Capítulo 9

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Cuando Lauren regresó, cenamos juntas en silencio; Luego limpie los platos mientras Lauren veía la televisión. Al entrar al salón, Lauren me miró con una pequeña sonrisa. 

-Ven, siéntate-, dijo, levantando los brazos para que me sentara en su regazo.

Le ofrecí una pequeña sonrisa, antes de acercarme y sentarme en su regazo. Me acurruqué y apoyé la cabeza en su hombro. 

-Lauren, no entiendo- dije.

Lauren hizo una pausa, 

-¿Qué no entiendes?-

Me reí un poco por la declaración.

-Hay muchas cosas que no entiendo, Lauren. Pero estoy hablando de lo de ayer. Sentí deseo por ti, pero no me quisiste, y desde que te conocí, querías que lo sintiera. Entonces, ¿por qué huiste de mí en el momento en que sucedió?

Lauren frunció el ceño, mirándome por unos minutos, antes de que la esquina de sus labios se levantara un poco. 

-Lo que sentiste ayer fue deseo sexual, querías aparearte conmigo. Y, sí, quiero que sientas deseo sexual, pero no hasta que sientas un deseo normal. Quiero ambas cosas de ti.

-¿Cual es la diferencia?- pregunté, confundida.

-El deseo sexual, es la falta de sexo, el deseo de emparejarte. El deseo simple, es simplemente la necesidad de algo. La necesidad de mí-. Lauren me miró por un segundo más, antes de girarse para mirar la televisión de nuevo. Pensé en sus palabras por un minuto, antes de que todo pareciera tener sentido para mí.

-Tienes miedo- solté. Los ojos de Lauren se clavaron en los míos, y me miraron antes de que ella gruñera. El sonido era bajo y áspero, lleno de dominio. Quería someterme a ella, todo mi cuerpo quería desmoronarse a sus pies. Pero, mantuve su mirada. -No quise molestarte, Lauren- comencé.

-Entonces no sugieras que estoy asustada, no soy tan débil como para sentir eso-. Espetó furiosa, con los dientes apretados.

-Tener miedo no te debilita, Lauren. Te hace normal-, le dije con una pequeña sonrisa. -Pero lo que quise decir fue qué tienes miedo de que solo sienta deseo sexual hacia ti y no deseo normal. Estás preocupada de que no te quiera.

-Estás siendo absurda, estás--

-Es por eso que no viniste a casa anoche, ¿verdad? Porque no quisiste enfrentarme, tenías miedo de que no te quisiera, excepto por razones sexuales-. Repentinamente todo fue muy claro, entendí todas sus acciones de la noche anterior. Lauren no respondió, solo se burló.

Me reí por su reacción; ella estaba actuando infantilmente. Me frunció el ceño profundamente, 

-No te rías de mí-. Sus palabras solo me hicieron reír más, y tuve que morderme el labio. -En serio, no te rías de mí- gruñó Lauren.

Todavía estaba sentada en su regazo, así que enterré mi cara en su cuello para ocultar mi risa. 

-Lo siento- dije, con una risita, -no te enfades-. Me reí de nuevo.

-No estoy enfadada-, suspiró Lauren, -es bueno que ya no me tengas miedo-. Sus brazos se apretaron a mi alrededor, y saqué mi cabeza de su cuello. -No te sometiste a mi, eso fue algo bueno-. Se encogió de hombros, tratando de sonar casual.

-Hoy la gente se sometió a mí-, respondí, mirando profundamente sus ojos. Una vez más, el verde me hechizó con su belleza. Lauren asintió levemente.

-Espero que sea así, eres su Hembra Alfa. Si no lo hubieran hecho, me habría enfadado.

-Me hizo sentir sola. Como si fuera diferente, una extraña. Debes haberte sentido así toda tu vida. Debió de ser horrible cuando eras una niña. No saber si a la gente le gustabas por ti, o porque eras la futura alfa.

Con sangre de Alfa - Camren Lauren G!P Where stories live. Discover now