04. DOS PERSPECTIVAS

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Una fría ventisca recorría los alrededores de París. Mientras otros se abrigaban y se resguardaban en sus hogares, tortuga y catarina surcaban los cielos y edificios de la ciudad, realizando patrullaje nocturno. Al final, se tomaron un respiro en la cima del Arco del Triunfo, después de haberse asegurado de que todo estuviera en orden.

—Descansemos aquí, Carapace... —Habló la heroína escarlata, sentándose cual indio.

—Estoy agotado... —Expiró cansado el de traje verde, acostándose completamente en el monumento.

—Qué poca resistencia tienes, tortuguita... —Se mofó la moteada, dándole un ligero golpe en el hombro a su compañero.

— ¡Oye! —Refunfuñó el de caparazón—. Mientras tú fuiste a revisar tranquilamente el Trocadero, ¡yo tuve que escalar la torre Eiffel! ¡Dos veces...!

— ¿Lo siento? —Se disculpó con falsa inocencia—. Bueno... —Riendo por actitud de Carapace—. Para la próxima, te dejo el museo de Louvre, ¿sí?

—Hecho. —Chocando puños con Ladybug.

Aquella amistad era fuerte y unida, forjada desde que se convirtieron en portadores de los Miraculous. Aunque no conocían sus identidades secretas, su confianza era tan confidencial, que aquel pormenor era insignificante. Tenían la intimidad de contarse todo, desde lo que les pasaba en sus batallas diarias contra villanos, como problemas y situaciones vividas fuera del traje. Anécdotas con sus padres, amigos, amores platónicos... De todo un poco. No había romance de por medio, solo una única y sólida amistad.

—Eh, Carapace, —Oteando a su mejor amigo—. ¿Novedades?

Carapace lanzaba su caparazón una y otra vez como búmeran. —Depende de lo que quieras saber, motitas...

—Pues... —Expresó indecisa— Mmm... ¡Ya sé! —Atrapando en el aire el caparazón de su compañero—. ¿Invitaste a la chica de la que me contaste al cine?

—Esto, pues... —Rascándose la nunca, nervioso—. No pude. —Ladybug se cruzó de brazos, enmarcando una ceja—. ¡Es que me puse muy nervioso! Marine... La chica...

El súper héroe se mordió la lengua, ya que tenían un acuerdo de que podían hablar de todo lo que quisieran, siempre y cuando lo que dijeran no revelara nada que pudiera descubrir su identidad. Un poco complicado, pero era lo mejor.

—Pues, en fin... No sabía cómo decirle y... Me quedé en la nada...

La de escarlata se reía, mientras llevaba su mano a su rostro con frustración. —Bueno, definitivamente, no tienes remedio...

—Tú no puedes decir nada —Arrebatándole el caparazón de sus manos—, ni siquiera has podido salir con tu chico soñado...

— ¡Oye! —Se quejó, haciendo una trompita con los labios—. Es cuestión de tiempo... Al menos sé que le gusta la música electrónica, como a ti... es un excelente Dj... —Suspiró con mirada soñadora—. Usaré eso a mi favor... Lo invitaré a salir...

—Buena suerte... —Ante aquello, Ladybug lo fulminó con la mirada—. Bueno, pero no te enojes... —Bromeó, haciéndola reír—. Sólo sé que cuando lo conozca, lo analizaré meticulosamente —La de coletas frunció el ceño, confundida—. ¿Qué? Tengo que asegurarme que trate muy bien a mi mejor amiga... Si no, no lo apruebo...

—Claro —Riendo tenuemente, guiñándole un ojo—, siempre y cuando tú hagas lo mismo...

— Seguro... En fin. Ya es hora de irme, motitas... —Dejando un amigable beso en su mejilla, antes de perderse entre los techos parisinos—. ¡Adiós! ¡Cuéntame los detalles de tu cita luego!

JULIO MULTISHIPP [Drabbles y oneshots]Where stories live. Discover now