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Mark

El demonio soltó un «Mhm», diciendo que le estaba prestando atención en lo que le fuera a decir; sin importarle demasiado la presencia de Edd.

Tom:

-¿Puedes... Soltarme? -Le preguntó en un suave susurro.- No... No puedo respirar bien...

Mark

Asintió con levedad, antes de aflojar el agarre un poco, permitiendo al otro respirar mejor.

- Lo siento...

Tom:

-No pasa nada -sonrió con levedad.

Mark

Sonrió levemente y besó con cuidado la mejilla del contrario.

Tom:

-¿Qué ha pasado mientras estaba "ido"? -Preguntó mirando a su pareja.

-Una chica ha venido y nos ha sacado a todos. -Respondió Elysabeth.

Mark

- Aunque se está peleando con Tea para que ella nos pueda sacar.

Tom:

-¿Tea? -Se separó del otro con suavidad y miró un momento al suelo.- Debemos ayudarla.

-Tom, no es por nada pero tenemos la posibilidad de escapar -habló Edd.-, sé que sois amigos pero hay aprovechar ahora.

•Mark dudó un poco, se separó y escondió las alas mientras observaba a la multitud, deseosa por poder salir.

...

- Tea, último aviso.

Tom:

Observó al grupo de gente que se movía hacia la parte trasera del edificio en busca de otra salida. Pero dio un suspiro antes de echar a correr en dirección a la entrada del lugar que estaba bloqueada.

-¡Tom! -Escuchó como Edd le llamaba pero no hizo caso.

•El demonio siguió al británico, sorprendido al ver esa extraña barrera.

- ¿De dónde ha salido esto?

Tom:

-No lo sé. -Susurró por lo bajo y una vez llegado a esas extrañas patas se quedó mirando como su amiga peleaba contra esa otra persona.

•- Tea...

- Atrévete.

- Oh, ¿me retas a destruir el espacio-tiempo? Será un placer.

Sonrió aunque desde esa posición no se la veía sonreír.

- Delta, por muy poco que me guste ver a la gente en celdas, no puedo dejar que salgan otra vez.

Tom:

Miró a su alrededor en busca de algo que tirar, vio que detrás del demostrador había una maceta así que corrió hasta llegar a su lado y cogerlo con cuidado. Volvió corriendo hacia donde se encontraba anteriormente. Intentó tirarle la maceta a Delta.

•- ¿Esko?

- ¿Sí, mi señora?

- 0-Y.

Tras decir aquello, Esko desapareció y la mujer rió, apuntando el arma hacia el de las cuencas.

You Can't Escape From InsanityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora