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Martha:
Dio un pequeño suspiro cuando ya no pudo ver el cuadro, sin embargo aún veía aquella mano.

-Sigue ahí... -Susurró con suavidad jugando con sus dedos nerviosos.

...

Tom:
Le dio otra sonrisa nerviosa mientras que se acercaba a él y apoyaba su cabeza en el hombro del contrario.

-... ¿Tú lo ves? -Murmuró por lo bajo mientras miraba al frente.- Creo que esa persona no estaba antes.

Era obvio que era cosa de su cerebro, por lo tanto no había nadie más debajo de la mesa a excepción de ellos.

Vanessa

Pareció apuntar algo en su cuaderno de notas y miró con seriedad a la menor.

- ¿Tiene cuerpo? Y si es así, ¿podrías describirlo?

Le pidió con suavidad, mirándola todavía.

...

Mark

Negó con cuidado, después desplazó su mirada a Tom y después al lugar donde el de las cuencas veía algo.

- ¿Qué ves?

Martha:
La menor se quedó callada, miraba a la nada, como si estuviera escuchando a alguien.

-Estoy bien, no tengo una enfermedad. -Susurró por lo bajo.

...

Tom:
-Es... Es una mujer, creo que es nueva... -Respondió con cuidado mientras saludaba con la mano a la figura.- Dice que quiere que le enseñemos el manicomio... Pero también dice que quiere enseñarme el sótano...

....

Vanessa

Suspiró un poco cansada, apenas había dormido en los últimos días. Miró a la pequeña.

- Calma, sólo quiero saber cómo es.

...

Mark

- Espera, ¿hay un sótano?

Preguntó un poco extrañado, no sabía de la existencia de aquello. Alzó una ceja y miró a Tom.

- ¿Por qué te quiere enseñar el sótano?

Martha:
La niña se levantó de su lugar mientras se volteaba a ver a "Él".

-Es alto... Casi como... El chico que está obsesionado... -Comenzó a decir.- Pero tiene el pelo largo, sí, como el de mi padre... Negro... Creo que le gusta mucho el negro...

...

Tom:
-Dice que... -Frunció de manera ligera el ceño.- ¡No te metas con él! ¡Y deja de inslutarme, hijo de... !

No pudo acabar cuando un guardia se asomó por la mesa.

-¡Te encontré! -Dijo el guardia al reconocer a Tom.

-¡A la mierda! -El de cuencas gateó con rapidez hacia el otro lado de la mesa para huir.

Vanessa

La psicologa asintió y fue apuntando los detalles en su cuaderno, miraba de vez en cuando a la chiquilla para ver cómo se iba encontrando momentos después de dejar de ver el cuadro.

You Can't Escape From InsanityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora