CAPITULO 35

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Lauren: hola, vengo a exigirte que cumplas con tu promesa. De todas las cosas que tenía que decir, se me salieron las más estúpidas.

Camila: Lauren-. Dios hubiera querido tener una cámara, la cara de sorpresa que tenía es indescriptible.

Lauren: buenas noches, quería saber cómo has estado, pero veo que mejor de lo que me imaginaba.

Dirigí mi mirada hacia su acompañante, yo siempre había sido demasiado buena para hablar, pero tratándose de ella simplemente me dejaba llevar por los sentimientos, en este caso los celos. La mujer se sintió evidentemente incomoda, miro nuevamente a Camila , le sonrió Dulcemente y tomo su bolsa levantándose de su lugar.

Desconocida-lo mejor es que me vaya, té veo mañana Camila .

Camila: discúlpame, mañana hablamos.

Lauren: creo que no hace falta que se vaya tu acompañante, porque creo que la que sobra aquí soy yo.

Desconocida-lo que hace falta es que ustedes hablen, con permiso, haaa y es un placer conocerte Lauren

.me dio una pequeña palmadita en el hombro y se marchó del lugar. Esa mujer me hablo con mucha amabilidad e insinuó conocer nuestros problemas, acaso Camila le había hablado de mí, de nosotras, me quede parada en ese sitio, la actitud de la mujer me había desconcertado.

Camila: no sabes, lo que para mí es verte, aunque acabas de correr a mi jefa. Sus ojos brillaban, me imagino que igual que los míos.

Lauren: es tu jefa-diablos, con mi actitud-contigo siempre me equivoco, y lo único que siempre he querido es poder estar contigo. Nos quedamos en completo silencio durante poco más de cinco minutos, parecía que la palabras que salieran de mi boca, podían arruinar este momento, el silencio era perfecto solo ella y yo sin peleas ni nada parecido; ella me miraba fijamente, parecía que estaba viendo mi alma, yo no podía verla de otra manera que no fuera con amor.

Camila: y ahora que hacemos- Por lo visto somos una vergüenza para hablar. Me miró fijamente a los ojos.

Lauren: como te dije quiero que cumplas la promesa de amarme cada segundo de tu vida, pero que lo hagas a mi lado, porque sé que tú me amas, igual que yo a ti.

Camila: te refieres a lo que paso el ultimo día que nos vimos, en el hospital.

Lauren: ese día escuche todo lo que decías pensando en que estaba dormida.

Camila: lo sé; como tres días después hable con tu hermana y me lo dijo, también me comento sobre tus deseos de dejar todo atrás, así que decidí respetar tu decisión y por eso me aleje.

Lauren: quería demostrarme a mí misma que podía vivir solo con tu recuerdo, pero

Camila: me cuesta creer, que estás aquí después de tanto tiempo, si hay cosas que yo dada por pérdidas, y una de esas, es que algún día tú y yo volviéramos a vernos.

Lauren: quería seguir a delante con mi vida, tú misma lo dijiste, nos hicimos tanto daño, hasta el punto de tener que separarnos para evitar destruirnos con nuestros actos o con los fantasmas del pasado.

Quería encontrar la oportunidad de hablar de ella, que había pasado con ella todo este tiempo.

Camila: cambiaste por completo tu vida, un nuevo trabajo, nuevo estilo de vida, han pasado que será cosa de 11 meses, entonces si lo conseguiste, lograste dejar el pasado atrás; dime Lauren lograste cerrar todas las heridas que te hice, eres feliz. Su tono de voz era tranquilo, sin ánimo de pelea, se podría decir que como un susurro.

Lauren: las heridas desaparecieron, hay días en que soy inmensamente feliz, son los días en que no hago otra cosa que pensarte, tienes razón paso bastante tiempo y a pesar de eso nunca pude dejar de amarte, fracasé en mi intento por olvidarte.

Sentía como mis ojos comenzaban a humedecerse por las lágrimas que trataba de contener, ella simplemente tenía la cabeza agachada, no sabía si me estaba oyendo o que ocurría con ella, me arme de valor y tome sus manos entre las mías, en ese momento alzo la cara, estaba con la cara cubierta por las grandes lagrimas que salían de sus ojos.

Camila: estaba resignada a vivir sin ti, solo con el recuerdo de tu amor y mírate estas aquí parada frente a mí, que no sé si es un sueño o una pesadilla que te hará desaparecer. Sus ojos lucían mucho más chocolate, bañados por sus lágrimas.

Lauren: ninguna de las dos, soy la realidad, tu realidad-tome su rostro entre mis manos para hacerla que escuchara cada palabra que salía de mis labios-y te amo, te amo mucho, con todo lo que soy.

Camila: te suplico, por favor dame la oportunidad de demostrarte que siento lo mismo que tú, que no ha pasado un solo día que no haya necesitado de ti.

Pego su cara con la mía como es que el pequeño roce de nuestras narices podía estremecerme tanto

Lauren: no quiero que te alejes de mí nunca, quiero tenerte a mi lado, junto a mí hasta que estemos viejitas. Deslice despacio mis manos por su espalda hasta que decidí que se detuvieran sobre su cintura me acerque lentamente, escuche el sonido de su respiración que se agitaba bajo su ropa y la bese delicadamente, Camz recibió mis labios y me permitió volver a sentir la suavidad de su piel, la sensación de su lengua era una caricia lenta y prolongada, lanzando mi amor a las nubes.

Camila: te quiero mi amor. Me dijo apenas como un murmuro. Nuevamente pego sus labios a los míos y sacó la punta de su lengua y la pasó por mi labio indulior, envolviendo mi boca con un beso increíblemente apasionado pase mis brazos hacia su cuello y la acerque hasta sentir como su cuerpo se pegaba al mío; el beso se volvía cada instante más intenso no era lujuria, eran deseos de recuperar a través de ese contacto cada instante que la vida y el destino nos había negado.

Nos besábamos con amor, con pasión, con ternura, deseo eran tantos sentimientos y tan pocos besos, que si por mí fuera todavía seguiría en ese puente besándola, pero nos separamos cuando un carro paso y los chicos que iban dentro nos silbaban desesperados.

Camila: creo que estamos dando un buen espectáculo. Sonrió sin despegarse de mí ni un instante.

Lauren: no me importa, no los conozco.

Le di un beso en la mejilla, mientras me separaba de ella. Tome asiento en el mismo sitio de su amiga y le indique que tomara asiento a mi lado, ahí estamos las dos sentadas sobre los escalones de un puente, en la noche, en una ciudad que se había convertido en un nuevo comienzo en nuestras vidas ,con las manos tomadas y hablando, en ese sitio hablamos de todo lo que nos había sucedido en nuestras vidas desde el momento en que su madre había separado nuestros caminos, hablamos de cómo yo sufrí un verdadero infierno estando encerrada en una cárcel, ella se debatía en el infierno de las drogas, cuando yo me aferraba a una relación con Renata como mi única tabla de salvación, ella tuvo la fortuna de conocer a una chica que le había enseñado que "no importa que tanto hallas dañado tu cuerpo, mientras no toques tu alma y puedas amar, siempre podrás ver hacia adelante", cuando yo triunfaba profesionalmente y lograba deshacerme de Renata seguía por seguir pensando en ella, Camila lograba conseguir un trabajo y cumplir su sueño de estudiar una carrera su amor por mí lo que le impidió aceptar la petición de matrimonio de esa chica, mientras me hacía creer que se vendía al primero yo no hacía otra cosa que insultarla y creer que sería capaz de caer tan bajo, lloramos juntas al saber las situaciones por las que ambas habíamos atravesamos, solo para darnos cuenta que el destino puso a prueba nuestro amor no solo con el tiempo sino ante situaciones verdaderamente graves, éramos personas completamente distintas pero tan iguales al momento de amar, ambas nos entregábamos completamente al recuerdo de la otra con la única esperanza de volver a estar frente a frente.

La sorpresa de normany al verme entrar al hospital en compañía de Camz casi hace que se la caiga la quijada al piso, dinah estallo en gritos y risas felicitándonos porque al fin habíamos logrado arreglar nuestros problemas; al día siguiente many prácticamente trepo a dinah en el avión para que ambas volvieran a nuestro querido México.

La Niña que me Robo el Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora