Capítulo VI

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CAPÍTULO RE-SUBIDO

Segundos después de que Peter se fuera, la puerta trasera de la casa se abrió, dejando a Lily y a Joshua compartiendo el mismo espacio vital.

—¿Con quién estabas guarra?

Joshua parecía poseído, mirando a su alrededor tratando de encontrar algún rastro de cualquier persona escondida en el lugar.

—Estoy completamente sola —respondió Lily, nerviosa—. ¿No es demasiado evidente, que, aparte de nosotros, no hay nadie más aquí? —ironizó, luego de ver como Joshua había escarbado todo el lugar, buscando a la persona que, supuestamente, le hacía compañía.

Nada ni nadie podía preparar a Lily para lo que pasaría a continuación: Joshua caminó directamente hacia ella mientras que ella se echaba hacía atrás hasta que chocó con una pared, luego tomó del brazo de ella con violencia, para acto seguido, darle una bofetada.

—No te hagas la cínica conmigo —dijo Joshua apretando los dientes—, sé que alguien ha estado aquí.

Volvió a darle una bofetada para posteriormente llevarse a una nerviosa Lily casi arrastrando hacia la habitación de aquella.

Al llegar allí, Joshua lanzó a Lily hacia la cama, se paró delante de ella colocando una pierna entre las de la muchacha para luego, en un rápido movimiento, quitarse el cinturón para azotar a Lily.

—¡Eres... una... puta... de... mierda! —Un azote iba y venía en medio de cada palabra —sé que has follado hoy con... ¿Cómo era que se llamaba? Ah si... ¡Peter!

Lily no podía creerlo, ¿cómo?, ¿cómo era posible que él supiera lo que había pasado entre Peter y ella? La muchacha sabía que no había tenido relaciones con el castaño o lo que sea, pero igual sabía que le había mentido sobre con quien había pasado la tarde.

Precisamente eso era lo que le iba a aclarar a su agresor cuando este, luego de azotarla de nuevo un par de veces, comenzó a bajarse la bragueta de su pantalón de mezclilla.

—Estoy harto de que siempre quieras burlarte de mi Lily Albright, por eso hoy obtendré lo que siempre he querido de ti.

La mirada del hombre era una aterradora mezcla de ira, locura y lujuria, y, precisamente con ésta última fue que sus manos comenzaron a viajar por el cuerpo de la joven, luego de que se abalanzara sobre ella.

Lily chillaba, gritaba y luchaba a medida que el hombre le acariciaba, estaba demasiado asustada, y esa sensación mutó al terror más puro cuando Joshua rompió su vestido, dejándola tan solo en ropa interior.

—Tú madre es nada comparada contigo.

El hombre besaba el cuerpo semidesnudo de Lily, mientras que lágrimas brotaban de su mejilla. En cierto punto Joshua intentó besarla en los labios pero ella le mordió en respuesta, ante lo cual, el hombre la abofeteó fuertemente, rompiendo su labio en el proceso.

—Yo quería ir despacio zorra, pero tú no has querido.

Luego de decirle eso, Joshua le arrancó las bragas a la castaña, ella gritó y chilló con más fuerza, pedía auxilio aunque sabía que era inútil, nadie la escuchaba.

Ella sentía que estaba a punto de desmayarse, agotada y adolorida, sabía que era inútil luchar con alguien más grande y más fuerte que ella, y más aún si no tenía a su alcance nada para defenderse.

Pero si tenía algo.

Cuando Joshua la soltó con la finalidad de bajar sus bóxer y acabar con lo poco de dignidad que le quedaban a Lily, ella tomó una bola de nieve de su mesita de noche, la misma que su amiga Amy le había regalado por San Valentín y, con las pocas fuerzas que tenía acumulada, le dio a su agresor un golpe en el ojo, haciendo que él se separase por completo de ella.

—¡Me las vas a pagar grandísima puta! —gritó el hombre molesto antes de irse de la habitación sosteniendo sus ropas y tapando su golpeado ojo.

Cuando se quedó sola, las emociones de Lily la desbordaron, ¿por qué? ¿Por qué eso tuvo que sucederle? Ella no era una mala persona o una mala hija, era absolutamente lo contrario, entonces, ¿por qué tenía que ser utilizada por un hombre de esa manera? Lily se sentía cansada, agobiada y sola, terriblemente sola.

La muchacha no se dio cuenta de cuando se quedó dormida, en cierto punto, para ella fue como morir de un infarto fulminante, con la diferencia de que no había muerto, todo lo contrario, un par de horas después se dio cuenta de que su vida era más miserable que antes.

Lily despertó siendo abofeteada, su reacción inicial fue pensar que Joshua iba a atacarla de nuevo, por eso su rostro reflejó una auténtica sorpresa cuando vio a su madre delante de ella, mirándola enojada.

—¡Mami, mami! —Lily se abalanzó a los brazos de su madre, llorando como niña pequeña.

Laura no correspondió al abrazo de su hija, en su lugar, la empujó y le dio otra bofetada.

—¿Mami...? —susurró la joven confundida, acariciando su recién golpeada mejilla.

—¡Que mami ni que nada Lily! —gritó la mujer enfurecida—. ¿Por qué Lily?, ¿por qué no respetas mi casa ah?

La chica no entendía lo que su madre decía.

— No entiendo mami...

—¿Qué?, ¿qué no entiendes?, ¿qué si Joshua no llega temprano te encuentra teniendo sexo con dos muchachos aquí en la casa?, ¿eso es lo que no entiendes? Mira Lily, no sé de donde te vienen esas cosas o quién te las habrá enseñado, solo sé que, mientras vivas bajo mi techo, no vas a hacer ninguna de esas perversiones, ¿te queda claro?

La chica no podía creer lo que estaba ocurriendo, su mamá la estaba acusando de haber hecho un trío... si tan solo supiera que ese día apenas le había dado su primer beso a un chico.

—Mami... las cosas no son como crees.

—¿Ah no? ¿Y cómo son entonces?

Lily suspiró un par de veces para apartar las lágrimas que estaban brotando sin parar.

—Mami... Joshua... Joshua me tocó —dijo la castaña ahogando un sollozo—, él trató de... trató de violarme.

La mujer miró a su hija de hito en hito, la chica lloraba de forma histérica, cualquier otra persona le hubiera creído, pero Laura no, ella estaba sugestionada por Joshua y no había manera de que le creyera a su hija, ni que hubiera atrapado a Joshua en el acto, ella seguiría ciega, convencida de que éste decía la verdad.

—¿No me crees verdad? —preguntó Lily decepcionada.

—No... No lo hago y no lo haré.

La chica rompió en llanto, no podía creer lo que acababa de decir su propia madre.

—A partir de hoy estás castigada Lily, no tendrás permiso para salir y tendrás que regresar de la escuela directo a casa, y además...

—¿Qué mami?, ¿hay algo más?

—Si... cuando termines este curso te irás a vivir con tus abuelos en Ohio, es claro que has escogido malas compañías, vamos a ver si estando con mis padres aprendes a tener disciplina.

—Mami —sollozó la castaña—, te lo juro, yo no he hecho nada.

—Ya consulté mi decisión con Joshua y él me apoya así que es un hecho.

 La mujer salió de la habitación dando un portazo. Lily no entendía lo que pasaba, ella sabía que la vida era injusta, pero jamás imaginó que algo así le ocurriría, ¿por qué?, ¿por qué su mamá se comportaba de ese modo? Ella sabía que su mamá estaba enamorada pero ¿ya se había olvidado de que ella era su hija?, ¿tan poco valía para ella?

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