Caballero de Cristal [BakuTodo]

Capítulo VIII: Temerario

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~Mundo de Cristal:

Todoroki tuvo una pesadilla, fue tan horrible que lo despertó en plena tres de la madrugada.

Se llevó una mano a su frente, está sudando frío y tiene la respiración agitada. Fue un sueño horrible, lo cual es raro ya que Todoroki tiene un sueño pesado. Miró a su alrededor, Bakugou duerme como un tronco a un lado, cubierto con una débil manta vieja; tiene sus ojos fuertemente cerrados, casi parece que lo vaya a morder en cualquier momento.

Shoto posa su mirada en él, aún recuerda el beso con frescura. Es extraño, nunca le ha atraído nadie de esta manera pero siempre se vió a si mismo como heterosexual. Ahora no sólo resulta que es capaz de besar un chico sino estar de esta forma con Katsuki Bakugou, el asesino serial más temido por el planeta.

Katsuki se remueve en la cobija, abre un poco los ojos y rápidamente los posa en Todoroki. Se quedan unos segundos mirándose

–¿Qué pasa bastardo mitad-mitad?–Pregunta Kacchan mientras se incorpora, también se talla los ojos.

–Tuve una pesadilla–Dijo como si nada.

–¿Y eso que mierda importa?–Le sigue mirando, y tras un desvío de los ojos le pregunta–¿Y qué soñaste?

–...Que te apuñalaba repetidas veces–Por lo menos pudo quitarse ese peso de no decirlo, mira al rubio, esperando una respuesta.

–No pienso darte un chocolate caliente y un abrazo–Esta plática le estaba comenzando a parecer estúpida.

A lo lejos, el sol comienza a salir entre las montañas. Bakugou maldice en voz baja, pero sigue estando pendiente de Shoto.

–¿Y porqué me apuñalabas?–Dicho de esa forma suena inverosímil.

–Era un sueño, son de todo menos entendibles.

–¿Y en dónde me apuñalabas?

–En todas partes... sobretodo en la boca.

–Si lo que quieres es asustarme lo estás haciendo fatal–Dice mientras se levanta, comienza a doblar la delgada cobija para guardarlo.

–El que terminó asustado fuí yo.

Bakugou se acerca al príncipe. En cierta manera le divierte la preocupación de Todoroki por algo tan diminuto como una pesadilla. Pero eso no importa. Con cuidado le toma las manos, quizá en un intento pobre de tranquilizarlo; aunque el contacto en sí hace poner nervioso a Todoroki.

–¿Te ves a tí mismo apuñalando a alguien?–Pregunta Katsuki con un semblante serio.

–No...–La respuesta de Shoto es casi automática.

–¿Entonces de qué mierda te estás preocupando?

Las manos de Bakugou son cálidas, envuelven como una cobija, ofreciendo una conformidad muy agradable. Todoroki aparta sus manos poco a poco; ahora mismo está muy confundido, no sabe si con Kacchan hay que ser un total idiota o un distante algo mamón.

–Bakugou, sobre lo de anoche...–Las palabras de Todoroki son torpes, como si un balde de agua fría le hubiese caído encima y lo hubiese dejado empapado.

–¿Anoche pasó algo?

Ya sea por broma o por simple mal gusto a Todoroki no le gustó esa respuesta. Kacchan por lo visto se ríe de él. Entonces no hay nada que hacer.

–Da igual.

–Oye, no te enojes bastardo mitad-mitad, si te refieres al beso, sólo estaba bromeando, no te confundas.