13. MENTIRAS

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El de mirada esmeralda se encontraba en la habitación de la joven de ojos olivo. Desde hace horas, estaban ensayando una presentación personal que tenían que hacer en clase de su vida. Y a Adrien y a Lila, les tocaron juntos. Pero las cosas no estaban saliendo tan bien como querían.

—Okey, vamos de nuevo, ¿sí? —Inquirió el rubio, frotando sus sienes— Comienza por tu nombre...

—Bueno... —Sopesando sus palabras con cuidado— Soy Lila, Lila... Rossi...

—Muy bien... ¿Y de dónde eres?

—Soy... italiana...

—Ajá, correcto... —Sonriendo complacido, instándola a proseguir— Y ahora, ¿podrías contarme algo acerca de tu vida?

—Pues... —Tomando su mentón, pensativa— Nací en Italia, pero desde muy pequeña me tuve que mudar a Inglaterra, y por cierto, allí tuve el placer de conocer a la Reina, luego de vivir diez en Londres, nos mudamos aquí a París, en donde el mismísimo Jaggued Stone nos dio la bienvenida, ¡ah! —Haciendo como si resonara en su cabeza aquella escena— Cuando lo conocí, su cocodrilo se ahogó con una galleta, pero gracias a que tomé unos cuantos cursos de veterinario en mi viaje a Suecia, pude salvarlo de la muerte, ¿lo puedes creer? —Sacudiendo vanidosamente su hombro— Oh, y conozco muy bien a Ladybug y Chat Noir... De hecho, ella es mi mejor amiga y...

—Bueno Lila, te pediré que te detengas... —Alzando la mano para interrumpirla— Volviste a mentir. —Bufando con hastío, recargándose en la silla, rendido— Por duodécima vez...

—Oh, Adrien, de verdad lo siento... —Se lamentó con falso pesar, abrazando al rubio por la espalda— Lo intento, de verdad... Pero tengo una discapacidad motora que me dificulta decir la verdad... —Gimoteó, poniendo cara de tragedia— Es muy difícil vivir con eso...

«Dios, esta chica miente cada vez que respira...»

—Lila... —Nombró con displicencia, haciéndola morderse la lengua esa nueva mentira.

—Lo siento... —Abrazándose con más fuerza al blondo— Es que... No sé porque miento tantas veces... Sé que no es necesario mentir para agradar a alguien... Pero por más que me esfuerce, sigo mintiendo... —Formándosele un nudo en la garganta, que Adrien percibió sincera— Soy una mala persona... Por eso todos me odian...

—Hey... —Dándose la vuelta, peinando su travieso flequillo y dejando un cariñoso beso en su frente— No eres una mala persona... Y nadie te odia... Yo, no te odio... —Acariciando el contorno de su faz, sacándole una tímida sonrisa a la castaña— Sólo digo quieres que lo nuestro funcione y que las personas te aprecien de verdad, debes ser más sincera...

—De acuerdo... —Dejando un fugaz beso en su mejilla— Lo seguiré intentando...

—Muy bien... Así me gusta, Lila... —Sonriendo ladinamente, dejando un deleitable beso en los carmesíes de la Rossi, la cual correspondió de inmediato— Y ahora, pequeña... —Separándose levemente, dejando un fino hilo de saliva— ¿Nos vamos ya?

—Por su puesto... —Entrelazando su mano con la de él— Antes de que se nos haga más tarde...

—Oh, no... —Mirando horrorizado su reloj— Son las 6:15 p.m., y papá dijo que llegara temprano para la sesión de fotos... —Llevando su mano a su frente con desesperación— ¿Qué haré ahora?

—Pues... Podríamos decir que tuviste que ayudarme a hacer una reparación en casa —Sonrió ocurrente—, y que el metro estaba muy pesado y...

—Lila... —Nombró él con cierta seriedad.

—Ups, lo siento... —Cubriéndose la boca con pena— Pasó de nuevo... Ummm, debemos decirle la verdad... —Respondió cual niña que dice algo correcto, esperando que la premien por ello.

—Eso está mejor... —Guiñándole un ojo con simpatía, halando de su mano, contento— Y ahora vamos, se nos hace tarde...

JULIO MULTISHIPP [Drabbles y oneshots]Where stories live. Discover now