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•- Ya verás, no será tan malo.

Animó el de cabello oscuro con una sonrisa.

- Me han dicho que tengo que limpiar la cocina y el baño cuando cierren el restaurante; ¿y a ti?

Tom:

-Pues, la oficina y una sala. -Recordó con el ceño ligeramente fruncido.

•- Bueno, al menos hoy nos darán... creo que cien euros por día a cada uno.

Tom:

Asiente.

-No quiero que me dé un ataque allí dentro... -Dio un suspiro nervioso.

•- Si sientes que te va a dar un ataque, ven a buscarme; de todas formas, empezaremos cuando esté cerrado y estemos nosotros dos.

Tom:

-De acuerdo. -Le agarró de la mano antes de visualizar a la furgoneta con Edd delante quien cargaba con unas bolsas azules.

•Sonrió y tomó la mano de su novio y se dirigió hacia EDd, iban a ver lo que se iba a hacer.

Tom:

-¿Es comida? -Preguntó mientras señalaba a la bolsa.

-Sí, -asiente y los mira a ambos.- ¿ustedes consiguieron algo?

•- Trabajos y un posible piso de alquiler.

Edd:

-¿Un piso? -Edd los miró un tanto nervioso.- ¿Y es seguro?

•- Es 50 a la semana, no está mal.

Tom:

Notaba como a Edd aún no le convencía aquello.

-Estaremos bien, Edd, vamos a estar los cuatro juntos.

•Mark asintió con una sonrisa tranquila.

Tom:

Edd se les quedó viendo en silencio antes de suspirar rendido.

-De acuerdo, pero primero habrá que comprarla,¿no?

•- Cuando hoy nos paguen, la compraremos.

Aclaró.

Tom:

-Vale, mientras id entrando -el de verde les dio las bolsas.-, tengo que mirar una cosa antes.

El de cuencas sujetó las bolsas con cuidado mientras asentía haciendo que Edd se fuera después de aquello.

•Mark cogió unas de las bolsas para que el de las cuencas no tuviera que cargar con todo.

Tom:

Fue a la parte trasera de la furgoneta abriéndola con cuidado y que el narcisista no se asustara aunque éste estaba se miraba en el reflejo de la ventana.

•Mark le siguió en silencio y miró al narcisita en su lugar.

Tom:

Cerró la puerta una vez dentro y esperó a que Matt se fijara en su presencia para saludarlo aunque no pudo decir nada cuando empezó a gritar por el susto.

-¡Matt, somos nosotros!

•Mark se acercó preocupado al escuchar al narcisita gritar

Tom:

Lo sujetó por lo hombros mientras esperaba a que se calmara al fin.

- De... De acuerdo, no lo hagan otra vez. -Se calmó Matt sosteniéndose a su amigo.

You Can't Escape From InsanityWhere stories live. Discover now