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Ana:

Paró de escribir antes de mirarla nuevamente y acariciarle el lomo.

-¿De dónde sois?

•- Venimos de El Absoluto.

Respondió tranquila, como si esperar que supiera de ese lugar.

- O bueno, yo paso mi tiempo ahí.

Ana:

Escribió la respuesta antes de seguir preguntando.

-¿Qué es exactamente El Absoluto? ¿O dónde se encuentra?

•- Cuando el ciclo vital de alguien termina y su cuerpo se hace uno con el Universo, puede alcanzar El Absoluto. -Respondió, moviendo la cola. - Normalmente, los seres de Líneas posteriores tienen muy pocas probabilidades de llegar ahí, ¡pero hay seres como tú!

Ana:

-¿Qué? -Se quedó confundida al escuchar aquello y detuvo su escribir.

•- ¿Qué pasa?

Inclinó su cabeza suavemente, no sabía a lo que se refería

Ana:

-Me refiero a lo último que dijiste. -Aclaró con aquella confusión que sentía.

•- Ah, me refería a que hay algunos yecdare en El Absoluto.

Aclaró, esperando que eso fuera lo que preguntaba.

Ana:

-Uh... -Se interrumpió a sí misma ya que a lo mejor se refería únicamente a eso.

Sacudió su cabeza antes de anotar todo lo dicho anteriormente.

•Movió la vola y saltó a su regazo, cerrando los ojos

Ana:

Le acarició el lomo con cuidado con una mano sin dejar de escribir.

•De repente, el peso del conejo aumentó un poco, dejando a la vista a esa figura humanoide que vio en la cueva; sin boca pero con grandes ojos.

Ana:

Al notar el peso extra bajó la vista encontrándose con otra persona haciendo que soltara un pequeño grito en su sitio pero logró calmarse antes de llegar a un pánico serio.

•- Y yo pensaba que la forma real te iba a asustar.

Rió suavemente, y le acarició la mejilla, sentándose en sus piernas y mirándola, intentando relajarla.

Ana:

Movió la silla hacia atrás mientras suspiraba.

-Podrías haber avisado de que harías eso.

•- Lo siento.

Inclinó la cabeza y se bajó, ahora yendo a explorar aquella habitación

Ana:

Suspiro antes guardar los datos y cerrar el portátil para levantarse del lugar.

-¿Vosotros los dioses coméis?

•- Por poder se puede, pero no se necesita.

Se giró para ver a la mujer, soltando un brillo suave.

Ana:

Asintió al escuchar eso antes de caminar de vuelta a la cocina, tenía sed.

-¿Y por qué estabais en una cueva? No creo que sea el mejor lugar para estudiar humanos la verdad.

You Can't Escape From InsanityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora