Vida en Línea (En edición) ©

Capitulo XXXI (Parte final)

CAPÍTULO RE-SUBIDO

Narra Lily

Luego de que Peter se marchó, me levanté de la cama y me dirigí al cuarto de aseo, hoy sería un largo día y tenía que tomarme más tiempo del acostumbrado para arreglarme. Una hora después ya había salido de la casa de Peter rumbo al salón rentado por los padres de Amy para la fiesta de graduación. Amy y Mary Elizabeth me dijeron que se harían cargo de mi ropa y maquillaje así que, al menos no tenía que preocuparme por esas cosas, en las palabras de mis amigas «de lo único que debía preocuparme era de ayudarlas a arreglar el salón y de verme hermosa para Peter».

Peter. Peter era la única persona que ha ocupado mis pensamientos últimamente, y no, no es solo porque nuestra relación se esté volviendo más y más seria con el paso de los días, sino porque siempre creí que yo era del tipo de novias relajadas, de esas que saben que pueden confiar a ciegas en su pareja, pero, desde que ganó el campeonato nacional de baloncesto la semana pasada, me he convertido en cierta medida en el prototipo de novia celosa.

Peter siempre ha sido, según me ha contado, un tipo relajado en cuanto a las redes sociales se refiere, de hecho, casi no usa ninguna de ellas, salvo para subir algunas fotos mías cuando me capta con el maquillaje corrido, despeinada o simplemente haciendo gestos tontos, es cuando lo utiliza, en cambio yo soy totalmente lo opuesto, por eso no pude evitar espiar su perfil cuando fue etiquetado por un canal de deportes nacional, luego de haberlo entrevistado por haber ganado el título de jugador más valioso.

Varios comentarios de chicas me hicieron encender las alarmas como quien dice, comentarios que iban desde «Vaya que chico más guapo, en la universidad de Chicago estamos más que felices en recibirte», « ¿Cómo puedo inscribirme dentro del equipo de porristas de la universidad de Chicago? » hasta algunos demasiado subido de tono como para escribirlos, pasando por números telefónicos fueron llegando incesantemente, era como si, Peter se tratara de algún cantante de una banda juvenil famosa o lo que sea. Sin embargo, esos mensajes no le hicieron tanto daño a mi gen celoso femenino como el de una chica llamada Hillary que escribió «¡Felicidades Peter! Desde que estabas en la escuela primaria supe que serias una estrella, me siento orgullosa de decir que tú fuiste el primer chico al que le di un beso, al que pude llamarle novio, en fin, me siento feliz de haber formado parte de tu vida en tu pasado aunque sea un poco. Espero que llegues rápido a Chicago para que nos podamos volver a poner en contacto, te quiero».

¿Pueden imaginar cómo me sentí? Pues sí, así, tal como lo están pensando, me sentí lastimada y dolida, mientras leía eso solo resonaba en mi mente la frase que Peter siempre me decía «Eres mi primera novia, Albright». Si, claro, como no.

Luego de tener pensar en ello todo el camino al salón, decidí lanzar esas cosas al rincón más alejado de mi mente, al menos por el momento, no iba a permitirme arruinar la que sería la única fiesta de graduación que compartiría con Peter, pues, probablemente, cuando llegue el turno de mi propia fiesta, Peter y yo ya no estaremos juntos.

—¡Lily! —Gritó Amy a mi llegada— ¡Dios! ¡Te ves como la mierda!

Mary Elizabeth que venía detrás de ella no pudo evitar soltar la risa y golpear a mi amiga en la cabeza.

—¿Por qué me dices eso? —Pregunté.

—Por Dios Lily ¿Es en serio? ¿Pantalones de pijama, zapatillas deportivas y un suéter de tu novio? ¿Cómo te atreviste a salir así de tu casa?

Mi amiga me miraba de arriba hacia abajo, detallando mi atuendo y poniendo cara de asco.

—Al menos me bañe —dije, tratando de sonar graciosa—. Vamos amiga ¿Quién se arregla súper espectacular cuando tiene que limpiar y decorar todo un salón para una fiesta?