34. El robo II - Nikolas

329 70 22
                                    

Nikolas - Philadelphia
Laboratorios Gustav, Nov. 01:00am

El vehículo que ha conseguido Byron nos sienta de maravilla. Es espacioso, hace poco ruido y tiene un color bastante neutro. Nada que llame demasiado la atención.

Lo que empezó como una sugerencia irrisoria acabó por volverse realidad, pues nos encontramos de pronto todos vestidos de ropas oscuras, como en una película de espías, haciendo los últimos preparativos detrás de la furgoneta, estacionada en un descampado de los alrededores del laboratorio.

Nevi se ajusta el cinturón al cuerpo. Tiene un par de pistolas, pero no ha dejado de lado sus armas predilectas: las navajas que siempre le acompañan. En lo que se ata el cabello a la nuca le observo, divertido.

—Es como si fuera nuestra "primera cita"—comento, empezando a guardar mis propias herramientas. Varias de corte, de diferente tamaño, y algún que otro artilugio que podría serme de utilidad. 

Nevi está a punto de hacer algún comentario, malhumorado como siempre... pero se detiene en el momento en que abre la boca y sólo da un meneo con la cabeza.

—Me aseguraré de sacarte más a menudo cuando hayamos terminado con esto —comenta mientras termina de peinarse—. Aunque, siendo sinceros, me preocupa más lo que tú puedas hacer estando suelto que Caleb.

—Por ti... puedo usar una correa —guiño.

—¿Todo listo? —dice Byron al acercarse a nosotros. Están igualmente preparados Chris y él, y la expectación crece.

La oscuridad de la noche nos resguarda. Desde esta distancia podemos apreciar mejor la extensión del laboratorio de mis padres. Pensar que todo esto... Todo esto pudo ser mío.

Pero ya no queda tiempo para sentimentalismos. De algún modo u otro obtendré parte de ello. Me coloco el pasa montañas, asegurándome de esconder bien los mechones de mi cabello rubio e intentando que la tela cubra lo mejor posible la cicatriz de mi ojo izquierdo; características que fácilmente podrían reconocer si acaso se nos pasa alguna cámara de seguridad y queda algún testigo capaz de describir a los perpetradores.

—Todo listo —digo a Byron, y nos metemos de vuelta en la furgoneta para ponernos en marcha.

Chris conduce esta vez y aparca a una distancia prudente por la parte trasera del edificio:

—Aquí entramos nosotros —le indico a Nevi, preparándome para bajar del automóvil. 

Antes de poder hacerlo este me detiene, sujetándome por el brazo, y me habla cerca del oído como si no quisiera que nadie más nos oyera.

—Esto no es una película. Lo entiendes, ¿verdad? Lo que está por ocurrir no es ningún juego. Si damos un paso en falso, nos aniquilarán. Necesito que te mantengas... sereno.

Exhalo el aire, haciendo que la tela del pasamontaña se entibie y se sienta húmeda contra mi rostro. Tengo días buenos y días... no tan buenos. Ambos sabemos eso. Pero hoy me siento más centrado que nunca. Como si fuera capaz de afrontar cualquier cosa. Algo hormiguea al viajar por mis venas y sé que no se trata de temor o nerviosismo. Es adrenalina pura; rayando en euforia.

—No te ocasionaré problemas. Date por satisfecho con eso —le digo, al instante en que me suelto de un tirón y me apeo de un salto de la furgoneta.

Nevi salta detrás de mí y los dos nos deslizamos a través de las sombras, buscando refugio en cada sitio que nos es conveniente, procurando hacer el menor ruido posible. La pared que nos separa de nuestro destino es altísima, pero Nevi parece confiado, así que lo dejo en sus manos.

HUNTERS ~ vol.1 | COMPLETAWhere stories live. Discover now