Real life, Real Love (Seulrene G!P)

Capítulo 26

Entonces... Toda la cosa de ser mamá, bueno, sí me tomó por sorpresa, y sí me hizo sentir muy insegura e impotente, y casi me arranco el cabello por las noches al pensar en cómo demonios íbamos a hacer Irene y yo para cuidar no sólo a uno, sino a dos bebés, pero han pasado dos meses desde que llegaron a nosotras y me di cuenta de que no es tan difícil, y no es tan malo como parece. Bueno, al menos no todavía.

Eunbin es un ángel, oh, mi ángel. Se porta tan bien que aveces pensamos que ya está dormida, pero en realidad está jugando con algo en total silencio. Pero Doyoung... bueno, él es como un niño normal, o incluso uno peor que los normales. Es como si toda la maldad y locura de nosotros se hubiera ido directamente hacia él y Eunbin fuera un experimento que nos dieron de regalo para compensarlo. Mis tías se vinieron a vivir a Londres para ayudarnos con los bebés, lo cual agradezco, y Yeji ha estado recibiendo un montón de amor y atención por parte de todos porque sienten que quizás pueda estar celosa por los niños, pero ella los ama.

Entonces, a pesar del llanto de Doyoung, es fácil lidiar con ellos, y nos dejan dormir casi toda la noche completa, y hemos estado saliendo con los chicos casi todos los días, así que no veo el hecho de ser mamá como algo que me retenga de hacer lo que quiero o algo así.

Vivir con Irene ahora que ya no hay amor secreto, enfermedades o embarazo es algo malditamente perfecto. Aun no tenemos intimidad y eso me ha estado poniendo medio alterada y frenética últimamente, pero ella ya puede hacer cosas normales y sólo tenemos que esperar a que se dé el momento. Esperemos que pase pronto. Pronto, por favor. Estoy jodidamente rogándolo.

—¿No tienes que ir a trabajar? —preguntó Irene bostezando y alimentando a los niños con una papilla, que esta muy deliciosa, cuando me vio llegar con nada más que un pantalón de pijama a la cocina.

—Anoche convencí a mi papá de que me dejara entrar más tarde —contesté riendo por su boca abierta y mirada incrédula. Tomé una de esas papillas de durazno y una cuchara y reí de nuevo— cierra la boca, nena.

—¿Sabes lo afortunado que es tu trasero perezoso? Diablos, sólo trabajas cinco horas, no haces nada y sigues ganando lo que hombres y mujeres de cuarenta años trabajando toda su vida sólo podrían soñar. Ah, y tienes el descaro de pedir días libres —terminó riendo a carcajadas, haciendo que Doyoung riera también, cómo si entendiera— y te sigues comiendo la comida de bebé.

—Beneficios de ser la hija dolida del jefe. Me he estado aprovechando un poco de que mi novia está discapacitada, mis hijos acaban de nacer y de que mi papá me odió y me hizo sufrir varios años. Mi nuevo Ferrari es una muestra de que el dinero compensa el amor de padre —le guiñé un ojo— y esta cosa es la comida de bebé más deliciosa que existe, no me digas que no te has comido algunos.

—Bueno, sí —admitió, tirando a la basura los envases vacíos— creo que tú y yo nos los hemos estado acabando y no ellos. Y creo que no deberías estarte aprovechando tanto del dinero de tu papá, pero sé que lo seguirás haciendo así que dejemos el tema por la paz —besó las cabezas de Doyoung y Eunbin y se acercó para sentarse sobre mi regazo a horcajadas— ¿Sabes qué encontré?

—¿Qué? —pregunté tomando sus muslos y colocándola más cerca de mí.

—Mi nueva lista —respondió con una sonrisa brillante. Algo en mi interior lloró y sonrió al mismo tiempo.

—¿Me dirás el primer punto?

—Todo a su tiempo, chica de mis sueños, todo a su tiempo...

{Irene}

Odio cuando Seulgi se va a trabajar porque me quedo extrañándola como desquiciada desde que se va hasta que regresa y sé que de todos modos no hace nada. Sólo va, saluda a la gente y se queda sentada en la gigante oficina que su papá le dio hasta que se acaba su tiempo de trabajo. Es injusto para otras personas que se tienen que esforzar, pero acepto que estoy alegre de no tener que preocuparme por el dinero ni tener que preocupar a mi hermana tampoco.