De Luca, el enfermero
La realidad puede golpearte de tres formas distintas:
1. Por las malas: La pérdida, la decepción, la soledad y los secretos, por ejemplo.
2. Por las buenas: Una gran noticia, algo que te abre los ojos y los hace rutilar con la más preciosa alegría.
3. Por ambas a las vez: Te das cuenta de algo cotidiano que resulta ser revelador y no puedes creer que no lo viste antes, que todo hubiera sido de otra forma de ser así, pero que pesar de eso es reconfortante y le da sentido a algo en tu vida.
Mi chica con problemas de corazón acaba de ser golpeada por la tercera opción.
Se ve hermosa cuando la comprensión le da una auténtica paliza, y estoy dispuesto a ser su enfermero si lo necesita más tarde.
Más que hermosa, ahora que lo pienso. Con el cabello al viento parece sacada de una película, como si fuera la Mujer Maravilla en...
Un segundo.
No me está mirando.
¿Por qué no me está mirando?
—¿Kenna? —Tomo sus hombros al tiempo que el viento comienza a rugir cada vez más fuerte.
Me giro para ver qué es lo que está acaparando su atención.
El aterrizaje de un helicóptero en medio de una cita sería emocionante si no fuera porque estamos en la azotea de un hospital y esta es una emergencia real.
Una donde los gritos de dolor perforan nuestros oídos.
ESTÁS LEYENDO
Lo que digo para salvarte
Teen FictionLos vivos nos aferramos a la esperanza, no lo olvides. Portada por: TylerEvelynRood
