HUNTERS ~ vol.1 | COMPLETA

9. El cebo II - Cassie

Cassie – Philadelphia

Shamrock Park – Nov 14.40pm

Esperamos en silencio, ocultos detrás de un seto bien cuidado tras unos jardines algo apartados de las casas, a unos pocos metros de Nevi. Él parece bastante tranquilo, fumando y mirando su móvil. Supongo que estará acostumbrado a ese tipo de... situaciones. A mi lado, Byron y Chris escrutan los alrededores, atentos a cualquier signo o movimiento. Yo cierro los ojos con fuerza, tratando de sentir algo. Ojalá pudiera dominar este don. Así, podría serles de más ayuda.

Un trueno lejano interrumpe el silencio, seguido de otro, y este a su vez de un relámpago. La tormenta está casi encima. El sol ya se ha tapado, y las nubes negras se acercan cada vez más rápido empujadas por el súbito viento que se ha levantado. Al cabo de pocos minutos, empieza a llover, y no tenemos paraguas. Me limpio el agua de la cara y trato de que eso no me desconcentre, pero lo hace.

— Argh – me quejo.

— ¿Qué pasa? — pregunta Byron.

— Me estoy mojando.

Él me contempla un instante y luego me coloca la capucha de la sudadera por la cabeza.

— Algo es algo – comento, encogiéndome de hombros.

Vuelvo a clavar mi vista en Nevent y sigo concentrándome.

No sé cuánto tiempo pasa cuando empiezo a notar algo. Una sensación amarga me invade el pecho, seguida de una fuerte presión. Es como una corazonada, pero de algo malo.

— ¿Sientes algo? — pregunta Byron, preocupado, pues ya reconoce los signos de cuando mi peligrómetro se activa.

No contesto, solo asiento con la cabeza. Keeper también empieza a gruñir. Él también siente algo.

— ¿Dónde?

Cierro los ojos con fuerza, tratando de localizar la dirección desde la que viene el peligro. No está lejos. De hecho, está cada vez más cerca. Arriba, abajo, encima, debajo, por todas partes. Maldita sea, ¡concéntrate Cassie! Esto es importante para Byron, tengo que hacerlo bien. Tomo aire por la nariz y lo suelto por la boca, despacio, tranquilizándome. Y entonces lo noto.

— Ahí.

Byron y Chris siguen la dirección de mi dedo, que apunta a uno de los tejados de las casas, sobre el que una figura delgada y agazapada salta a toda velocidad, precipitándose sobre Nevi.

— ¡Nevent, arriba! — grita Byron, saliendo de nuestro escondite a toda prisa.

Chris sale detrás de él, seguido de Keeper que rápidamente se les adelanta y, aunque no me dicen nada, sé que debo quedarme atrás. Pero cuando la criatura cae junto a Nevent, no puedo evitar cerrar los ojos, preparada para lo peor.