Capítulo 11

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—Eres tan gracioso, Sehun —murmuré con sarcasmo y los ojos entrecerrados hacia él— en fin, eso fue todo, todo lo que pasó. Mis cartas ya están sobre la mesa y no tienen derecho de odiarme...

—¡Estuviste muerta por tres minutos, eso es tan genial! —exclamó Seulgi a mi lado, abrazándome más fuerte y con una sonrisa grande— ¿Te puedo llamar zombie, muerta viviente, fantasma, o algo realmente genial como eso?

—No, Seulgi, no puedes —contesté cansada— me voy a enojar si vuelves a decir algo parecido a zombie ¿Está bien?

—Bueno, bueno, lo siento —murmuró— Sehun tiene la culpa por darme la idea.

—¿Y...entonces cual es la razón por la cual no sabes el sexo de tu bebé? —preguntó Sunmi acomodando a su hijo en sus brazos.

—Ella sólo no quiere saberlo. Quiere que "sea una sorpresa" o algo así —respondió Seulgi por mí, Wendy rió y negó con la cabeza— pero yo sí quiero saber.

—Peeeeeero, lamentablemente no vamos a saberlo hasta que salga de mi panza porque será emocionante saberlo hasta entonces —concluí, sonriendole de la manera más tierna que pude a Seulgi y acurrucándome más en ella— ¿Verdad?

—Uhmm... no —contestó— yo realmente quiero saber qué es. Tenemos que ponerle nombre a la cosa y además comprarle juguetes y todo eso y... oh demonios, necesitamos comprar una casa.

—¿Una casa?—preguntó Sehun sorprendido— puedo sacar mis cosas de la otra habitación, no te preocupes por eso, ahora tengo donde ponerlas.

—No, no es por eso —dijo, pensando— este es más bien un apartamento de soltera y no es para una familia... una casa suena bien... y... sí, más adelante de todos modos la necesitaríamos...

Suspiré tranquilamente procesando la idea, porque era verdad que necesitaríamos un lugar más grande, y me quedé un momento recargada en ella, tomando su mano y pensando en mi vida que había pasado a ser, finalmente, adulta. 

Sí, yo no era la mujer más madura del mundo, pero no importaba porque ahora tendría un hijo, una novia que sería más como mi esposa y hasta estaba pensando en la idea de tener más hijos y en comprar una casa familiar.

Con el dinero de ella, obviamente, porque Joy y yo nos estábamos muriendo de hambre, siendo pobres o algo así, pero no eramos ricos y millonarios como Seulgi tampoco, y yo no hacía nada para vivir, demonios, ni siquiera había terminado la secundaria.

—Suena como algo grande —dijo Sunmi, mirándonos con una sonrisa— esto es... esto es raro y algo realmente grande, Irene, sólo tienes 17 años.

—Lo sé, sé que es raro pero... pues, esto es lo que es y me tengo que adaptar.

—¿Estás bien con lo de comprar una casa nueva, cierto? Si es que tú no quieres podemos quedarnos aquí, la decisión es toda tuya —murmuró Seulgi con su boca pegada en mi frente.

—Estoy bien con eso, supongo... yo no sé, de verdad no sé nada —susurré sintiéndome de pronto asustada de toda la realidad— no sé cuidar niños, no sé nada de la vida adulta...

—Yo tampoco, linda, pero trataremos de averiguarlo juntas.

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—Monte Carlo, numero 117—murmuró Sehun andando lentamente y mirando las casas con detenimiento.

Estábamos todos metidos en el auto de Sehun buscando el hogar de la chiquilla tonta que compró a mi Kkangseul, y que más valía que me lo entregara.

—Ustedes dos son tan lindas —murmuró Wendy mirándonos atontada a un lado de mí— recuerdo cuando hablábamos de lo perfecta que es Seulgi, y tú te ponías deprimida y nunca querías creer cuando te decía que ella sentía algo por ti...

Real life, Real Love (Seulrene G!P)Where stories live. Discover now