• 13 •

11.2K 946 221
                                    

Beso tras beso, el calor se hizo más y más intenso en el cuerpo de los chicos, y empezaban a sentir la falta de aire, por lo tanto, tuvieron que separarse.
Ambos se miraron sin saber que hacer o decir con sus respiraciones de lo más agitadas.
Las mejillas del peliazul estaban completamente rojas y sentía su corazón a punto de estallar.
Millones de mariposas revoloteaban en su estómago y no podía creer lo que acababa de pasar.
Había vuelto a probar esos labios... Esos adictivos labios...
Por su parte, el pelinegro creía que no había sido suficiente. Dos años sin probar esos carnosos labios había sido como una eternidad, y su sed no iba a calmarse con tanta facilidad, por lo tanto, cogió la cara del menor entre sus manos acercándose a sus labios con ansia y desenfreno juntándolos por fin una vez más.
El cantante quería corresponder, se moría por ello, pero Jungkook llegó a  su mente provocando que se separase poniendo sus manos en los hombros del rapero para apartarle también.

-Yoongi... Lo-Lo siento...

Sin decir más, se acercó a la puerta del baño con intención de irse, pero el mayor agarró su muñeca haciendo que se girase y ambos se miraron a los ojos.

-Jimin... Ven esta noche a mi casa... Creo que tenemos que hablar... Ya sabes dónde vivo...

Tras darle una penetrante mirada, el mayor soltó la muñeca de Jimin y este se le quedó mirando durante unos segundos para después salir a toda velocidad del baño.
Su corazón seguía latiendo con fuerza, sentía que había cometido el mayor pecado que existía; pues acababa de comerse la fruta prohibida... ¿Qué le diría a Jungkook? Es más, ¿Se lo diría? Probablemente no... ¿Y a Jin? A él sí, necesitaba su consejo, necesitaba bastante ayuda, pero lo primero de todo era meditar la decisión de si ir a casa del pelinegro o quedarse con Jungkook y hacer como si nada... Claro que eso le sería imposible, pues su mente se dispersaba constantemente con tan solo pensar en esos finos labios que atacaban los suyos con pasión.
Estaba volviendo a caer por Yoongi, y estaba seguro de que si Jungkook no hubiese atacado sus pensamientos, esos baños habrían presenciado algo más que unos cuantos apasionados besos, pues Jimin no podía negar que se dejaría llevar por el rapero hasta el fin del mundo si fuese necesario...

Sex Contract 2 • YoonminWhere stories live. Discover now