CAPITULO 36

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Eso si no sin antes prometer que no dirían nada de nosotras a nuestras familias; ese viaje fue indescriptible Camz me mostro el departamento en el cual vivía y a pesar de su insistencia decidí permanecer en el hotel, pasábamos el día en la playa o en algún pueblo cercano siempre en habitaciones separadas, viendo alguna película en su departamento con palomitas, yendo a patinar a uno de los parques más preciosos que he visto, disfrutando de una obra de teatro y a pesar de la renuencia de ella algún concierto de música clásica ,pasamos un mes increíble disfrutando plenamente de nuestro amor, cada instante, me hacía falta tiempo para besarla, para contemplarla, para llenar cada poro de piel con su amor con su calor; cada vez que la besaba sentía estallar el deseo en mi cuerpo, la deseaba cada segundo, tenía que prácticamente apretar los puños para controlar mis ansias por ella, a Camz parecía ocurrirle lo mismo porque sus besos me lo indicaban, sus besos eran tan Laurens pero cada instante que pasaba se convertían en un grito de deseo y lujuria desesperados, pegaba su cuerpo al mío, para trasmitirme la ansiedad de sus caricias ignorando que mi cuerpo se encontraba mucho más ardiente que el suyo, a pesar de esto, yo me había propuesto que el hecho de volverla a tener entre mis brazos tendría que ser en el lugar y el momento indicado y, yo sabía cuál era.

Regresamos a México, a ambas nos temblaban las piernas al momento de bajar del avión, yo había hablado a mi casa para avisar que regresaba, así que mis padres seguramente me darían la sorpresa de estar esperándome (es una vieja tradición familiar, no importa la edad que teníamos, mis padres siempre estaban ahí para recibirnos);después de insistir de manera desesperada logre que Camila aceptara hablar con su madre nuevamente así que le informo que viajaría para verla y lo más probable era que también estuviera esperándola; cuando llegue a la sala de espera sonreí al ver que mis padres me esperaban con un bello ramo de Lili's mis favoritas, corrí hacia ellos.

Michael: lau mi amor, bienvenida.

Clara: que tal tu viaje- Me recomiendas conocer la ciudad- Es bonita-.

Mi madre tan DULCE como siempre no hacía otra cosa que hacerme preguntas sobre el viaje.

Lauren: la mejor ciudad del mundo, tengo una sorpresa para ustedes. No hacía calor y mis manos sudaban. Por estar, con la atención fija en mí, no se habían percatado que Camila se había acercado a nosotros apenas unos segundos antes, me tomo de la mano y con su hermosa sonrisa de siempre.

Camila: hola suegros, espero y les guste que la sorpresa sea yo. La verdad es que no sabía que palabras iba a usar para estos momentos, pero cuando la escuche decir "suegros" creo que mis piernas se convirtieron en gelatina; eso significaba que ella tenía planes a futuro, quería compartir su vida a mi lado, al menos eso entendí.

Michael: la mejor de las sorpresas, hija mía, la mejor.

Mi padre me sorprendía una vez más con comportamiento, el que alguna vez había sido capaz de destruir mi vida, ahora estaba feliz con mi decisión.

Clara: por fin, por fin, después de tanto tiempo y tantos problemas, están unidas, como siempre debió ser.

Hay mi madre, porque no me sorprendía que estuviera llorando.

Estuvimos charlando algunos minutos, sobre como habíamos logrado encontrarnos y nos reímos, de saber que todo había sido gracias a la ocurrente de dinah y claro a uno de sus dedos rotos; después de algunos minutos pude ver que Sinu se acercaba a nosotras con cara de what, le toque suavemente el hombro para indicarle que su madre está ahí, cuando por fin llego, después de saludar a mis padres y dirigirme una mirada de incomprensión.

Sinu-mi amor, tengo tantas ganas de hablar contigo, puedo darte un abrazo- Le extendió los brazos casi suplicándole.

Camila: respiro profundamente-por supuesto mama, no solo uno, todos los que quieras. Se abrazaron tan DULCEmente que sentí que el sentimiento me traicionaba, sabía que a pesar de todo, para ella su madre significaba demasiado.

Cuando por fin concluyeron, Camz volvió a mi lado y nuevamente me tomo la mano.

Camila: madre solo quiero decirte una cosa, ella, - alzo nuestras manos unidas-es la mujer que quiero, la persona que deseo tener a mi lado siempre, espero que puedas aceptar y respetar mi decisión; porque si no es así prefiero que te alejes de mi vida para siempre.

Esa era mi mujer, que hembra, sus palabras sonaron fuerte y claro, que hasta mis padres se mostraron sorprendidos con esta nueva faceta de Camz, ya no se trataba de la bella e inocente niña con uniforme, ahora era una mujer en toda la extensión de la palabra, fuerte, aguerrida, a la cual no se le movió ni un musculo para halarle en ese tono a su madre.

Sinu-es tu vida, tú decisión, hare lo posible para aceptarlo y te aseguro que sabré mantenerme al margen. No sonaba la más feliz con la noticia pero cumpliría con su palabra.

Por primera vez; ignorando que serían muchas más en el futuro; comimos todos juntos en un restaurant de Sinu, compartiendo algunas anécdotas sobre nuestro viaje, sobre algunas navidades y momentos especiales tanto de mi familia como personales, Sinu nos sorprendió a todos al contar algunos de los recuerdos que tenía sobre Camz, parecía tener una memoria formidable, era tan precisa en sus recuerdos que por instantes me parecía ver a mi amorcito cuando era una cría.

Después de disfrutar de una excelente comida decidimos ir a dejar nuestro equipaje, acompañe a Camz a su departamento a dejar su equipaje, aunque para no subir me disculpe con ella diciendo que estaba muy cansada, así que esperaría en el auto, recibí el mensaje de Sara "hice mi mejor esfuerzo, así que si no te gusta pues te jodes, ok".

Me moría por llegar a mi departamento sabía que tanto Camz como yo estábamos esperando estar las dos solas y cerca de una cama, que si esto no pasaba rápido, alguna de las dos tarde o temprano saltaría sobre la otra para hacerle el amor, sonreí al imaginarme a mi niña abalanzándose sobre mí, como una ráfaga volvió a mi mente el recuerdo de la última vez en que estuve en el departamento con Camz, que desgraciada había sido, pero juro que antes me corto las manos que volver a forzar a la mujer que quiero. Ni siquiera supe cuánto tiempo había pasado, cuando reaccioné Camz se estaba subiendo nuevamente al auto, dedicándome una de sus mejores sonrisas.

Camila: tarde mucho- Espero que no te hayas aburrido mucho mi amor.

me dio un pequeño beso en los labios.

Lauren: estaba recordando algunas cosas. Eso era pasado, ahora todo sería diferente.

Camz no me dijo nada, estaba segura que sabía perfectamente a que me refería y e parte agradecí su silencio, ya habíamos hablado muchas veces de eso y las cuantas habían quedado saldadas, pero eso no significaba que no lastimara al recordarlo. Durante todo el camino preferimos hablar de mil tonterías, a estas alturas mi madre ya les había informado la última noticia a todos, así que decidimos apagar los teléfonos porque seguramente no tardarían en comenzar a sonar. Llegamos a mi departamento cerca de las ocho de la noche, mientras jalábamos las maletas para subirlas al elevador, yo no dejaba de recriminarme esa maldita manía mía, siempre salía con una maleta y regresaba con más de dos, Camz solo se dedicaba observarme con una sonrisa burlona.

Lauren: te ríes conmigo o de mí. Trate de poner mi cara de molestia, pero era imposible con ella cerca.

Camila: tu sobrasase acerco y deposito un beso sobre mi cuello que me movió hasta el piso.

Lauren: el que solo se ríe de sus diabluras se acuerda. La abrace para que no se apartara de mí.

Camila: de las diabluras que hare mejor dicho, esta vez fue más atrevida, sus manos que estaban en mis caderas bajaron hasta mis nalgas

Lauren: madre mía. Su caricia me hizo temblar que hasta brinque de los nervios. La solté para recargarme en el elevador, sonrió tan dulcemente que sentía que la amaba más, se acercó y sus manos me tomaron por el cuello y el resto de su cuerpo se recargo sobre el mío, no dejaba de asombrarme, como es que había pasado en un segundo de ser la mujer más sensual para convertirse en una tan Lauren que parecía que se podría romper.

Lauren: sabes que pasara cuando lleguemos a mi departamento-.Le hable con todo el amor que sentía en mi amor, mientras le acariciaba dulcemente la espalda.

Camila: haremos el amor. me respondió con la misma suavidad sin romper el abrazo.

La Niña que me Robo el Corazón Where stories live. Discover now