La Niña que me Robo el Corazón

CAPITULO 10

Llegue casa completamente feliz, no lo podía creer ella estaba conmigo, ya tenía novia la mejor de todas, quería despertar a todos los de la familia para gritarles mi felicidad.

Toque en la recamara de mi hermana, después de varios toques me abrió más dormida que despierta, me abalance sobre ella, la cargue de la felicidad.

Lauren: chaparra soy feliz, muy feliz.es lo único que me salía de la boca

Taylor-que demonios te pasa, ya te fijaste la hora que es, bájeme loca.

Lauren: estuve con ella hermanita, me arriesgué y ella me dijo que si, ya tienes cuñada. La solté y me senté sobre la cama.

Taylor-queeeeeeeeeee-- Dio un grito tan alto que de no tener la puerta cerrada hubiera despertado a todo el mundo.

Lauren: shsshshsh cállate loca, estuve con Camz, en pocas palabras ella ya es mi novia, pero nadie puede saberlo, excepto tú.

Taylor-hermana felicidades-ahora era ella quien se aventaba sobre mí para felicitarme.

Lauren: dame su número de celular que con todo lo que paso, se me olvido pedírselo.

Taylor-si claro, déjame y encuentro el celular, hermana ahora has las cosas bien, por favor no te equivoques ella es mi amiga.

Me dio su celular y me indico cual era el número. Lauren: si claro no te preocupes, la quiero y es enserio-apunté el número y me despedí de mi hermana-mañana te termino de contar.

No sabía si dormir para soñarla o seguir pensando en ella el resto de la noche; El sueño me venció pensando en ella, escuche que alguien tocaba a mi puerta abrí los ojos solo para darme cuenta que el sol ya entraba por la ventana, realmente había dormido de maravilla, pero ya era tarde; era el mejor despertar que hubiera tenido en mucho tiempo lo primero que hice fue intentar llamarle por teléfono pero al revisar la pantalla de mi celular pude ver que tenía un mensaje de ella al leerlo mi sonrisa se hizo más grande, si es que eso era posible. Mensaje: buenos días amor mío, espero con ansias que ya sea la hora de salida, te parece si nos vemos, en el café que se encuentra a la vuelta de la escuela contéstame si amor, besos.

Ella era mi novia, por fin estaría a su lado y nada me impediría disfrutar de ella solo tenía miedo de una sola cosa, de llegar a equivocarme en mi proceder con ella, la quería eso lo tenía bastante claro era mi florecita, pero tenía que aprender a contener mis deseos por ella pues a pesar de que estuviéramos juntas no debía de olvidar que ella era menor de edad.

La mañana se me paso volando en la oficina o seria que mis deseos por ella me hicieron apurar el ritmo de mis obligaciones que apenas eran las 12 del día y yo ya estaba lista para salir corriendo a verla, cuando entre en la cafería, busque la mesa que nos diera más privacidad y me dispuse a esperarla con una flor en la mano, no sé si sería verdad pero el tiempo me pareció eterno hasta que la vi entrar al lugar.

Camila: hola guapa, busco a la mujer de mi vida será que la conoces-. Fue lo primero que salió de su boca al momento de sentarse en la mesa.

Lauren: pues no creo conocerla, pero te aseguro que si me brindas una oportunidad yo podría intentarlo, te gustaría- - su cara tan angelical me enloquecía por completo.

Camila: espero que en verdad lo hagas, porque para mí lo eres ya-

Lauren: te has convertido en el centro de mi vida y junto con esta flor te hago la promesa de jamás lastimarte ni fallarte.

Puse la flor entre sus manos y junto con ella mi amor. Tomo la rosa entre sus manos y olio, cerrándome un ojo que me dejo ver lo mucho que le habría encantado, durante la comida reímos hablando de algunas locuras que habían sucedido en la fiesta de su cumpleaños y de lo feliz que le había hecho que por fin algo sucediera entre nosotras, pues me confesó que desde que me conoció se sintió inquieta ante mi presencia.