Capítulo 17

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Lo levanté demasiado rápido y el malparido se me volvió a caer, gruñí como animal salvaje, lo tomé con mucha fuerza y presioné el numero 3 hasta que mágicamente apareció que estaba marcándole a mi hermana. Le agradecí al tipo que inventó eso mientras colocaba el celular entre mi mejilla y mi hombro y jalaba la puerta de nuevo.

—Hola, hola, hola mi amor —contestó Seulgi, con la voz pesada, ronca y cantarina, y luego rió fuerte— te extraño mucho, quiero besarte...

—¿Seulgi? ¿Donde está mi hermana? ¡Pásamela! —exigí.

—Uhmm, ¿Joy? Ella está en el baño, creo que se desmayó, lleva ahí como una hora —dijo, como si fuera una maldita broma y empezó a reír de nuevo.

Dios, ayúdame a controlar mi temperamento y no matar a alguien, mis nervios no pueden aguantar tanto.

—¡¿POR QUÉ ESTÁ DESMAYADO?! ¡¿POR QUÉ HABLAS ASÍ?! ¿¡DONDE ESTÁN?! ¡YERIYA VA A DAR A LUZ! ¡TODO ESTÁ LLENO DE SANGRE Y ESTAMOS ATORADAS! —grité fuertemente. Yeri gimió a mis espaldas.

—¡AYUDAAAAA! —gritó, casi más fuerte que yo— ¡MI HIJO QUIERE SALIR!

—Eso es gracioso, eso tan gracioso, linda, tú siempre eres graciosa —murmuró Seulgi y volvió a reír de esa manera escandalosa, incrementando en lo más recóndito de mi alma esas ganas crecientes de matar a alguien a mordidas. Iba a gritarle otra cosa pero dijo, alejado del teléfono— Sehun, escucha, escucha esto; las chicas están pariendo sangre y Yeri está desmayada, y creo que alguien se atoró... es tan gracioso que creo que voy a llorar, no, esto es triste...

Le colgué, gimiendo de frustración porque no servia de nada tratar con ella cuando estaba siendo una borracha bipolar, aparentemente Joy estaba desmayada y Sehun también estaba con ellas así que estábamos solas en eso.

—Aguanta Yerm, aguanta —murmuré, tratando de permanecer calmada— ¡Ayúdennos!

Me separé de ella y comencé a golpear la puerta desesperadamente sintiendo todo el enojo, frustración y dolor que estaba sintiendo Yeri, pero al parecer nadie estaba cerca. Entonces tenía que hacer algo por mí misma. Decidí que yo se lo iba a sacar, porque parecía ser fácil, una vez ayude a una vaca a parir. No podía ser muy diferente.

—Siéntate en el piso —ordené firmemente— yo te voy a sacar ese bebé.

—¡¿Estás loca?! ¡NO PUEDES SACARMELO! ¡TENEMOS QUE SALIR DE AQUÍ!

—¿Están bien? —preguntó una voz desde afuera y la manija de la puerta se empezó a mover.

—¡NO! ¡MI HIJO YA VA A NACER! ¡LLAME A UNA AMBULANCIA! —gritó Yeri desgarradamente, y luego empezó a respirar como nos dijeron que lo hiciéramos en esa clase a la que fuimos.

—La puerta está atorada pero ya llamamos a la ambulancia, quédese tranquila, todo va a estar bien.

Suspiré profundamente y empecé a hacer las respiraciones con ella. Mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo y lo saqué rápidamente, esperando a que fuera Joy diciéndome que ella no estaba borracha y que llegaría a nosotras en un momento.

—¡¿Joy?! —contesté.

—No, soy yo de nuevo —dijo Seulgi— ¿Por qué me colgaste, Irene? ¿Ya no me quieres más? Yo te amo...

—¡Cuando no estés borracha vamos a hablar! —grité y colgué de nuevo. No me interesa lo linda que sea, no voy a perdonarla. Ahora parece una maldita alcohólica, borracha todo el tiempo.

Abrieron la puerta a la fuerza por fin después de como diez minutos y la ambulancia iba llegando. Dos tipos sacaron a Yeri del probador y tuvieron que arrancarle el vestido con unas tijeras, partiéndolo por la mitad porque ya no había tiempo y no lo podían sacar por las buenas, estaban todos angustiados porque al parecer lo de la sangre era algo malo y luego la metieron a la ambulancia con sólo esa ropa interior... Oh, pobre Yeri. Podía sentir su humillación como si fuera la mía.

—Arruiné mi vestido, lo manché de sangre y placenta y ellos lo rompieron —gimió lloriqueando en la ambulancia— y ahora todos me vieron con esta estúpida ropa interior... ¡AAAAHHHH!

—Tranquila —murmuré— no pasa nada, tienes que relajarte.

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Sunmi, Jackson y Wendy llegaron al hospital y se sentaron conmigo. Estaba sola ahí porque mi tonta hermana y mi tonta novia estaban borrachas, desmayadas o lo que sea. Y mi mejor amiga estaba metida en una habitación, teniendo una cesárea de emergencia.

—Las chicas están en el apartamento de Seulgi —dijo Jackson tratando de tranquilizarme cuando empecé a soltar mil cosas de como estaba preocupada por ellos— todos están ahí, a mí me invitaron pero tuve que ir con Sunmi a una comida, por eso no fui.

—¿Siempre ha sido así de borracha? —me quejé, con mis manos apretadas en mis ojos. Lo que sí sabía era que mi hermana no lo era. Nunca había sido de tomar y no quería que Seulgi la llevara por malos pasos.

—Uhmm, pues, sí —contestó tímidamente, como si fuera a golpearlo o algo— digo, no es una alcohólica pero definitivamente siempre ha sido así.

—Lo voy a golpear —gemí con mi cara aun enterrada en mis manos—. Lo voy a golpear tan fuerte...



Maratón 2/5

Real life, Real Love (Seulrene G!P)Where stories live. Discover now