2. Un tour grotesco I - Micah

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Micah - Philladelphia
Fabrica, Nov. 07:00 am


A nuestro alrededor la gente se ha dispersado y nos hemos quedado solos otra vez. Nevent se ha alejado por primera vez desde que Caleb vino con él y aún entonces parecía reacio a hacerlo. He estado observando su comportamiento y algo no consigue dejarme tranquilo. Es como si Nevent le vigilara... Está pendiente de cada uno de sus movimientos.

Abel se acurruca con cuidado contra mi costado. Sus dedos rozan el apósito de venda debajo de mis costillas y me hace sisear de dolor. Aquel quita enseguida la mano, luciendo arrepentido.

—¿Te duele?

—No mucho —miento para que no se preocupe, aunque veo más dolor en sus ojos transparentes que cualquier tipo de dolor que yo pueda llegar a sentir.

—¿Cuánto tiempo nos quedaremos? —pregunta Abel sin mirarme, cerrando los ojos y ocultando el rostro a la sombra de mi barbilla.

Suspiro sin saber qué responderle y echo un vistazo a nuestro alrededor.

No habíamos tenido un sitio fijo donde estar desde que dejamos la casa de nuestros padres y estoy agradecido de tener por lo menos un respiro hasta que tengamos que irnos y todo vuelva a la normalidad. Aunque sea la realidad impredecible y agitada de los últimos meses cuidando de mi hermano pequeño...

—Ese hombre —masculla Abel—... Es malvado.

Le insto a seguir, buscando su rostro. Él me lo da de lleno, pero me hurta la mirada. 

—No digas eso. Nos ha dejado dormir aquí y no parece que le molestemos mientras no interrumpamos sus tareas.

—El hombre rubio no. El otro.

Noto que sus ojos rozagantes de dirigen como flechas en la dirección en la que Nevent se ha marchado y empiezo a comprenderlo.

—No —intento disuadirlo—. No, Abel. No lo es.

Abel baja la vista y sus dedos acarician suavemente la zona de tela de mi ropa que oculta las vendas. Su toque es tan ligero y suave que no me provoca dolor.

—Sí lo es. Él te hizo daño.

—Intentaba protegernos. Aún después de que ambos le desobedeciéramos y nos pusiésemos en peligro.

Mi hermano me mira ceñudamente y percibo que su labio inferior sobresale de manera obstinada.

—Aún así.

Suspiro. Sé que no hay forma de que Abel vaya a perdonarle por eso. Necesita tiempo y darse cuenta por sí solo. Nevent parece un tipo rudo y poco amable en el exterior, pero me siento extrañamente seguro cerca de él. Y el hecho de que nos esté ayudando pese a los problemas que le hemos causado solo prueba que no puedo estar tan equivocado. Aún no sé qué es lo que se traiga entre manos con Caleb... pero mientras tanto, considero que es lo justo confiar en él.

—¿Los echas de menos? —me pregunta Abel, y me sorprende con la guardia baja. Se a qué se refiere; pero prefiero fingir que no y dejar que él mismo se explique.— A mamá y papá... —masculla únicamente y un súbito tirón crispa casi imperceptiblemente sus facciones.

No sé qué decirle. No estoy seguro de si los extraño o no. No he tenido tiempo de pensar en eso. Desde que huimos de nuestro pueblo me hice inmediatamente cargo de Abel. No he podido llorar ni lamentar lo que pasó. Uno de nosotros debe ser fuerte. Si le hago sentir a Abel que no estamos a salvo sin nuestros padres cerca, entonces no quedará nada para él a lo cual asirse para sentirse seguro. No habrá ninguna razón para seguir adelante... Necesito que piense que soy fuerte, aunque frecuentemente tengo dudas de ello yo mismo.

Aún no sé si deberíamos confiar cien por cien en todas estas personas, sobre todo en Nikolas, y en Caleb, que apenas ha llegado y al cual Nevent no parece quitarle el ojo de encima... pero no quiero alarmar a mi pequeño hermano cuando por fin ha superado esas ansias iniciales del primer día que nos vimos obligados a convivir con ellos. Evado su pregunta.

—Estas personas... no son malas. No debes temerles. Nikolas... parece inofensivo si no lo molestamos. A Caleb... estoy seguro de que solo debemos darle tiempo. Pero tampoco deberías temerle a él. Quizás es una buena persona.

Abel se acurruca a mi costado. Se que le está resultando difícil, pero no podemos hacer otra cosa.

HUNTERS ~ vol.1 | COMPLETAWhere stories live. Discover now