31. NUBES FURTIVAS

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Rubio y azabache estaban recostados plácidamente en el cómodo césped, abrigados bajo la sombra de un frondoso árbol. La joven se recostaba en el pecho de él, mientras él la envolvía cálidamente entre sus brazos. Observando cuanta nube que pasara y tratando de hallar en ellas alguna forma en particular.

—Esa tiene forma de ballena... —Señaló la fémina apuntando el cielo con su dedo índice.

El varón arqueó una ceja, haciendo una mueca con los labios.

— ¿Ballena? Yo le veo forma de perrito... —Ella hizo una trompita con los labios, negando con la cabeza—. ¡Mira! ¡Incluso puedo verle moviendo la colita!

—Claro que no, Adrien... Esa es la cabeza de la ballena... —Tomando su rostro y redirigiéndolo hacia arriba—. Mira bien...

—Nop, es un perrito.

—Ay, Adrien... —Bufó, con una risita brotando de sus labios—. Si no te conociera lo suficiente, diría que tienes problemas de la vista...

— ¿De qué hablas? —Poniendo una mano en su pecho, simulando estar ofendido—. Nadie tiene una vista más perfecta que yo... —Añadió presuntuoso.

—Sí, claro... —Rodando los ojos—. Si tú lo dices...

—Me toca... —Llevando una mano a su barbilla, tratando de hallar la nube correcta—. ¡Esa! —Señalando arriba—. Adivina que forma tiene...

—Mmm —Haciendo un cuadro con las manos—. ¿Una flor?

—No.

— ¿Una mariposa?

—Tampoco.

—Amm... ¿Una manzana?

—Sssssno. —Ella gruñó un poco—. ¿Te rindes?

—No —Agregó con rapidez—. Aguarda un segundo... —Achicando los ojos, escaneando bien a la nube—. ¿Seguro que no es una flor?

—Ya te dije que no... ¿Ahora si te rindes?

—Ya que... —Resopló rendida—. ¿Qué forma tiene?

—Tiene forma de... —Mordiéndose internamente la mejilla, tratando de contener una risotada—. ¡Una nube!

La muchacha se levantó ligeramente, fulminándolo con la mirada.

—Eres un payaso... —Golpeando levemente su estómago—. Ya decía yo que estaba muy difícil...

— ¡Hey! —Quejándose levemente—. Si lo piensas bien, todas las nubes tienen forma de... —Miró a la nada por unos segundos, para luego esbozar una gran sonrisa—. Pues, de nube...

—Sigues siendo un payaso... —Revolando los ojos, recostándose nuevamente en su pecho—. ¿Sabes? Hay algo que me tiene intranquila...

— ¿Sí? —Haciéndole mimos en el cabello—. ¿Qué sucede?

—Al principio parecía no afectarme... —Levantándose de él, posando su mirada en el suelo y sobándose el área del vientre—. Pero al pasar el tiempo, es algo que me causa más y más problemas...

—Me empiezas asustar... —Sentándose con ella, encarándola preocupado—. ¿Qué tienes?

—Yo tengo... —Mirando al varón seriamente, como si fuera una noticia alarmante—. Hambre.

El varón pestañeó fuera de sí, suspirando aliviado y soltando una gran carcajada.

—Después dices que yo soy el payaso —Cruzándose de brazos con una mueca graciosa.

—Porque lo eres —Tocando su nariz con su dedo índice.

—Y tú eres igual... —Dejando un efusivo beso en la frente de la de melena oscura, sacándole un adorable sonrojo—. Lo que sí me preocupa, es que mi padre se entere de que estamos aquí...

JULIO MULTISHIPP [Drabbles y oneshots]Where stories live. Discover now