HUNTERS ~ vol.1 | COMPLETA

36. El peor problema posible II - Nevi

Nevi - Philadelphia

Laboratorios Gustav, Nov 01:35am

No sé si queda algo de Caleb, el muchacho adolescente, dentro de la cabeza de la criatura frente a mí. Lo que es en el exterior... queda muy poco. La agitación ha hecho que tanto la capucha de su cabeza como la máscara que le cubre la mitad del rostro caigan, dejando su identidad al descubierto, pero dudo mucho que, aún si las cámaras de seguridad pudieran captarle, lograran identificarle en su actual estado.

Debido al ciclo lunar, no ha podido llevar a cabo una transformación completa, pero aquello que gruñe encima del guardia que yace inconsciente en el suelo, definitivamente no es humano.

No sé si ha conseguido matarle o no, pero el hombre sangra profusamente y no se mueve.

—¡Reúnete con los demás y largaos! —le digo a Nee, reanudando mi carrera hacia Caleb. 

Aquel está a punto de propinar otro zarpazo sobre el rostro de guardia cuando salto sobre él, embistiéndole con fuerza el costado y tumbándolo en el suelo. Rodamos uno encima del otro un par de veces, evito otro zarpazo y luego aparto el rostro del suyo sólo una fracción de segundo antes de que sus fauces me alcancen. Sus garras son lo de menos. No estoy seguro de si un licántropo fuera del ciclo lunar que favorece su transformación sea capaz de convertir a alguien, pero no puedo tomar ese riesgo.

Giro una vez más hasta quedar encima de él y le aprisiono con todas mi fuerzas contra el suelo:

—¡Caleb! ¡Soy yo! ¡Soy Nevi! —le grito, quitándome también el pasamontañas de la cabeza y arrojándolo a un lado para ver si de esa forma consigue reconocerme. 

A estas alturas poco me importa hacer ruido. El infierno ya se ha desatado y es cuestión de tiempo antes de que nos veamos rodeados de más guardias de seguridad. La prioridad ha cambiado y ahora no es la de ser silenciosos, sino el calmar a Caleb y salir de aquí lo más rápido posible.

Desde mi posición puedo verle un poco mejor. Había visto antes en contadas ocasiones transformaciones incompletas, pero sigue siendo chocante el hecho de que la bestia de ojos ambarinos y mortíferos colmillos que se retuerce y ruge para librarse de mí, sea el muchacho inseguro y asustado al que le atemorizaba la idea de terminar asesinando a sus propios padres.

No le cuesta demasiado trabajo librarse de mí e intercambiar posiciones, tumbándome sobre el suelo e irguiéndose en toda su estatura, listo para volver a atacar.

—Caleb, detente ahora mismo —siseo entre dientes, poniéndome de pie frente a él, procurando no mostrarle ningún tipo de debilidad. 

Un licántropo sigue siendo en lobo en esencia. Un depredador. Un oponente mostrando miedo o debilidad se pondría de inmediato a sí mismo en posición de presa, por lo que confío en que mostrarme firme consiga ganarme unos instantes.

Alcanzo a ver desde mi nueva posición el sitio donde el disparo casi a quemarropa del guardia le ha abierto una herida a la altura del estómago, que le ha manchado la ropa de una extensa mancha rojiza y que aún gotea sobre el suelo, y que hubiese resultado mortal en cosa de pocos minutos para una persona cualquiera. 

Alguien como Nikolas o como yo...

Ha reaccionado debido al dolor, y se ha transformado como mecanismo de defensa, lo cual me da una pequeña esperanza de poder calmarlo si consigo que me reconozca y deje de sentirse amenazado. De momento no ataca; sólo gruñe y me observa desde sus inquietantes ojos amarillos, de forma amenazante.