaba a metros de distancia de mí y sin embargo ya no había nada que decir, ni siquiera el hice el intento de limpiar mis lágrimas, tal vez y solo tal vez, solo esas lagrimas podrían borrar todo mi amor por ella, el sueño y la desesperación me venció

Vaya si que el sueño me venció por completo, solo desperté cuando mi cuerpo comenzó a estremecerse por el frio que hacía, no quería abrir los ojos, lo único que deseaba era que el tiempo marchara a prisa hasta el momento en que yo lograra a borrarla de mi mente, sentí que alguien me observaba, lo más seguro es que se tratara de alguien que pasaba junto a mi auto, tal vez estaba mal estacionada, con los ojos cerrados recordé todo lo sucedido esa día, como fue que todo esto había terminado de esa manera, todavía me encontraba a fuera del edificio; todavía podía sentirme observada, lo único que me faltaba es que fuera un asaltante o algo parecido así que con todo el esfuerzo de que era capaz abrí de un solo golpe los ojos, mi respiración se hiso lenta en un segundo cuando mis ojos chocaron de frente con sus hermosos ojos chocolates, fueron segundos que parecieron minutos.

Se trataba de Camila , que por cierto iba saliendo en su auto, sin saber por qué estaba estacionado justo delante del mío, ella solo me miraba, puede ver como respiraba profundo y arranco el auto con dirección al centro de la ciudad, tuve el instinto de arrancar mi auto para ir de tras de ella pero no lo hice, me dedique a observar como las luces de su auto se perdían a lo lejos-ya no mi amor, ya no te voy a perseguir, creo que hoy por fin entendí que lo nuestro se acabó-estaba hablando conmigo misma, este día por fin había aceptado mi realidad, perdí el amor por no luchar cuando era necesario para conservarlo; tome el suéter que estaba en el asiento trasero y me lo coloque, pensaba ir a mi departamento pero si estaba dispuesta a cerrar esta etapa de mi vida, lo haría en su totalidad, esperaría a que Camila regresara para hablar con ella tranquila, sin peleas ni reproches.

Me dedique a escuchar la radio, quise hablar con alguien sobre todo lo que me había ocurrido, pero para mí mala suerte, llamé a mi mama y la chica de servicio me dijo que había salido a cenar con mi padre, seguro era una de sus tantas escapadas, dinah y many ni siquiera contestaban el celular lo más seguro es que estuvieran ocupadas, la única que me acepto la llamada fue mi chaparra hermosa, estuve hablando con mi hermana cerca de hora y media sobre todo lo acontecido, ella escuchaba atenta cada detalle, por momentos las lágrimas escapaban de mis ojos, mientras mi hermana trataba de pedirme que no me diera por vencida "Camila jamás habla de lo que sucedió, es un tema que todavía le duele en el amor, estoy segura que aun siente algo por ti, lucha por ganarte su amor", lo único que ella es capaz de sentir por mí es odio ya se me olvido todas las veces que me lo ha gritado a la cara, estoy cansada hermanita, "Lauren por favor tu sabes cuánto las quiero a ambas es hora de que decidan que es más fuerte, el orgullo o el amor" ,termine la conversación con mi hermana y pase media hora más aburriéndome en el auto, afuera era evidente que hacia un frio del demonio veía pasar a las personas muy abrigadas.

Vi el auto de Camila y como era costumbre en todo este tiempo mi amor se comenzaba a partir cuando me percate que no venía sola, traía la música a todo volumen y era tal el alboroto que a pesar de la música se escuchaban los gritos de los pasajeros y de pronto un celular salió volando por la ventana y fue a dar cerca de la caseta de vigilancia del edificio que para ese momento estaba vacía; vi como Camila bajaba del asiento del piloto a simple vista borracha y se dirigía entre risas a levantar su teléfono, detrás de Camila bajaron un par de chicos en las mismas condiciones que ella y la siguieron, cuando Camila se agacho a tomar su celular de la banqueta uno de los tipos la tomo de la cintura y pego su entrepierna al trasero de Camila , cerré los ojos para no ver, aunque claro mis lágrimas a estas alturas no me lo permitieron obligándome a observar; Camila se recargo provocadoramente sobre el cuerpo del tipo que la sujeto y el otro aprovecho esto para colocarse delante de ella y comenzar a besarla desesperadamente, mientras el otro tipo le tocaba las piernas, ahí estaba mi amor en medio de esos asquerosos que la tocaban con desesperación gracias a que ella estaba tan borracha como para impedírselo, los vi desaparecer por las puertas del edificio, dios de que se trataba esto, acaso era una prueba para ver esta donde podía llegar mi amor por ella.

La veía en su cama haciendo el amor con alguno de esos idiotas, maldición tal vez con ambos, esto es demasiado, todo mi dolor se trasformó en una tremendo coraje que jale el volante con toda la intención de arrancarlo sin conseguirlo, no supe como Salí del auto, en un momento estaba observando todo y al siguiente estaba a escasos dos pasos de la puerta de su departamento, olvidaron cerrar la puerta (gracias destino) entre y no me fue difícil ubicar la recamara, pues sus carcajadas se escuchaban en todo el lugar, ni siquiera observe el lugar simplemente entre y estaba Camila besándose con uno de ellos mientras el otro esperaba atento cualquier indicación para entrar a la función, no iba a permitir que se humillara un segundo más.

Lauren: me puedes explicar qué demonios haces-. Fue tanta mi furia que la tome con fuerza del pelo y la jale hasta que llegamos a la sala, gracias a que estaba ebria tardó en reaccionar ante los que estaba sucediendo, cuando por fin lo hiso se detuvo en seco y logro darme un golpe en la mano que me obligo a soltarla.

Camila: que te pasa-. Estaba tan sorprendida que fue lo único que alcanzo a articular.

Lauren: que te pasa a ti, estas consiente de lo que estabas a punto de hacer, acaso no te sientes sucia de hacer este tipo de cosas, tan solo mírate.

Camila: que fregados haces aquí todavía, acaso eres el nuevo vigilante; déjame en paz, yo con mi vida hago lo que se me viene en gana. Creo que por el alcohol estaba gritando como loca.

Lauren: ya no mi amor, té advertí que no iba a permitir que te fueras a la cama con todos los que te topas en la calle.

Comenzó a caminar hacia donde estaban "sus amigos"; Los fulanos con los que venía en el auto estaban más que divertidos con el espectáculo, tal vez estaban tan borrachos o simplemente eran imbéciles, que comenzaron a decir cuanta estupidez se les ocurría.

La Niña que me Robo el Corazón Where stories live. Discover now