Capítulo 32

743 115 9
                                    

—Yo... me estás confundiendo demasiado, deja de hacerlo, en serio —exigí, levantando las manos hacia ella para que se callara cuando abrió su boca de nuevo— yo no estoy deprimida, quiero decir ¿Por qué podría estarlo? No hay posibilidades. Seulgi es perfecta, lo es. ¿Y qué si tiene un problema con la bebida? Me ama y ama a los niños, ama a nuestro cerdito y ama a su gata. Yo hago ese tipo de cosas todo el tiempo, finjo situaciones.

—¿Y por qué crees que lo haces? ¿Quizás tu vida no es como tu quisieras que fuera?

—Exacto, pero a todo el mundo le pasa eso ¿No? No creo que nadie tenga exactamente lo que quiere, pero siéndole sincera, yo tengo casi todo lo que alguna vez he deseado.

—¿Y qué sería eso?

—Bueno, tengo a la chica de mis sueños, literalmente, con cada uno de los puntos ya tachados. He echo cada cosa que escribí en mi lista, quedando pendiente la segunda. Tengo dos hijos, molestos y llorones, pero los amo. Tengo un cerdo que es precioso y una gata que no me cae del todo bien. Vivo en donde siempre quise vivir, rodeada de todas las personas que quiero. No podría pedir más, nunca me suicidaría.

—No estoy tan segura de eso ya que, nuestro guía Jaebum, te encontró a menos de cinco centímetros de saltar al río.

—No lo iba a hacer —repetí, poniendo los ojos en blanco y levantando mis manos al cielo, luego murmuré, más para mí que para ella— una vez acabé en la cárcel por algo como esto, pero Seulgi se va a burlar de mí por siempre cuando sepa que terminé aquí.

—¿Seulgi te trata mal? ¿Te humilla y se burla de ti? —preguntó preocupada. No pude evitar reírme.

—Bueno, es mi mejor amiga, su trabajo es humillarme y reírse de mí, yo la humillo y me burlo de ella todo el tiempo.

—Oh...

—¿Puedo llamar a Seulgi ahora? Estoy segura que para estas horas ya está despierta y sobria.

—No. Yo hablaré con ella, querida, sólo dame su numero y le diré unas cuantas cosas, porque estoy segura que después de esto, no querrás volver aquí, y lo único que quiero es asegurarme de unas cuantas cosas.

{Seulgi}

Gemí fuertemente con agonía y aplasté con brusquedad mi cara con mis manos maldiciendo en silencio mientras pensaba en lo mierda que era. Pocas veces había estado así de arrepentida y preocupada. Estaba enojada conmigo misma y si pudiera, rompería mi propio culo, porque me lo merecía de verdad. Era la imbécil más grande de toda Inglaterra. De todo el continente.

Wendy me despertó hace dos horas con una jarra completa de agua helada tirada directamente a mi cara y regaños que no pude entender muy bien. Me dio un café súper cargado y unas pastillas y me dejaron totalmente sobria, lo cual hizo que cayera en cuenta de lo imbécil que había sido y que me sintiera como una mierda pisada.

Eran ya las cuatro de la mañana, nuestra cita se había ido al carajo completamente, por mi culpa e Irene estaba perdida en Londres. De nuevo.

—No está en ninguna banca, Seulgi ¿Por qué creerías que está ahí? —me preguntó Wendy completamente enojada llegando a mí.

—La última vez que se perdió vino a dar aquí y se quedó a dormir toda la noche en una banca —le expliqué, y no pude evitar soltar una pequeña risa. Una pequeña porque no estaba de humor— me siento como una mierda.

—¡Eso es lo que eres! —gritó Wendy aventando sus manos al aire— ¿Por qué demonios tenías que tomar tanto, imbécil?

—No tomé mucho, maldita sea —Gemí frustrada de nuevo y pateé un bote de basura— eso era alcohol adulterado supongo, sólo me tomé dos vasos y terminé así.

—No me importa Seulgi, el problema es que jodiste todo e Irene estaba tan emocionada con esta noche, te lo juro...

—Ya no digas nada, sólo me hace sentir peor por algo que no fue mi maldita culpa.

—¡Es que no tenias porque...

Antes de que siguiera con su griterío histérico, mi celular empezó a sonar. Lo saqué rápidamente esperando que fuera Irene, pero el identificador sólo apuntaba un número desconocido. Estuve a punto de ignorarlo pero quería saber quien demonios me estaba llamando a esa hora.

—¿Sí?

—¿Con la señorita Kang Seulgi? —preguntó una voz femenina del otro lado. Fruncí el ceño e hice un sonido afirmativo con mi garganta— mi nombre es Park Chaeyoung y le estoy hablando desde "De vuelta a la vida" un lugar donde ayudamos a las personas con problemas de depresión a sobrellevar el dolor.

¿Que demonios...?

—Lo que sucede es que su novia Irene está aquí con nosotros —explicó, su voz sonando un poco preocupada y yo me quedé congelada un segundo, perdida. Parpadeé varias veces y negué con la cabeza hacia Wendy, quien me miraba confundida.

—¿Quien es? —preguntó ella, pero lo ignoré.

Un lugar donde ayudan a gente con problemas de depresión. Irene está ahí. ¿Que demonios está pasando?

—¿Sigues ahí, Seulgi? ¿Te encuentras bien? Tu novia mencionó que estás borracha.

—Ya no lo estoy... —murmuré, poco convincente— ¿Donde está ella? ¿Por qué... por qué está ahí? Ella no está deprimida, es la persona menos deprimida que conozco...

—Nuestro Guía la encontró apunto de suicidarse —me explicó— la trajo aquí y nosotros tratamos de ayudarla, pero ahora nos está pidiendo que la llamemos a usted.

—Irene no se iba a suicidar, eso no es jodidamente posible, maldición —grité, jalándome los cabellos e ignorando a Wendy preguntándome que diablos estaba pasando, me arrebató el teléfono y comenzó a hablar con esa mujer mentirosa.

Sí, Irene estaba de seguro molesta conmigo, enojada, furiosa, frustrada e incluso podría estar triste. Yo estaba triste. Pero no había manera en que se fuera a suicidar por eso, o por cualquier otra razón, simplemente no era posible. Ella era feliz conmigo como yo lo era con ella ¿No? Sí, estoy seguro que sí. La falta de sexo tampoco debería de ser un factor determinante para querer acabar con su vida, quiero decir, yo llevaba como un año sin nada de acción además de esa que tenía conmigo misma y aunque estaba apunto de explotar, tampoco me iba a matar por eso.

—Vamos, me dieron la dirección —dijo Wendy y me tomó por el brazo fuertemente— será mejor que vayamos a pie, está cerca. 

Real life, Real Love (Seulrene G!P)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن