Caballero de Cristal [BakuTodo]

Capítulo XXIV: Cortinas

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~Mundo de Cristal:

Todoroki había pedido cordialmente que lo dejaran en paz, quiere un poco de privacidad pero no puede porque sus guardias lo siguen cual sombra.

–Señor, son órdenes directas de su madre el protegerle–Le habían dicho los guardias.

Por supuesto Shoto lo entiende, digo, no es como si te secuestraran para después ponerte en plan "Aquí nada ha pasado". Pero quiere un poco de tiempo a solas con Bakugou.

–Esta noche no quiero nada de vigilancia, es una orden directa–Exclama Shoto a sus guardias, es la primera vez que pone en duda las órdenes de su madre, Shoto siempre había sido alguien obediente.

Mientras tanto, Bakugou se encuentra con el resto de principiantes, están escoltando los alrededores. Algunos prisioneros serán trasladados aquí, y Denki cree que es bueno que los nuevos estén aquí. Podrá tomarlo como una prueba.

–Que nervios, nunca había escoltado antes–Comenta Midoriya quien caminaba a un lado de Katsuki.

–Se supone que eras de los reclutas de All Migth.

–Si, pero nunca me dejaba hacer nada que me pusiera en peligro.

–Ya.

Midoriya es una persona sin nada de relevancia para Bakugou, no le cae mal pero tampoco se llevan especialmente bien.

Bakugou aún no adquiere esa mentalidad digna de un caballero, pero no es su culpa. Su mente está por las nubes; todo gracias a Shoto. Qué chico tan lindo, sabe como traerlo loco.

Esos pensamientos tan lindos fueron interrumpidos por una persona. Uno de los prisioneros estaba siendo escoltado a su celda allá a lo lejos, pero no dejaba de tener un aura de maldad. Esa persona miraba a Katsuki.

–Dabi...

–Intento acostumbrarme a su presencia.

–Ya somos dos.

–¿Debería preocuparme?

Bakugou muestra una sonrisa burlona, mira a Midoriya como quién mira a un amigo, pese que lleven unas horas de conocerse. Quién sabe, a lo mejor no es una molestia.

–Tranquilo, se parece a un tipo de conozco.

–Vale–Ahora es Midoriya quien sonríe tranquilamente.

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La noche había caído, y los reclutas fueron llevados a sus habitaciones. Fue un día pesado, pero Katsuki, a diferencia de sus compañeros, no se encuentra cansado. Esta acostumbrado al trabajo duro, pocas veces a dormido como es debido, pero algo más fuerte le llama.

Sorprendentemente no se encontró a ningún guardia (gracias al pedido de Todoroki) por lo que pudo dirigirse a la habitación del príncipe, algo difícil pues un castillo es enorme. Puede que haya más libertad en estas paredes que los valles oscuros en toda su historia.

–Me estaba empezando a preocupar–Comenta Todoroki al abrirle la puerta–Temía que te hubiesen visto.

Katsuki entra a la magnífica recámara del príncipe. Es más grande que toda la casa del rubio, una hermosa cama matrimonial es lo que más le llama la atención. Un detalle es el hecho de que las cortinas de la ventana están hechas a un lado, por lo que la luz de la luna cae directo al colchón.