Capítulo 2

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—Y... ¿Que te parece este? —preguntó mi hermana por quinceava vez.

—No, no, no —me tapé los ojos con las manos para dejar de ver ese asqueroso vestido crema. Todos los que me había enseñado eran horribles— ¿Qué parte de BLANCO no entiendes?

—No me queda el blanco —se quejó y se volteó para verse en el espejo— creo que este es perfecto.

—Crees mal, es horrible —admití e ignoré su pesada mirada matadora— yo lo odio, Yeri lo va a odiar y va a decir "No acepto, no me voy a casar jamás con una mujer que usa vestidos crema"

—Fue una mala idea traerte —se quitó la chaqueta y se metió de nuevo al probador.

Oh, si que le afectó mi comentario. Que delicada... 

Me recosté en el sillón y abrí mis piernas para estar mas a gusto. No me importaba que alguien me viera sentada de la forma menos "de señorita" posible.

Por que, para empezar, yo ya no era una señorita. Bastaba con ver mi barriga enorme para darse cuenta de eso.

Y además, no creo que ningún hombre o mujer me quisiera dar una mirada malintencionada. No ahora cuando parecía que me había comido a una ballena.

—Disculpe, señora —me llamó la atención una tipa desde atrás, levanté mi cabeza y la miré a los ojos, enojada. ¿Me llamó señora? ¿Qué mierda? ¡Tengo 17 años, por dios! —¡Oh!

La mujer como de unos 30 años me vio con los ojos muy abiertos, estaba mas confundida que yo. Seguramente no se esperaba ver mi cara de niña.

—Eh... ¿si?

—Aquí está el vestido que pidió —me lo pasó— mi compañera no está disponible en este momento...

—Oh, de acuerdo —me levanté, o bueno, traté de hacerlo. Pero no pude, mi panza simplemente no me dejaba, y el sillón estaba demasiado hundido para una embarazada. Me sentí tan mal cuando la mujer me tuvo que ayudar... Dios, aun así soy patética.

—Gracias —murmuré cuando por fin pude levantar mi gordo trasero de ahí. Ella me miró enternecida y sonrió.

Caminé y abrí la puerta del probador sin tocar ni nada.

—¡Hey! —se quejó Joy, en bragas y brassier —se tocan las puertas, Joohyun.

—Ay, no seas exagerada —puse los ojos en blanco— ponte este.

—Eh...no —decretó después de echarle un solo vistazo al vestido. Ni siquiera lo pudo ver bien la desgraciada —no lo quiero.

—No seas infantil, por Dios —estrellé el vestido en su pecho y cerré la puerta fuertemente antes de que pudiera decir algo.

La mujer seguía ahí parada, me dio una mirada graciosa cuando me volteé con ella.

—¡No me lo voy a poner! —gritó mi hermana desde dentro.

—¡Es tu maldita boda, no puedes ir luciendo como payasa con uno de esos que tu quieres! —le grité de vuelta sin siquiera girarme.

—Wow —susurró la mujer y me dio una mirada tierna— ¿cuándo se casan?

—¡¿Qué?! ¿Yo y ella? —pregunté, presa de la risa de solo pensar en algo tan ridículo. Ella asintió lentamente, con el ceño fruncido —Dios, no. Que miedo, esa payasa horrible es mi hermana. Se va a casar con mi mejor amiga.

—Ah —asintió. Y yo sabia que estaba pensando. "¿Entonces quien es el tipo que la dejo así de gorda y miserable?" —mi... esposa está en Londres.

Ay, que bonito, que bonito. "Mi esposa" hasta yo me lo creí.

—Oh, linda, espero que no te lo tomes mal, pero... ¿cuántos años tienes? —soltó. Sabía también que había estado pensando en esa pregunta desde que me vio.

—17 —respondí, ella asintió de nuevo pero no pareció consternada.

—Aquí estoy, enfadosa —murmuró Joy como toda una bebé, saliendo del probador con el vestido que yo escogí. Y oh, lucia tan hermosa, mi hermana bonita.

Se puso frente al espejo de nuevo y se miró a si misma sin convencimiento.

—Oh... —murmuré mirándola con los ojos llorosos. Me acerqué a ella y abracé de una manera incomoda porque mi cosa bonita se interponía entre nosotras— estás tan guapa... este es perfecto.

—¿De veras? —preguntó de nuevo, ahora más convencida. Y se miró de nuevo en el espejo.
Y mi mente comenzó a volar, y me imagine a Seulgi, en la misma situación, pero sin vestido obvio, los odia... y oh, con un traje, tan bonito, tan perfecto para una boda...

Oh, Seulgi...

—Joohyun —casi gritó mi hermana en mi cara. Salté y la miré asustada— llevas perdida en tu mundo como media hora.

—Lo siento —ella tomó mi brazo para ayudarme a caminar y comenzamos a salir de la tienda— ¿y el vestido?

—Ellos lo van a mandar a casa pasado mañana, el día que nos vamos... —me miró rápidamente.

—Si te dijo Yeri ¿cierto? ¿qué nos vamos pasado mañana?

—Si, si me dijo —puse los ojos en blanco y tropecé poquito con un escalón cuando entramos al estacionamiento agradecí a mi hermana mentalmente por estarme sosteniendo así.

—¿Y como estás con eso?

—¿Con volver a Londres? —ella asintió— pues lloro todas las noches, y estoy deprimida. Nada del otro mundo. Voy a estar bien.

—Lo siento, y... —se detuvo cuando llegamos al carro. Abrió mi puerta, me deslice hacia dentro y esperé a que se metiera también para que terminara lo que fuera que iba a decir.

—¿Lo sientes y...? —lo apuré cuando vi que no dijo nada una vez que entró. Joy rió y puso en marcha el auto.

—Y... aunque quiero golpear a Seulgi en la cara, realmente fuerte... yo sé que necesitas estar con ella, sé cuanto la... amas y eso.

—Si... la amo mucho.

—Por eso, no importa el momento de incomodidad que pases cuando le cuentes lo de... "cosa bonita" —me citó, yo reí— te darás cuenta si ella vale la pena o no... porque, créeme, si la estúpida no se quiere hacer cargo...

—Hey, hey —lo calmé— si le digo a Seulgi de nuestro hijo o hija ella va a estar en shock un momento, eso lo sé. Pero definitivamente no es del tipo que corre, que no se hace cargo. Es una chica realmente decente.

—De acuerdo. Entonces, espero que sea de verdad —me sonrío un segundo y regreso la mirada al camino— te amo ¿sabes?

—Yo también te amo hermanita —bese su mejilla rápidamente— sé que... antes de lo que me pasó no te lo decía nunca, pero ahora lo haré siempre...

—Yo también lo haré, fea —negó con la cabeza— no te vuelvas a morir ¿de acuerdo? Me diste un gran susto.

—Lo sé, lo sé. No tengo intenciones de morir de nuevo.

—Genial.

Real life, Real Love (Seulrene G!P)Where stories live. Discover now