17. El otro cazador II - Chris

388 105 33
                                    


Chris - Pennsylvania

Carretera hacia Philadelphia, gasolinera – 22:20pm


Hace muchos años desde la última vez que vi a Byron, pero la alegría de volver a verlo sigue siendo la misma. Solamente desearía que fuera en circunstancias diferentes. Le extiendo la mano para darle un apretón y él me lo devuelve con fuerza.

― ¿Qué haces aquí? ― me pregunta. Supongo que tal vez piense que algún trabajo me ha podido traer hasta este asqueroso motel, pero nada más lejos de la realidad.

― Podría preguntarte lo mismo - respondo, intentando no sonar demasiado evasivo. ― ¿Algo relacionado con el trabajo?

― Byron... ― empieza a murmurar la niña que he visto momentos antes.

― Vete al coche, Cassie ― le responde mi amigo. No parece prestarle mucha atención

― Pero... ― empieza ella no muy convencida y mirándome con... ¿miedo?

― Vete al coche ― ordena Byron. Espero que no distinga el su rostro el mismo miedo que yo.

Veo cómo la niña, Cassie, me mira por última vez antes de irse al coche con pasos lentos y sin apartarme la vista de encima. Los dos salimos fuera de la gasolinera. Es mejor que dos cazadores no hablen en presencia de otras personas.

― Creía que cazabas solo ― le comento haciendo un gesto en referencia a la niña.

― Sí, bueno..., ― responde él sin darle demasiada importancia ― no será por mucho tiempo. ¿Y tú? ¿Desde cuándo cazas solo?

Desde que un puto demonio entró en mi cuerpo, no puedo evitar pensar. Pero no lo digo. Es un tema muy peliagudo, incluso para cazadores ya curtidos como nosotros. Además, han pasado muchos años y Byron ya no es el mismo que vi hace cuatro años.

― Desde hace unos meses. Mi padre ya está mayor ― Y no pienso andar cerca de él con un demonio dentro de mí, pienso para mí mismo. Luego, vuelvo al tema anterior. ― Aún así, ¿una niña? ¿Desde cuándo te has vuelto canguro?

Teniendo en cuenta la última vez que vi a Byron, lo último que esperaba encontrarme con él era una niña pequeña.

― Desde esta mañana ― responde, a lo que no puedo evitar abrir los ojos con cierta sorpresa.

Él se queda un rato en silencio, contemplándome, y sé lo que está pensando, por lo que su pregunta no me toma por sorpresa.

― ¿Y tú? ¿Desde cuándo eres un portador de runas? ― dice señalándome el brazo. ― Parece que tengas todo el libro ahí tatuado.

Me miro los tatuajes de las runas que asoman por mis brazos con cierto cansancio. Prácticamente cada semana debo tatuarme una runa nueva para mantener la prisión del demonio y mi propia fuerza física y mental y no caer vencido y poseído.

Tal vez podría contárselo. Tal vez él conozca o sepa de alguien que pueda ayudarme...

"Esa niña se ve tan deliciosa Chris. Además, parece que es especial. ¿Sabes que las almas especiales son todavía más deliciosas?"

Empiezo a notar una gran presencia. El demonio está intentando dominarme de nuevo. Siento cómo mi consciencia es engullida por una oscura presencia momentáneamente, pero con un gran esfuerzo consigo reponerme. No, Byron no puede ayudarme. No creo que sepa tampoco cómo librarse de él. Y, cómo cazador, sé cuál sería su primer pensamiento, incluso aunque en el pasado fuéramos familia.

― ¿Chris? ¿Tío, estas bien? ― me pregunta.

En estos momentos debo hacer una cara verdaderamente horrible y la suya refleja sincera preocupación.

― Sí ― miento. ― Es solo falta de sueño. Estos días no he podido dormir muy bien.

Sin embargo, sé que sigue esperando una respuesta por mi parte.

― Los tatuajes... siempre soy de la opinión que más vale prevenir que lamentar.

Sé que es escéptico. Ojalá me crea.

HUNTERS ~ vol.1 | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora