Caballero de Cristal [BakuTodo]

Capítulo IX: Tonto del Culo

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~Mundo Real:

Ambos chicos recibieron una represalia que duró casi los cuarenta minutos.

–Me lo esperaba de Bakugou, pero no de tí Todoroki–Dice Aizawa sentado en su escritorio con ambos adolescentes sentados al frente–Estoy muy decepcionado de ustedes dos.

–«Habla como si esto no pasará a menudo»–Piensa Kacchan, su cara pocos amigos (que usualmente es la cara que pone siempre) combinado con su cruzada de brazos le da la apariencia de un perro regañado a punto de atacar.

–Lo sentimos mucho, no volverá a pasar–Todoroki acompaña el comentario con una bajada de cabeza

–Lo sé pero si se van de aquí sin haber recibido un castigo me sentiré defraudado conmigo mismo.

–¿Y que mierda nos pondrá hacer? ¿Recoger la basura?–Pregunta Bakugou intentando sonar intimidante aunque eso no funcione con Aizawa.

–Limpiarán los baños, sólo eso.

¿Sólo eso? Para Bakugou no solo es una perdida de tiempo sino encima es asqueroso, pero lo más importante, tener que pasar tiempo extra con el presumido de Todoroki.

No es que le importe. Claro que no, pero será un poco incómodo. A Todoroki parece indiferente o por lo menos esa es la sensación que da. Pero la verdad es otra; y es que ahora mismo brincaría de la alegría ahora que podrá estar cerca de Bakugou un rato más.

–Bien, terminado esto, ya pueden irse–Setención Aizawa.

Ambos alumnos se levantan y se marchan en silencio. Shoto quería decirle algo, lo que sea con tal de romper la tensión. Le avergüenza haberse comportado de una manera tan absurda en infantil. Pero fue con Katsuki, el chico que quiere enormemente, por supuesto que le hace feliz el haber convivido con él; lástima que haya sido de una manera tan estúpida como pelearse en un gimnasio y haber sido reprendido por ello.

Caminan en silencio por el pasillo, Bakugou se niega a iniciar una conversación. Ahora mismo tiene unas ganas enormes de golpear a alguien en la cara.

–Oye, Bakugou...–No sabía si disculparse o no, digo ¿En verdad hizo algo tan malo? ¿Acaso es su culpa?

–¿Ahora que quieres bastardo mitad-mitad?

–Solo quería disculparme, no debí reaccionar a tus provocaciones y haber luchado contigo.

Kacchan se detiene por lo que Todoroki hace lo mismo. Lo que son segundos parecen horas. El rubio se da la vuelta, su cara de frustración con los puños apretados hace retroceder un poco a Shoto.

–¡¿Me estás jodiendo estúpido de mierda?!–Del enojo toma a Todoroki por la camisa y lo atrae hacia él–¿Te crees mejor que yo?

–No...–El bicolor sabe de antemano que Kacchan es algo impredecible pero joder, ni idea de que mosca le ha picado ahora–¿Qué pasa?

–¡¿Y todavía lo preguntas?!–Sacude un poco a Todoroki con algo de fuerza–¡Te disculpas porque crees que es tu culpa, eres tan presumido que crees que eres responsable! ¡¿Acaso crees que me ganaste?!

Shoto no tiene palabras. Mira a Bakugou a los ojos, y este hace lo mismo. Están solos en este infinito pasillo, y están demasiado cerca.
Todoroki puede oír la respiración agitada de su compañero; está seguro que Katsuki puede escuchar su acelerado corazón. Esto empieza a ser incómodo.

–Tómatelo como quieras.

Bakugou no se esperaba eso, sigue sujetando a Shoto por la camisa pero suaviza el agarre sin soltarlo del todo. Mira a Todoroki, tiene ese brillo peculiar en sus ojos, como si una pequeña estrella se reflejase en su mirada. Katsuki se le olvidó que Todoroki puede ser increíblemente hipnótico a veces.

–¿Estás bien?–Pregunta Kacchan–Te ves agitado y algo nervioso.

–No te preocupes–Todoroki se acerca un poco más, rozando levemente el cuerpo del rubio.

La tensión entre ello está empezando a elevarse. Bakugou suelta al bicolor y retrocede unos pasos, quizás como una señal de que no les hace bien estar tanto l juntos.

Katsuki recuerda que tiene el cuaderno de Shoto, y peor aún que leyó su historia. Algo íntimo, parecido a un diario, quizás era hora de hacerle frente y decirle.

–Todoroki, a ti...¿Te gusta escribir no?

Aquello sorprende a Shoto. No es que sea un pasatiempo parcialmente favorito pero le relaja; bueno más bien le relajaba escribir sobre Kacchan. Pero eso quedó atrás, necesita comenzar a olvidar a Bakugou.

Lo cual es imposible ahora mismo.

–Esa es una pregunta un tanto extraña.

–Solo responde carajo.

–Vale, lo hago de vez en cuando–Vaya fue fácil decirlo.

–Bueno, pues...no preguntes porque, pero tengo un cuaderno tuyo.

En ese momento, Todoroki sintió el verdadero terror.

–¿Cuaderno?

–Si, tiene una historia escrita.

–¿Porqué tienes tú eso?–Shoto desea que se lo coma la tierra.

Mierda, mierda, mierda, mierda mierda, mierda...

–Todoroki estás muy pálido–Comenta Bakugou con una ceja levantada.

El timbre resuena, ya se ha terminado el día y es momento de irse a casa. Todoroki está muerto de la vergüenza, si ese idiota leyó su historia todo está perdido. ¿Se habrá dado cuenta de sus sentimientos hacia él? Y si es así ¿Porqué todo el drama del gimnasio?

–«¿Te estás... burlando de mi?»–Todoroki le da la espalda al rubio–Lo siento, tengo que irme, nos vemos mañana.

Bakugou no tuvo tiempo de detenerlo, el bicolor huye despavorido, como un niño que le han destruido su castillo de arena.

Katsuki se queda un par de minutos contemplando la nada. Es extraño, nunca tuvo necesidad de hablar con Todoroki; siempre le ha dado igual su existencia. Pero ahora...el haberlo visto tan sonriente con Midoriya, el verlo tan distante. Su cuaderno es una pequeña ventana a su imaginación, a lo que realmente siente. Un príncipe y un matón, una coordinación de la bella y la bestia.

–«Carajo, necesito ser más cuidadoso»–Hace una mueca de fastidio y comienza a caminar.

Todoroki por su lado no quiere toparse con nadie. ¿A qué le teme tanto? Es sólo una estúpida historia, totalmente ficticio y tan irreal que le da ese tono infantil.

Necesita abandonar estos sentimientos hacia Bakugou, y rápido.

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¡Gracias por leer! Nos vemos en el siguiente capítulo ❤