Caballero de Cristal [BakuTodo]

Capítulo XXVI: Desesperación

°~°~°~°

~Mundo de Cristal:

Midoriya se preguntó porque Bakugou aún no había llegado a los entrenamientos.

–«Quizás se perdió un poco»–Pensó el peliverde, pero rápidamente descartó la idea al ser muy estúpida.

Los entrenamientos iniciaron igualmente. La mañana se volvió cansada de golpe para los novatos, menos para Katsuki, quién seguía durmiendo plácidamente junto a Todoroki.

Nunca había dormido tan bien. Todoroki despeja el miedo en su mente, ahuyenta las pesadillas, dejando sitio para la tranquilidad.

Por un instante, olvidó la razón por la que ama a Todoroki. Simplemente su mente, cuerpo y alma reaccionó ante él, y dió por hecho de que sería algo pasajero.
Pero no, es tan real que duele ser tan obvio, pero ama intensamente la calidez que su espíritu siente estando cerca del bicolor.

Casi como si Bakugou estuviese perdonado. Pese a que debe una condena.

–¿Todo bien?–Pregunta el príncipe que recién esta abriendo sus ojos. Es gracioso verlo despeinado, somnoliento, y claro está, desnudo.

¿Porqué Bakugou tiene este horrible presentimiento? Todo está bien, nadie está muriendo.

–Hey ¿Sucede algo?–Pregunta Shoto de nuevo.

–Si, no pasa nada.

Todoroki está aquí. Eso debería ser suficiente para que su vida no se vaya para el arrastre.

°~°~°~°

–¿Porqué mierda debemos nosotros cuidar los presos?–Pregunta Katsuki en tono severo de molestia, es absurdo mires por donde lo mires.

–Todo los altos mandos tienen una reunión, además, no se está tan mal–Responde Midoriya, quién de nuevo había sido asignado como compañero de Bakugou. Desde el punto de vista del peliverde, están comenzando a ser amigos.

–Dejar a los novatos a cargo de los presos es una idea idiota, sólo a un imbécil se le ocurriría.

–Fueron órdenes de la reina...la madre de tu novio.

–¿Qué?

–¡Nada! Jeje, volvamos al trabajo.

El par están vigilando las celdas. La mayoría vacías. A Deku y a Kacchan les tocó vigilar la zona sur. No residen tantos presos, y los poco que hay, no son la gran cosa.

Excepto uno. Dabi, cuyo pasatiempo favorito a sido mirar a Bakugou desde lo lejos. Riéndose internamente pese que él es un condenado; no faltará mucho para que lo envíen a la horca. Considerando el culpable de la muerte de Kirishima.

–Kacchan...

–¿Qué?

–¿Puedo preguntarte algo, y no te enfadas?

–Esas preguntas sólo las hace un niño pequeño–Viendo la cara de preocupación de Izuku, Bakugou relaja su rostro–¿Qué pasa?

–Bueno, yo fui testigo de la muerte de Kirishima...estaba en el juicio cuando pasó.

Bakugou no quería preguntar nada. Dejó que su compañero siguiera.