Capítulo 31

694 109 6
                                    

—Jaebum, Im Jaebum —contestó mirándome fijamente, y no pude esconder la risita que se me salió cuando pensé en su nombre— ¿Qué?

—Es sólo que es muy gracioso que te llames Jaebum, suena a una bomba, Jae-bum —expliqué, riendo de nuevo— es demasiado gracioso, no me digas que nunca has pensado en eso o que nadie te lo ha dicho.

—Bueno, sí, todo el tiempo —dijo rascándose la nuca un segundo— mis primos me dicen bomba, pero no lo encuentro gracioso para nada.

—Oh... —traté de ponerme seria ante su cara de incomodidad, pero sólo logré reírme de nuevo y sacarle una sonrisa— lo siento, es que...

—No, está bien. Me alegro de que puedas divertirte en estos momentos, por lo usual la gente deprimida no ríe mucho.

—Oh, eso es porque soy una chica deprimida muy feliz —mentí, dejando de reír— yo... uhmm, pues, intento sobrellevar mi vida complicada y sonreír un poco a pesar de los momentos duros.

—Lo entiendo, es bueno que pienses de esa manera, y si no te importa... ¿Me dirías que pasó hoy, que te hizo tomar esta decisión?

—Uh-uh, yo um-yo —tartamudeé. Pensando en cosas deprisa, lo que pasa cuando estoy bajo presion, estaba pensando en que Jaebum era demasiado tierno y lindo y preocupado por mí como para mentirle pero también en que no me creería si trataba de decirle la verdad— de acuerdo, te contaré la verdad. Llevo un tiempo pensando en hacer esto. Vivo en un pequeño apartamento de mala muerte y hoy unas amigas me invitaron a esta fiesta en un barrio incluso más feo que el mío, entonces fui y... mi novia se puso borracha, me golpeó en frente de todos, mis amigas no hicieron nada para ayudarme y yo sólo... yo sólo cedí ante la presión de... ante la presión de ser perfecta. La sociedad de hoy en día es tan exigente que yo simplemente me di por vencida. Soy gorda, fea, nadie me quiere, mi novia me pega, se pone borracha y arruina las malditas citas y... y mis compañeros de escuela me hacen bullying por ser coreana. Todo eso es demasiado fuerte.

{}

—Mire, yo sólo vine aquí para no hacer a mi amigo de Jaebum sentirse mal por equivocarse de chica —le traté de explicar a la mujer, que por cierto era un poco más insistente y molesta que Jaebum— se supone que hoy tendría una cita con mi novia y decidimos ir primero a una fiesta de fraternidad con un amigo, entonces ella se emborrachó un poco, yo la llevé a casa de una amiga para dejarla ahí hasta que se le pasara y yo salí a caminar, cuando menos lo pensé ya estaba en el puente y yo... pues, tengo estas ideas locas a veces y sólo me puse a imaginar como sería si yo estuviera toda deprimida de verdad y cómo trataría de suicidarme, pero entonces llegó él y no lo puedo convencer de que todo esto no es necesario.

—Irene —susurró ella, dejando su pluma a un lado y tomando mi mano— no te estoy juzgando, no te estoy cuestionando y te creo. Pero si tu novia se emborrachó y arruinó su cita y tú estabas triste por eso, inconscientemente pudiste haberte tirado por el puente. Puede ser que estés realmente deprimida y aun ni siquiera te das cuenta. Si hiciste ese simulacro es porque de alguna manera has pensado en acabar con tu vida, de verdad.

—No, no —negué, perdiendo vehemencia y confianza— sé que Seulgi cuando esta borracha arruina todo pero sólo toma en fiestas y... y cuando no lo hace es perfecta. La amo y no hay manera en que esté deprimida. Estoy riendo todo el tiempo y tengo dos hijos, siempre juego con ellos. Yo...

—¿Tienes hijos? —preguntó, pareciendo sorprendida y no muy feliz. Asentí hacia ella con inseguridad. Maldita mujer, me quiere volver loca. Literalmente— ¿Cuantos?

—Dos. Son gemelos. Los tuve a los dieciséis, son de Seulgi —ella levantó las cejas, como si comprendiera la situación. Pero realmente no lo hacía, y yo no quería contarle los detalles— antes de que diga nada, nosotros lo hicimos sin protección porque estaba pasando por tiempos difíciles y nunca pensamos que me quedaría tiempo para eso, jamás estuvo en nuestros planes...

—Espera, déjame decirte todo esto desde mi punto de vista ¿está bien? —preguntó, no me quedó más opción que asentir— tuviste un embarazo a los dieciséis años con tu novia de...

—Dieciocho.

—De dieciocho cuando estabas pasando por tiempos difíciles. Ustedes no se preocuparon por protección porque pensaron que eso no sería posible. Tuviste dos niños en lugar de uno y, permíteme adivinar, ¿Tu novia se volvió loca cuando lo supo?

Tuve un destello en mi mente cuando lo mencionó, un recuerdo, de cuando Seulgi actuó como una loca en el momento que se enteró de que iban a ser dos y luego vomitó por todo el lugar. Tragué saliva y asentí de nuevo.

—Me lo suponía. Dices que no está borracha todo el tiempo, sin embargo me parece que ya estás acostumbrada a sus borracheras, tanto que en lugar de quedarte preocupada por ella, simplemente la dejaste con una amiga, sabiendo perfectamente cuanto tiempo estaría en ese estado y cómo actúa cuando lo está. Ella arruinó su cita de esta noche y tu la culpas, estabas culpándola mientras caminabas al puente. Estabas culpándola mientras te asomabas por ahí e, inconscientemente, deseaste poder morir —concluyó, sin titubear ni un solo segundo. Yo simplemente no sabía que decir— un noviazgo juvenil pocas veces funciona. Muy pocas, Irene. Y un noviazgo juvenil con hijos y alguien alcohólico, sólo está destinado al fracaso. Incluso si ella te ama y ama a sus hijos, no puede con tanta presión. Ninguna persona puede, y menos una adolescente. Si ella fuera madura y estuviera preparada, tomaría, pero jamás llegaría al extremo de ponerse borracha y menos si te prometió una cita. Ella no puede con esto y tú tampoco. Las personas con más problemas están riendo todo el tiempo porque quieren demostrarse a sí mismas que no tienen nada de que preocuparse, pero la verdad es todo lo contrario.

Entonces el conocimiento me golpeó. Estaba realmente deprimida y Seulgi también. Nunca me di cuenta, oh cielos, nunca me imaginé que pudiera suceder. Yo pensaba que era feliz, pero no lo era... no realmente, de todos modos. Y deseaba suicidarme, incluso si no lo deseaba realmente...

Estaba confundida y perdida. Pensando que de cierto modo me estaban lavando el cerebro pero pensando también en la posibilidad de que lo que esa mujer estaba diciendo fuera cierto.

Maldita sea ¿Estoy deprimida, o no? ¿Desde cuando es tan difícil para alguien darse cuenta de eso?

Real life, Real Love (Seulrene G!P)Where stories live. Discover now