El Código [Watty Awards 2019]

Capítulo 16: Réquiem

Es ya de noche y comienza a refrescar. Para estar en invierno, la verdad es que durante todo el día ha hecho una temperatura bastante cálida, pero ya se nota cómo desciende. Además, el hecho de que se haya levantado algo de viento ayuda a que la sensación térmica sea aún menor. Alessia y Petyr caminan por el parque, ella acabando de comer un bocadillo que ha pedido en un puestecito y él observando el panorama. Son las diez y media de la noche y el lugar está extrañamente vacío.

—Me preocupa todo esto, la verdad —confiesa Petyr.

—Y tú por lo menos estás protegido —murmura Alessia dándole un mordisco al bocadillo.

—Tú también lo estás, al menos mientras estés conmigo. Ahora bien, no me hago responsable de tus escapadas extrañas.

—Mi escapada extraña me ha servido para atar muchos cabos.

—Reconoce que ha sido peligroso —. Petyr la mira y sonríe al pillar a la chica con los mofletes hinchados y masticando a toda velocidad para poder hablar y defenderse.

—Tomé precauciones —responde una vez que ha tragado.

—Si hubiese ido contra ti, hubiese bastado con quitarte el móvil y lanzarlo. ¿Qué hubieses hecho entonces?

—¿Morir? —pregunta inocentemente.

—Morir, buena opción —responde irónico. —¿Volverás a quedar con él?

—No me queda otra si quiero terminar de averiguar lo que está pasando.

—Igual vuelve a mentirte.

—Si por cada dato falso me da diez verdaderos, me conformo —se encoge de hombros—; tú mismo me has confirmado que lo que dijo de ti es verdad. Que por otro lado, deberías habérmelo contado. Me pilló todo por sorpresa.

—No creo que pudieses asimilar tanto en tan poco tiempo.

—Bueno. ¿Y ahora que el código está roto qué vais a...?

Petyr hace el amago de taparle la boca pero se contiene. No obstante, la niña capta que quiere que se calle y que no hable de ese tema en "público".

—Perdón —se apresura a decir.

—No te preocupes, pero ten cuidado. Nunca se sabe cuándo te están escuchando. Estos temas es mejor hablarlos en casa. Por cierto, ¿qué vas a hacer con la casa de tu madre?

—Venderla. Con el dinero podré alquilarme un piso, no necesito tanto espacio y tendré margen de maniobra para un tiempo.

De repente, el teléfono del rubio se ilumina y comienza a sonar, haciendo que la chica se calle. Petyr alza una ceja con confusión al leer el nombre de Valen en la pantalla, pero acaba descolgando. Se detiene y Alessia escucha la conversación.

—No, no le he visto en todo el día. Lo dudo, ella ha estado fuera y después conmigo. Estará en la consulta. Yo que sé, Valen.

Alessia siente un ligero escalofrío y por un momento siente que algo no va bien. No tiene evidencias, pero de repente su cuerpo le manda señales de incomodidad. La peliazul aprovecha que Petyr sigue hablando para girarse.

—Ahora le llamaré o algo, pero que no tengo ni idea de dónde puede estar. Mantén la calma, ¿de acuerdo? En cuanto sepa algo te aviso. Hasta ahora, dale un beso a Luka de mi parte —. Cuelga y permanece unos segundos mirando la pantalla. —Era Valen, dice que Dante no ha vuelto a casa y...

Petyr deja la frase en el aire al percatarse de la dirección que sigue la mirada de Alessia. Lejos de ellos hay un hombre encapuchado y la oscuridad impide verle bien la cara. Está de pie, inmóvil, con la cabeza gacha.