• 51 •

8.9K 836 144
                                    

Estaba siendo una noche tranquila tanto para  Jimin como para Yoongi, ambos cenaban con calma mientras hablaban sobre temas triviales.
El pelinegro no paraba de ofrecerle su ayuda al menor, y a este le parecía un gesto de lo más dulce.

-¿Sabes, mi amor? Hay algo que sí necesito que hagas...

-Lo que sea...

-Vamos a montar un fuerte de almohadas, mantas y cojines en la cama... Pasemos toda la noche hablando mientras tomamos chocolate caliente...

-Me parece un plan perfecto, en cuanto fregue esto, iré a prepararlo todo.

-No fregues, da igual, solo pasa la noche conmigo hablando de cualquier cosa...

-Está bien, ¿Vamos a la habitación entonces?

El peliazul sonrió y asintió de lo más emocionado, pues siempre había querido pasar una noche así con el amor de su vida, así que nada más terminar la cena y preparar el chocolate caliente, ambos chicos se levantaron y fueron hacia la habitación con el pequeño Haru, el cual se subió a una estantería para quedarse ahí hecho una bola, mientras tanto, Yoongi se encargaba de hacer el fuerte, y una vez listo, se metió dentro junto a su pareja.

-Esto es maravilloso... -Susurró el mejor apoyando su cabeza en el hombro del contrario mientras éste acariciaba su nuca y besaba su cabeza.

-Tienes razón... Nunca pensé que esto fuese tan acogedor...

-Una vez, cuando era niño, hice un fuerte en el orfanato... Un amigo y yo nos ocultábamos de una monja...

-¿Funcionó?

-No... -Respondió riendo levemente con una pizca de nostalgia. -Nos castigó por deshacer las camas...

Tras esas palabras, bebió un pequeño sorbo de chocolate caliente haciendo que la comisura de sus labios quedase manchada, por lo tanto, el rapero cogió su barbilla con delicadeza y besó aquellos labios que tanto adoraba notando el dulce sabor a chocolate y como Jimin sonreía correspondiendo también aquel empalagoso beso.

-Te amo... -Susurraron los dos al unísono haciendo que comenzasen a reír dejando sus frentes juntas.

-Qué buena conexión tenemos, Gatito...

-Sí... El Wi-Fi va de maravilla...

Ese horrible chiste por parte del de ojos felinos provocó que ambos volviesen a reír.
Era como si nunca hubiesen tenido problemas, parecían la pareja más perfecta del universo entero, y es que al fin y al cabo, su hilo rojo era más fuerte que cualquier metal, completamente indestructible y perfectamente hilvanado en la aguja de la vida.

Sex Contract 2 • YoonminWhere stories live. Discover now