Capítulo 8

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Cuando desperté, tenía un fuerte dolor de cabeza, y estaba sola en la cama. Me encogí, frotándome las sienes, mientras me sentaba en la cama. Recordé todo lo de la noche anterior, no entendía por qué había actuado de esa manera.

Por supuesto, sabía que era el vino el que me había hecho actuar así, pero todavía cuestionaba las decisiones que había tomado. Me sonrojé cuando recordé haber llamado a Lauren 'oso de peluche' y dormí sobre sus pechos durante la noche. Estaba más allá de la mortificación; Pero Lauren parecía disfrutar de mis abrazos, lo que me sorprendió enormemente.

Después de tomar algunas pastillas para el dolor de cabeza, me di un baño y luego volví a dormir. No hice mucho a lo largo del día; Simplemente me relajé y me recupere. No escuché nada de Lauren, hasta que ella regresó esa noche.

-¿Qué hay para cenar?- Esas fueron las primeras palabras que salieron de su boca cuando llegó, y no había preparado nada. Le di una mirada en blanco, mirándola con evidente miedo. No le había hecho la cena, no me di cuenta de que necesitaba hacerlo.

Al ver mi expresión, suspiró pesadamente.

-Pediremos algo, pero mañana empiezas a cocinar-, me instruyó. Inmediatamente asentí, sonrojándome por haberla decepcionado. Miré a Lauren, detrás de mis largas pestañas, y noté las grandes bolsas de color púrpura bajo sus ojos.

-¿Estás bien?-, Le pregunté, un poco preocupada. Lauren trabajó muchas horas. Me pregunté si todo el trabajo que hace para mantener funcionando el Endoro estaba afectando su salud.

Sin pensarlo, levanté la mano y la coloqué en su mejilla. Pasé mi dedo índice bajo su ojo izquierdo, fruncí el ceño mientras lo hacía. Cuando Lauren se congeló, me di cuenta de lo que había hecho.

-Lo siento-, me disculpé, bajando mi mano y me aleje. Lauren me miró con el ceño fruncido, antes de que me diera un rápido asentimiento.

-Hay un menú de pizzas en la cocina-, dijo, antes de girarse y subir las escaleras. Respire hondo, despejando mi cabeza, antes de obtener el menú y pedir una pizza.

Esperé en el sofá, encendiendo el televisor en un reality show. Realmente no lo estaba viendo. Cuando Lauren regresó, se había duchado y se puso algo casual. Se pasó una mano por el pelo mojado; mientras se sentaba a mi lado.

-Saca esa mierda, pon el juego y siéntate en mi regazo -espetó Lauren, sonando enojada. Cambié rápidamente el canal, le puse el juego de softball y la miré con cautela. Lauren levantó los brazos, haciéndome sitio. Dio un gruñido profundo cuando no obedecí.

Me moví rápidamente; cambiando de lugar para ponerme en su regazo. Sus brazos se deslizaron a mi alrededor, mientras me apoyaba en su cuerpo. Sus brazos me rodeaban como una jaula, envolviéndome en su cuerpo. Como si fuera una respuesta automática, apoyé la cabeza en su hombro.

-Quiero aparearte-, anunció Lauren de repente, con los ojos fijos en el partido de softball. -Pero no lo haré-, continuó, sin duda era capaz de escuchar el latido de mi corazón. -He cambiado de opinión. Ya no te daré una semana, te aparearé en el momento en que huela tu deseo.

Pensé en sus palabras durante unos segundos.

-Pero todavía no has olido mi deseo.

Lauren finalmente apartó sus ojos del partido y me miró.

-No, porque todavía tienes que sentir algún deseo hacia mí. Pero, encontraré una manera de hacerte sentirlo. Incluso si me mata, haré que me quieras.

Tragué profundamente, mis ojos se dirigieron hacia abajo mientras mis mejillas se iluminaban. Me asustaba pensar qué pasaría si no sentía ningún deseo hacia Lauren en un corto plazo. No es que no encontrase a Lauren atractiva, porque lo hacía, era que todavía le tenía miedo. Lo sabía; Me tomaría un tiempo dejar de tenerle miedo.

Con sangre de Alfa - Camren Lauren G!P Where stories live. Discover now