Capítulo 27

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{Irene}

Odio a Yeeun.

Ella fue toda una tremenda perra conmigo cuando llegué, y sólo entramos con Seulgi y se convirtió en señorita simpatía. Y Seulgi no le había dicho que tenía novia. Tiene a esta rubia guapa que usa ropa sexy de secretaria, joven y "simpática" y no le había contado eso. Entonces supongo que tampoco sabe que tiene dos hijos.

—¿Qué pasa? —preguntó Seulgi segundos después.

—Estoy viendo alrededor... —mascullé sin mucha importancia y sin verla a los ojos. Y creo que parte de mí estaba medio nerviosa por lo que en realidad había ido a hacer. Seducirla. Otra vez. Bueno, la última vez cuando Sunmi y Wendy querían que lo hiciera en realidad no lo hice, sólo tuve una crisis emocional y "la violé" como dice Seulgi. Pero, no hubo en realidad seducción. Y ahora ya no quiero hacerlo.

—¿Te gusta? —preguntó de nuevo, incomoda.

Era la oficina más bonita que había visto. Bueno, la única en realidad. Tenía una pared gigante de puras ventanas, y se podía ver perfectamente para fuera pero de desde fuera no se veía nada, sólo funcionaba como espejo. Tiene un escritorio enorme de madera negra, súper elaborado y con un montón de papeles sobre el. Una computadora Mac, de las grandotas. Un sillón gigante negro, como los que tenía en el apartamento pero más grande y una televisión delgada más grande de la que compró para nuestra habitación, aunque pareciera imposible.

—Es genial —murmuré y regresé la vista a ella, que me veía con el ceño fruncido— ¿Que pasa?

—¿Conmigo? Nada. No quiero preguntar a qué vienes porque sonará grosero o como si no te quisiera aquí, pero de verdad no sé que haces aquí. No habías querido venir antes.

—Creo que las oficinas son deprimentes —repetí lo que siempre le decía— sólo quería venir a saludarte ¿Está mal? Puedo irme si quieres.

—No es eso, lo sabes —puso los ojos en blanco y sonrió, abriéndome los brazos para que me acercara a ella. Nos sentamos en el sillón, más cómodo de lo que esperaba y nos abrazamos ahí un rato, hasta que sentí algo enterrándose en mi cadera y lo saqué, enseñándole el control a Seulgi— oh, es mi control de Xbox... ¿Sabes? este era un lugar aburrido hasta que me compré un Xbox. Ahora es un escape para los videojuegos, es lo que hago en todo el día.

—Obvio —me burlé, acomodándome a su lado de nuevo— la gente usualmente trabaja en las oficinas, y luego estás tú, jugando con tu caja todo el día.

—Xbox —corrigió poniendo los ojos en blanco— oye, creo que me gusta esta falda.

—¿Sí? —pregunté con voz dulce mientras ella pasaba sus dedos por mi muslo derecho— ya sabes, te la puedo prestar en cualquier momento.

—Genial. Justo estaba pensando en ir una fiesta este viernes, ahora con esa falda todos van a estar detrás de mí —bromeó guiñándome un ojo— por cierto, es verdad acerca de la fiesta. Es de un compañero de Sehun o algo así.

—Bien. Diviértete.

—Tú vas a venir conmigo, tonta.

—Uhm, no. Alguien tiene que cuidar a tus hijos.

—Hay en este momento más de diez mujeres que pueden ser tus niñeras gratuitas. Y además quiero... quiero pasar un rato contigo. A solas.

—Estamos pasando un rato a solas ahora mismo, bebé —le dije encogiéndome de hombros y mirándola inocentemente, como si no supiera a lo que se refería.

—Joohyun, me refiero a... un rato... a solas —trató de explicarme, moviendo las cejas y abriendo los ojos tratando de dármelo a entender. Esto es tan gracioso.

—Ahaaaaa... —asentí, aun con esa mirada de inocencia, y le sonreí recalcando que estábamos a solas, pero Seulgi sólo gimió y miró al techo un segundo.

—Quiero decir... como pareja. Un... rato. Ya sabes —murmuró de nuevo con esa mirada suya. Y yo traté de no reír por eso ¿Que tan difícil era decirme que quería tener sexo conmigo? Digo, tenemos dos hijos. Es normal.

—Seul —puse una mano en su hombro y me acerqué mas a ella— no te entiendo, estas diciendo ¿Como una cita? ¿Ir a cenar?

—Sí, una cita.

—Nunca... nosotras hemos tenido una cita de verdad —me di cuenta de repente, mirándolo tristemente. Esto es malo— hemos estado juntas por un montón de tiempo, tenemos dos hijos ¡Y nunca hemos tenido una maldita cita!

—Irene, no sé si recuerdes que nunca fuimos nada más que mejores amigas hasta que me violaste esa noche y me embarazaste... ¿Que tan difícil era conseguir un condón, eh? Y bueno, cuando regresaste estuvimos todo el tiempo con el embarazo, y ahora estamos todo el tiempo con los niños.

—Tienes razón, podemos ir a una cita este viernes —le dije asintiendo, y ella sonrió como si por fin yo hubiera entendido lo que me estaba tratando de decir— sií, podemos ir cenar a un lugar elegante y luego... regresar a casa con los niños y ya.

—Pero... uhmm, no has entendido lo que quiero decir ¿O sí?

—¿Lo de la cita? Claro.

—No, Irene, no sólo la cita. Quiero que... pues eso —su mirada desesperada me hizo reír fuertemente— lo sabías desde el principio ¿no? Eres una bruja.

—Eres tan linda, pequeña —me burlé, levantándome de su lado y poniéndome como si nada sobre su regazo, ignorando su risa sarcástica y agachándome para besar sus mejillas y su cuello— quieres que hagamos el amor otra vez ¿Es eso? Ha pasado un largo tiempo...

—Largo, largo tiempo —estuvo de acuerdo, suspirando bajito y pasando sus manos fácilmente por debajo de mi falda— las primeras veces por lo general son un fiasco. Yo ni siquiera recuerdo la mía.

—No fue un fiasco —repuse, mirándola mal. Sí, me dolió como el infierno al principio, pero después... no.

—Me comparaste con un pepino violador.

—Si eso no es un buen cumplido, no sé que lo sea.

—Eres una tonta —se rió, besando mi cuello.







Bueno nenes, eso es todo por hoy, espero que les haya gustado, los amoooo

Real life, Real Love (Seulrene G!P)Where stories live. Discover now