❛0009.❜

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—andrik.

—¡ERES UN IMBÉCIL! —grité con éxtasis golpeándome en la espalda mientras la adrenalina y el dolor me recorrían el cuerpo.

Mis lágrimas bajaban junto al sudor, me cansaba de estár de rodillas, con la mano izquierda apoyándome contra el suelo y con la otra pegándome libremente en la espalda.

Solamente estoy firmando mi sentencia.

He sido tan imbécil como para cortarle la llamada, para decir eso y fingir que estaba bien.

—No, no ¡NO! ESTO NO PUEDE SER. —grité sintiendo mi garganta arder con fuerza.

Como desearía que esta lluvia se calmara otravez, todo lo que quiero es descansar de nuevo.

La música penetraba mis oídos, específicamente, Nemo de Nightwish.
Trayéndome recuerdos de mucho antes de entrar al hospital, cuando vivía con mi madre en esta misma casa y ella misma se acercaba y me decía: Hay sangre en el suelo.

—Si, yo mismo me castigo por no estár muerto. —respondí ante mi pensamiento y nuevamente rompí en llanto.

Si el director del hospital supiera que no soy esa cara feliz, me quitaría el carnet para no volver a trabajar.

La sangre goteaba como las gotas de la lluvia en una tormenta, bajaba por mi espalda hasta tocar el suelo sintiendo el frío de mi habitación más solo mi alma estaba presente.

Viva la muerte, porque ahí nadie sufre.

Grité y me levanté del suelo, me apoyé contra la ventana sintiendo el éxtasis aún más activo dentro de mí.

—Necesito…quiero…tengo. —murmuré con la voz quebrada y temblorosa.

Nunca había caído tan bajo, pensando que podía morir así como las veces anteriores, todas han sido fallidas obviamente, sería genial que algunas de ellas hubiera dado resultado.

Negué y retrocedí, caminando lentamente hasta la regadera mientras todo mi cuerpo comenzaba a temblar como era de costumbre.

—Me estoy volviendo loco, esto no es real. —dije dando un suspiro tranquilo, abriendo la llave del agua fría.

Cayendo en mi espalda causando un insoportable ardor y dolor que se adentraba en mis músculos.
Miré hacia el techo, escuchando detalladamente la canción que ahora se estaba reproduciendo, y siguiendo el ritmo en mi mente para sacarme de la cabeza esos pensamientos tan idiotas que había tenido hace unos pocos segundos.

De querer lanzarme por la ventana.

Deseando con muchas ansias su llamada, solamente eso pedía, una llamada. Para oírlo, para saber que está bien y así quedarme tranquilo de que estaba bien.

De que está bien.
De que puede vivir sin mí.

Sin más, me estoy volviendo loco porque no está aquí.

Y él ni se emociona porque respiramos el mismo aire.

ɴᴜᴍʙ┊ʀɪᴄᴋʏ ᴏʟsᴏɴ. Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt