JULIO MULTISHIPP [Drabbles y oneshots]

16. COLUMPIO

—Chloe, es mi turno —Peticionó el pequeño, de brazos cruzados—. Quiero subir al columpio...

—Mi mami dice que no hable con perdedores... —Negando enérgicamente con la cabeza, en una actitud vanidosa— Y los perdedores no suben a los columpios...

— ¡Eso no es cierto! —Gritó irritado, inflando los mofletes— ¡Quiero subir al columpio!

Chloe le hizo pantomimas con las manos en las orejas y la lengua afuera, enojando más al varón. El niñito de piel oscura se colocó detrás de la pequeña de cabellos dorados, intentando empujarla del columpio, sin éxito.

— ¡Bájate, Chloe! ¡Es mi turno!

— ¡Déjame! —Empujándolo con el codo— ¡Es mío!

— ¡No! ¡Es mío!

El chiquillo, al ver que la niña rubia no se bajaba, se paró frente a ella de nuevo, y lleno de rabia, empezó a dar pataletas y a llorar.

— ¡Eres mala! ¡Yo quiero columpio! —Halándola por los pies, mientras gemía con ira— ¡Bájate ya, Chloe!

— ¡No quiero! —Exigió la ojizarca, anclándose a las cadenas del columpio— ¡Nino! ¡Suéltame! —Ante la insistencia del pequeño, la nena también comenzó a llorar— ¡Mi ropa! ¡Estás ensuciando mi ropa!

— ¡No me importa! —Halando con más fuerza— ¡Bájate!

— ¡No!

Debido al intenso forcejeo, y de tanto halarle el pie de la niña, ambos cayeron al suelo, Chloe encima de Nino, con un accidental y tosco roce en sus labios.

Con la misma rapidez que cayeron, se levantaron, sacudiendo sus ropas y mirándose extrañados. Ambos permanecían callados, hasta que la infanta soltó un grito de desagrado.

— ¡Iuuuu! —Escupiendo repetidas veces al suelo— ¡Me besó un niño! ¡Wacala!

— ¡¿Qué?! ¡Tú me besaste a mí! —Sacando la lengua con repulsión.

— ¡No es cierto! —Tapándose la nariz con mofa— ¡Qué asco, que asco, que asco! —Dando brincos, molesta— ¡Y mira! —Mirando las manchas de tierra en su blusa— ¡Ensuciaste toda mi ropa!

— ¡Eso fue tu culpa! —Con los brazos en jarra.

— ¡No! ¡Fue la tuya!

— ¡Que no!

— ¡Que sí! —Tapándose las orejas, renuente— ¡No te oigo! ¡No te oigo! ¡Lalalaaa!

— ¿Chloe? —Llamó su progenitor con seriedad— ¿Qué pasa? Es hora de irnos... —Halándola de la mano.

—Pero papi... —Poniendo cara melancólica, señalando a Nino— Ese niño malo...

—Chloe, no hay tiempo, debemos irnos ya... —Cargando a la pequeña y subiéndose a la limusina— En casa me dices que pasó...

El chico de gorra se despidió agitando la mano con mofa, mientras la niña, desde el auto fruncía el ceño y le sacaba la lengua, molesta.

Entretanto, un niñito rubio se acercó al moreno, y con una mueca divertida, lo señaló, llamando la atención de los demás chicos en el parque.

— ¡Escuchen! ¡Nino tiene novia! ¡Nino tiene novia! —Provocando risas entre los peques.

— ¡Ella no es mi novia! —Rebatió, haciendo un mohín con los labios.

— ¡Si lo es! —Hablando en un tono cantarín— Chloe y Nino se besaron, se besaron, se besaron...

— ¡Que no!