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Jimin ya había llegado a la casa de Yoongi, tras bajar del coche y quedar frente a la puerta, respiró hondo y decidió llamar al timbre.
Era algo tarde, pero sabía perfectamente que seguía despierto, pues podía ver luz a través de las ventanas, y efectivamente, no estaba dormido, pues a los pocos segundos, la puerta se abrió dejando ver al pelinegro en pijama y con el pelo algo desordenado, lo cual hizo reír levemente al cantante mientras que el contrario le miraba sorprendido por la visita.

-Vaya... ¿A qué se debe esta visita...? ¿Vienes borracho del concierto? -Preguntó arqueando las cejas provocando nuevamente la risa de Jimin.

-Qué va... Solo me apetecía venir a verte...

-¿Tú viniendo a verme voluntariamente...? Creo que sí estás borracho...

Ambos rieron de nuevo y el peliazul negó entrando a la casa como si fuese la suya propia. El rapero sonrió y cerró la puerta ayudando después al menor a quitarse el abrigo.

-Ha sido una noche muy ajetreada... Si quieres puedo contarte cómo ha ido.

-Bien, iré a por algo de beber.

Jimin asintió con una sonrisa y mientras que el pelinegro iba a la cocina, él se sentó en uno de los sofás soltando un suspiro.
No podía negar que cada vez le agradaba más la compañía del rapero, se sentía como en aquellos viejos tiempos, con la diferencia de que no eran pareja, y por alguna razón, eso le hizo sentir como si tuviese un vacío.

-Ya estoy.

La voz de Yoongi le sacó de sus pensamientos, y pudo ver cómo había traído unos refrescos y patatas fritas para luego acomodarse en el sofá a su lado.

-Gracias, Yoongi...

-No hay de qué, ahora cuéntame cómo ha ido, ya que has venido, tendré que escucharte... -Bromeó con una sonrisa ladina haciendo que Jimin riese levemente mientras negaba y luego cogía su refresco.

Tras eso, comenzó a explicarle todo al mayor con detalle estallando en risas más de una vez, Yoongi estaba constantemente sonriendo, pues le causaba demasiada ternura observar como los ojos de Jimin se cerraban cada vez que reía, y no podía negar que le echaba de menos, le echaba mucho de menos... Sentía un vacío desde que dejaron de decirse aquellos "te amo"...

Las horas pasaron hablando sobre temas triviales, y para cuándo quisieron darse cuenta, era de madrugada.

-Es tarde... Creo que debería irme...

-¿Tan tarde?

-Sí, Yoongi... Mañana tengo mucho trabajo...

-Y yo... Bueno, también tenemos que vernos para practicar...

-Claro, mañana hablamos...

Jimin sonrió con amabilidad y se levantó del sofá para después ir hacia la entrada y coger su abrigo.
Yoongi le siguió y una vez que el peliazul estuvo listo para irse, ambos se quedaron mirándose con una sonrisa en sus labios.
Estaban cerca, y el corazón del cantante se aceleraba.
Con nerviosismo, lamió sus labios y luego miró el pelo del contrario, el cual comenzó a peinar delicadamente con sus dedos provocando que el de ojos felinos sonriese con ternura sin poder evitar observar los labios del menor.
En cuanto este terminó de peinarle, volvieron a mirarse quedando en silencio durante unos segundos.

-Eras un gatito muy despeinado...

"Gatito"... Esa palabra le hizo recordar a Yoongi los viejos tiempos, así que sonrió nostálgico y acarició el hombro de Jimin, el cual también recordó aquellos momentos.

-Bueno, ahora tengo que irme... Buenas noches, Yoongi...

-Buenas noches... Gracias por venir...

Jimin sonrió y salió de la casa, aún así, ambos siguieron observándose, hasta que el peliazul se dio la vuelta dispuesto a ir a su coche, pero entonces, Yoongi cogió su mano haciendo que se girase.

-¿Sigo siendo tu gatito Calicó...?

Esa pregunta dejó al menor sin palabras, así que el rapero suspiró y soltó su mano.

-Perdona... No quería...

-Sí lo eres...

Tras esas palabras, Jimin sonrió algo sonrojado y se dirigió a su coche.
El pelinegro no podía creer que el contrario siguiese guardándole tanto cariño, sintió su corazón ligeramente acelerado mientras que observaba el coche alejarse.
Amaba a Park Jimin, siempre lo había hecho... Era su Serendipity...

Sex Contract 2 • YoonminWhere stories live. Discover now