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Martha:

Miró el cielo preocupada antes de mirar otra vez a Eli.

-¿Deberíamos ir? -Preguntó con preocupación.

•Negó la cabeza y agarró las manos de las dos chicas, antes de correr con ella fuera del cráter

Martha:

Abrió la boca para gritar pero luego la cerró y corrió detrás del pequeño de la cola.

•El pequeño se adentró en el bosque, buscando un lugar amplio, hasta que dio con un claro abierto. Sonrió y soltó a las niñas, antes de esconderse detrás de los árboles, gruñendo

Martha:

-¿Qué...? -Miró su alrededor confusa y por dónde se había escondido el otro.

•Entonces, del lugar donde se había escondido comenzó a crecer una criatura hasta una secuoya de alto; que se agachó frene a ellas para que se subieran en su cabeza

Martha:

Abrió la boca impresionada antes de mirar a su amiga.

•Eli estaba pálida por el miedo de ver a tal bestia delante suya. La criatura dio lo que era para él un resoplido suave y un pequeño vendaval para esas dos niñas

Martha:

Cogió aquella pieza con cuidado antes de voltear hacia Eli y luego mirar a la criatura.

•Eli seguía paralizada por el miedo; hasta que al fin se abrazó con fuerza a Martha.

La bestia, al ver que no era entendida, señaló su cabeza con una de sus patas

Martha:

Se acercó a la bestia con cuidado sin soltar su agarre de Eli, tocó el morro de la criatura.

•Sacó un poco la lengua, lamiendo suavemente la mano de la niña, antes de cerrar los párpados. Eli continuaba sin saber qué hacer

Martha:

-Vamos. -Le dijo antes de montar en la cabeza de aquella criatura con cuidado de no molestarle.

•Eli tuvo que subirse sobre su cabeza y se agarró a uno de sus dos cuernos que tenían forma de caracola. Saal entonces abrió los ojos y levantó un poco la cabeza

Martha:

Se aferró al otro cuerno mientras veía como se levantaba con lentitud.

•Se puso a caminar por ahí, evitando pisar árboles o criaturas. Se encogió un poco, como si fuera a saltar

Martha:

Al notar aquello se aferró todavía más al cuerno de la bestia mirando el cielo estrellado.

•Saltó y se separó del pequeño asteroide. Era extraño que siguieran con vida a pesar de estar en pleno espacio; pero de todas formas, la bestia se puso a moverse por ahí sin mucha dificultad

Martha:

Cerró los ojos con fuerza mientras evitaba mirar hacia abajo, intentó controlar su respiración aunque era extraño que pudiera respirar.

•La criatura de cuernos enrollados, siguió moverse por el espacio sin mucha dificultad

Martha:

Cuando volvió abrir los ojos se maravilló con las estrellas, aquello le recordaba a cuando de niña intentaba verlas a través de las luces artificiales.

You Can't Escape From InsanityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora