CAPITULO 24

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Ese tiempo fue un infierno tan placentero, durante la primera semana se recuperó en su casa en donde me tocaba visitarla, por fortuna su madre nunca estaba, así que nos pasábamos prácticamente todo el día en su habitación, hablando de todos los planes de boda, como sufría cada palabra que salía de su boca, veíamos películas hasta quedarnos dormidas o simplemente nos dedicábamos a jugar en la computadora o sus videojuegos; por fortuna cuando por fin puedo salir de su casa al primer lugar que me pidió que fuéramos fue mi departamento, en donde hicimos el amor cada uno de los siguientes días con ese maldito yeso que como estorbaba, pero era genial ella en la cama era única tan Lauren, tierna y pasional, a pesar de ser yo la "experta" nunca había sentido lo que en sus brazos experimentaba, el saber que me tendría que alejar de ella me hacía atesorar cada centímetro de su piel, el olor de su cuerpo, de su pelo, el sabor de sus labios en lo más profundo de mi amor; todo eso se quedó grabado en cada una de las almohadas y de las sabanas de mi cama, su aroma a flores de campo. Me tenía que alejar de Camz, pero estaba segura que irme lejos no sería la solución mi amor por ella me haría volver, si terminaba en buenos términos ella me buscaría y nuevamente mis sentimientos me ganarían haciéndola peligrar, la única solución que encontré fue como siempre, la más estúpida, era ella quien tenía que romper; y para eso trace un "plan" perfecto que nos alejaría para siempre, ella llegaría a mi departamento hasta alrededor de las 8 de la noche así que mi invitada llego a las 7:30,asi que antes de abrirle me mentalice sobre todo el dolor que vendría después.

Renata-cuando Camz me dijo que se iban a casar, no lo creí y ahora tú me llamas, y yo estoy dispuesta a darte la mejor de las despedidas que te hayas imaginado.

Lauren: después de lo que pase esta noche, promete que te vas a ir de mi vida para siempre, porque eso es lo que me has dicho. Recordándole lo sucedido El día de mi cumpleaños. Renata-eso te lo prometeré después de ver tu desempeño mi amor.

Me senté sobre el sofá y le extendí una de las copas que ya estaban servidas, la tomo pero la volvió a colocar en su lugar.

Lauren: vas a olvidar nuestra historia y no dirás nada, menos Camila: dios por favor valor.

Renata- tú sabes cómo mantenerme callada muy bien. Se sentó sobre mí y se levantó la blusa antes de besarme.

Lauren: estás loca, que demonios haces.

Reaccione como por instinto, me levante del sofá y le di la espalda. Renata-quiero lo que vine a buscar y tú también deseas si no por qué otra cosa me llamaste. No podía negar que Renata era una mujer bastante deseable, antes la pasión que sentía hacia ella casi me dominaba por completo hasta que conocí la pasión de Camz que en todos los aspectos era mejor, agite la cabeza para hacer desaparecer su recuerdo de mi mente; comencé a besar a Renata, su cuerpo era perfecto, sus senos eran magníficos con sabor único como siempre me lo habían parecido, pero la acariciaba con rabia, casi rasguñándola, no podía dejar de pensar en Camz, no estaba disfrutando estar con Renata se podría decir estaba como un serillo apagado, ella se percató y me voltio sobre la cama para colocarse encima de mí, rápidamente me quite la bata y el brassier y ella me ayudo con las pantis, me beso con fuerza que me mordió el labio inferior para que le permitiera la entrada a mi boca, poco a poco me fui perdiendo en el deseo que su cuerpo me brindaba, sentí como su mano se encontraba recorriendo mi clítoris, lo que me hizo reaccionar exhalando un breve quejido de placer, de inmediato ella me sonrió. Renata-siempre me ha encantado hacer el amor contigo. bajo su cabeza colocándola entre mis piernas y abriendo mis labios con sus dedos comenzó a chupar mi clítoris que se hinchaba en cada lengüetazo que ella le daba, sentí como uno de sus dedos se comenzaba a perder dentro de mi vagina, mientras yo me tocaba con desesperación mis senos para lograr más placer, ella era una amante excepcional puesto que logro que tuviera un par de orgasmos en poco tiempo, ella tomaba con desesperación cada gota que salía de mí, la tome del pelo y la bese salvajemente.

La Niña que me Robo el Corazón Where stories live. Discover now