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•  Capítulo especial - Namjin •

Namjoon se había ofrecido amablemente a llevar a Jin en coche hasta su casa, y por supuesto, este no dudó en aceptar.
Ambos iban en el coche hablando de temas triviales para olvidar un poco la horrible noche, el joven Seokjin no paraba de mirar al contrario, era como un sueño, estaba en el coche de la persona a la que siempre admiró, pero en esos momentos no le veía como a su artista favorito, sino como a un chico del que se había enamorado completamente, y antes de que se diese cuenta, ya habían llegado así que le avisó para que parase de conducir.
Enseguida, el rapero bajó del coche para abrirle la puerta a Seokjin haciendo que este sonriese y que saliese del coche sin dejar de mirarle.

Ambos se miraban a los ojos sin decir nada más, sus sonrisas salían de forma involuntaria y era como si se conociesen de toda la vida.
Por primera vez, Namjoon sentía esas mariposas en el estómago, esos nervios, esa felicidad, esa mezcla de emociones llamada "amor".
El pelinegro se acercó sutilmente y poco a poco, abrazó a su acompañante aspirando el varonil aroma de su perfume dejando sus ojos cerrados.

-Gracias por traerme...

La morena piel de Namjoon se erizó al sentir ese susurro sobre su cuello y no dudó en corresponder el abrazo envolviéndose en ese aroma tan dulce del contrario.

-De nada... Ha sido un placer...

Los dos se separaron un poco para poder mirarse sin dejar de abrazarse, sus respiraciones chocaban y sus ojos brillaban, estaban muy cerca, y Namjoon que nunca había sido de muchas palabras se sentía como en una montaña rusa.
En cambio, Seokjin, que siempre había sabido lo que decir, estaba en blanco, solo podía pensar en el chico esculpido por los dioses que tenía en frente. 

-Namjoon... -Susurró Jin rompiendo el hielo.

-¿Sí...? -Contestó el rapero en otro susurro mirando los labios del pelinegro.

-Creo que voy a hacer algo que siempre he querido hacer... Pero... No sé si te gustará...

-Todo de ti me gusta...

Namjoon nunca pensó que sería capaz de decir algo así, pero lo soltó de forma inconsciente y fue lo único que Seokjin necesitó para poner sus manos en la nuca de su amor platónico y comenzar a besarle de forma lenta y apasionada, a lo que Namjoon correspondió agarrándole con firmeza las caderas.

No era la primera vez que besaban a alguien, pero los nervios incitaron a la torpeza, aún así, fue para ellos el beso más perfecto que podría existir.

La intensidad iba subiendo, la desesperación se había presente y Namjoon no dudó en coger la cara del pelinegro entre sus manos mientras que este le rodeaba el cuello con sus brazos e iba hacia la puerta de su casa.
Con torpeza, sacó la llave de su bolsillo y abrió son cortar el beso cerrando la puerta nada más entrar y apoyándose en ella.
Namjoon no podía dejar de besar esos gruesos, dulces y suaves labios, en a penas unos segundos se había vuelto completamente adicto, pero volvió a la realidad, se percató de que habían entrado a la casa de Jin, y que le estaba besando como si llevasen meses de noviazgo.
El de piel morena era educado, todo un caballero, no quería que Seokjin se hiciese una idea errónea, así que a duras penas se separó del beso y miró de lo más agitado al contrario, el cual tenía las mejillas completamente rojas.

-Lo siento...

Sin más, apartó con cuidado a Jin de la puerta y salió de la casa soltando un pesado suspiro y el pelinegro, todavía en shock, notó que su corazón iba a estallar.
¿Cómo había podido ser tan precipitado? Sabía que probablemente Namjoon no querría volver a verle, y eso hizo que su pecho se encogiese y que sus lágrimas comenzasen a caer involuntariamente, pero no tenía ni idea de que en realidad, el rapero no podía dejar de pensar en él, y en todo lo ocurrido desde que se vieron por primera vez...

Sex Contract 2 • YoonminWhere stories live. Discover now