45. Determinante I - Nevi

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Nevi - Philadelphia
Fábrica, Nov 2:15pm

Micah jadea con las manos puestas sobre las rodillas, apoyando el peso de su espalda arqueada sobre ellas. Algunas gotas de sudor le surcan la frente, compactándole mechones de cabello platino pegado a la piel. Los bajos de sus pantalones están rasgados por la fricción con la tierra debido a la acalorada pelea y está cubierto de polvo de todas las veces que he conseguido tirarlo al suelo. Yo me encuentro bastante sucio también, pero menos sudoroso y me ha tomado recuperar el aliento menos de la mitad del tiempo que parece que le está costando a él.

Consigue erguirse dificultosamente e intenta ponerse otra vez a la defensiva:

—Es inútil —le advierto—. En estas condiciones es improbable que puedas hacer nada, al menos en lo que resta de día.

—Aún puedo... —exhala él. Su estado es penoso, como si le doliera cada respiración—. Dame... otra oportunidad... —farfulla con mirada suplicante. Cuando levanta el rostro tiene un golpe en el labio inferior y un hematoma en el costado de la mandíbula. 

Parece que me he pasado un poco... Avanzo hacia él y le ayudo a enderezarse.

—Lo has hecho bien, Micah, no tienes que obligarte a seguir. Tienes un buen equilibrio en velocidad y fuerza, y eres rápido al actuar; no tanto al reaccionar, pero solo tienes que pulirte.

Micah me observa unos segundos con desdicha, y luego baja la mirada.

—Vamos... Quita esa cara, Eeyore. Piglet no querrá verte en este estado y encima deprimido. —Aquel me observa en silencio y luego da una cabeceada, resignándose—. Además —añado, dándole una palmada en la espalda para compelerlo a caminar—... seguro que mañana lo haces mejor.

Micah levanta la vista rápidamente, con los ojos muy abiertos:

—¿Mañana? —susurra—... Pero si no he conseguido darte ni un solo golpe.

—La próxima vez me lo darás... espero. Pero te lo advierto, esto fue solo un calentamiento, así que más te vale repasar con tu almohada lo que aprendiste hoy, porque mañana sí que no tendré piedad —le digo al momento de dar un cuarto de vuelta, con lo cual me alejo mirándolo por encima del hombro con una sonrisa maquiavélica para molestarlo.

Cuando entramos, todos están reunidos en la zona común de la fábrica. Abel se pone de pie de un salto y corre hacia su hermano, pero se detiene en medio de la carrera y se lleva las palmas al rostro, conteniendo un jadeo de sorpresa al verle en su condición. Cassie se levanta junto a él y nos observa de uno en uno sin entender qué ocurre.

—¿Qué ha pasado? —pregunta Caleb desde su sitio. 

Yo lanzo la chaqueta encima de mis pertenencias y me acomodo el cabello detrás de la oreja empezando a buscar en mi bolsa algo que pueda quedarle a Micah, aunque es algo más alto que yo.

—Nada. Whitey solo me ha colmado la paciencia y le he dado una paliza. Que sirva de lección para todos —los alecciono, erigiendo un índice severo y haciendo una seña con él por toda la estancia.

Con mis palabras, Abel se gira y me observa ojiplático. Sus pupilas rojizas tiemblan y las esquinas de sus ojos se humedecen cuando abraza a su hermano fuertemente, arrojándome una mirada asesina de labios apretados y mejillas rojas de rabia. 

El contacto de sus brazos alrededor de su cuerpo magullado hace a Micah soltar un siseo, pero no le aparta:

—Sólo bromea, Abel. Él solo... estaba enseñándome a luchar.

Los demás levantan la cabeza hacia mí. En ese momento saco de mi bolsa una camiseta ancha y se la lanzo.

—Veré si Nikolas puede prestarte pantalones. Antes de cambiarte, date un baño.

HUNTERS ~ vol.1 | COMPLETATempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang